Estados Unidos prevé que, después de las reuniones sostenidas a mediados de junio con las compañías Moderna y Pfizer, un esquema de vacunación dirigido para menores de 5 años estaría disponible a partir del 21 de junio; esto dependerá también de la aprobación por la FDA del fármaco aplicado en dicho grupo de edad.
Por Zeke Miller
WASHINGTON, 3 de junio (AP).— El Gobierno de Estados Unidos anunció el jueves que los niños menores de 5 años podrían empezar a recibir sus primeras dosis de la vacuna contra la COVID-19 desde el 21 de junio, si los reguladores federales autorizan las inyecciones para ese grupo de edad, tal como está previsto que lo hagan.
Ashish Jha, coordinador de la respuesta de la Casa Blanca a la pandemia, explicó los planes del Gobierno estadounidense para que el último grupo de edad que aún no es elegible reciba las vacunas. Dijo que el panel externo de asesores de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) se reunirá el 14 y 15 de junio para evaluar las vacunas desarrolladas por Pfizer y Moderna para los niños más pequeños. Los envíos a los consultorios médicos y a los centros de atención pediátrica comenzarían poco después de la autorización de la FDA, y las primeras inyecciones se estarían administrando la semana siguiente a eso.
Jha comentó que los estados pueden comenzar a hacer pedidos de las vacunas pediátricas el viernes, y dijo que el Gobierno tiene un suministro inicial de 10 millones de dosis disponibles. Señaló que pueden pasar algunos días hasta que las vacunas lleguen a todo el país y las citas para vacunarse se generalicen.
“Nuestra expectativa es que en pocas semanas todos los padres que quieran vacunar a sus hijos puedan obtener una cita”, dijo Jha.
El Gobierno de Biden está presionando a los estados para que den prioridad a los centros de gran volumen, como los hospitales infantiles, y para que ofrezcan citas fuera del horario de trabajo para facilitar a los padres la vacunación de sus hijos.
Jha reconoció la “frustración” de los padres de niños pequeños que llevan más de un año esperando las vacunas para sus hijos.
“Todos queremos actuar con rapidez, pero tenemos que hacerlo bien”, dijo.