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Instituto palero de la industria de la chatarra infiltró Salud con Peña: El Poder del Consumidor

03/06/2019 - 4:22 pm

En la dirección del ILSI en México han estado involucrados ex directivos de empresas como Bimbo y Coca-Cola. Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, planteó que su influencia también llegó a la Secretaría de Salud que logró que se estableciera un observatorio de las políticas contra la obesidad “en contubernio con la industria”.

Ciudad de México, 3 de junio (SinEmbargo).- El Instituto Internacional de Ciencias de la Vida (International Life Science Institute, ILSI), lejos de ser una institución que protege los intereses de salud pública, es un grupo de cabildeo que bloquea las políticas que afectan a Coca-Cola y otras empresas, según una investigación de U.S Right to Know.

En el caso de México, ILSI realizó acciones políticas para influir en contra del impuesto a las bebidas azucaradas, lo que devino en el cierre de sus oficinas en México, de acuerdo con la investigación publicada en la revista Globalization and Health.

La organización El Poder del Consumidor reveló que ILSI se presenta como una institución que desarrolla la “ciencia para el bienestar público” y “mejora la salud humana y el bienestar y protege el medio ambiente”, pero un grupo de documentos a los que tuvo acceso, mediante el sistema de transparencia estadounidense, se dio cuenta del bloqueo sobre las políticas de salud pública.

Por ejemplo, en el contexto de la discusión política para la aprobación del gravamen a las bebidas azucaradas, Alex Malaspina, ex vicepresidente de Coca-Cola y fundador de ILSI, se refirió al caso y lo calificó como “muy mal, muy mal para mí” y esperó que tanto ILSI y Coca- Cola se recuperaran.

“Las estrategias de influir a instituciones académicas y públicas por parte de esta industria son patentes en México. Este es el caso de cómo la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios estableció como obligatorio un etiquetado frontal en 2014 que no es entendible y lleva al consumo de altas cantidades de azúcar, que Coca Cola había introducido en 2010”, señaló Katia Gracia, Coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor.

En la dirección del ILSI en México han estado involucrados ex directivos de empresas como Bimbo y Coca-Cola. Como ejemplo, quien era director de la oficina en México al momento del cierre de sus oficinas por la ingerencia en la discusión parlamentaria sobre el impuesto a las bebidas azucaradas, era Raúl Portillo quien también formaba parte de la dirección de Coca-Cola. Pero Portillo no fue el único, también ocupó la dirección Eduardo Cervantes, quien había colaborado con Coca-Cola (de 1997 a 2012) y en Bimbo un par de años.

Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, planteó que su influencia también llegó a la Secretaría de Salud (en tiempos de Enrique Peña Nieto), que logró que se estableciera un observatorio de las políticas contra la obesidad “en contubernio con la industria”.

“El actor principal en este proceso fue ConMéxico, que reúne a esta industria, pero que por años ha estado sometida a las estrategias de Coca-Cola y FEMSA”, dijo.

El experto declaró que ILSI México ha pasado a segundo lugar tras el escándalo sobre su cabildeo, “pero sin dejar de actuar tras bambalinas para defender los intereses de esta industria, presentándose como una institución científica de interés público”, agregó.

INFLUENCIA INTERNACIONAL

Las intenciones de ILSI quedaron develadas en un correo electrónico enviado a un grupo de personas, entre quienes se encontraba la directora internacional del Instituto, Suzanne Harris, en el que Malaspina se quejó de las políticas de gravámen a los refrescos y demás modificaciones a las legislaciones referentes a la alimentación.

“Necesitamos considerar estar listos para establecer una fuerte defensa”, escribió el fundador de ILSI en el documento, pues estas políticas son contrarias a los intereses de Coca-Cola.

Pero la influencia de Malaspina no sólo buscaba ocurrir sobre los Gobiernos, si no que también planeó una estrategia para influir en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), e incluso se mencionó la posibilidad de que Bill Gates les apoyara en el cabildeo, según se reveló en la investigación.

“ILSI es una red global de la Gran Industria de Alimentos y Bebidas para desacreditar la ciencia, a los reguladores y otros que exhiben los riesgos a la salud de sus productos”, declaró Gary Ruskin, codirector de U.S. Right to Know.

Desde enero la investigadora Susan Greenhalgh dio cuenta de la influencia de ILSI en las políticas internacionales en materia regulatoria de los azúcares. En publicaciones hechas en el British Medical Journal y en el Journal of Public Health Policy apuntó que ILSI logró que el Gobierno chino protegiera el mercado de las bebidas azucaradas en ese país, que tiende al crecimiento.

ILSI fue fundada en 1978 por Malaspina. A la fecha tiene varios centros de investigación en nutrición y medio ambiente, con oficinas en Estados Unidos, México, Argentina, Brasil, Mesoamérica, China, India, Taiwan, Sudeste Asiático, Korea, Sudáfrica.

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