China advirtió hoy a Estados Unidos de que los posibles acuerdos comerciales que logren ambas naciones en las rondas de consultas que están realizando “no entrarán en vigor” si hay nuevas sanciones por parte del país norteamericano.
El Gobierno hizo estas declaraciones a través de un comunicado difundido por la agencia estatal Xinhua tras concluir la tercera ronda de negociaciones que funcionarios de ambos países han realizado este fin de semana en Pekín.
“Si Estados Unidos introduce sanciones comerciales, incluida la imposición de aranceles adicionales (a los productos chinos), todos los acuerdos económicos y comerciales alcanzados por ambas partes no entrarán en vigor”, apuntó el Ejecutivo.
BEIJING, 3 de junio (AP).— Al final de una nueva ronda de contactos sobre la disputa comercial entre Beijing y Washington, China advirtió el domingo que cualquier pacto que se alcance en las conversaciones “no entrará en vigor” si el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue adelante con su amenaza de subir los aranceles a los productos chinos.
La advertencia se lanzó una hora después de que las delegaciones de Estados Unidos –liderada por el secretario de Comercio, Wilbur Ross – y China – encabezada por el principal responsable económico del país, el viceprimer ministro Liu He –concluyeron una reunión sobre de la promesa de Beijing de reducir su superávit comercial.
Ross había dicho al inicio de la jornada que las dos partes discutieron elementos concretos que China podría comprar a Washington para reducir el superávit, pero ninguna de las partes desveló más detalles sobre los contactos.
La Casa Blanca puso en duda las negociaciones el martes al renovar su amenaza para subir los impuestos sobre 50 mil millones de dólares en importaciones de alta tecnología de China en respuesta a las quejas estadounidenses de que Beijing roba o presiona a las empresas extranjeras para que le entreguen su tecnología. La reunión se celebró pese a que China dijo que se reservaba el derecho a tomar represalias.
Según el comunicado chino, en el encuentro del domingo las partes “lograron avances positivos y concretos”, agregando que el proceso debería “basarse en la premisa” de que los bandos “no librarán una fuera comercial”.
“Si Estados Unidos introduce sanciones comerciales incluyendo un incremento de los aranceles, todos los logros económicos y comerciales negociados por las dos partes no entrarán en vigor”, señaló el comunicado publicado por la agencia de noticias oficial china, Xinhua.
La emabajada de Estados Unidos en Beijing no respondió de inmediato a una petición de comentarios.
Donald Trump está presionando a China para que reduzca su superávit comercial, que es políticamente volátil, con Estados Unidos, que el año pasado alcanzó un record de 375 mil 200 millones de dólares.
El pasado 19 de mayo, tras la última ronda de contactos, China se comprometió a comprar más productos estadounidenses. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, dijo entonces que la disputa estaba “en suspenso” y que el alza de impuestos debería posponerse.
Pero la tregua pareció terminar el martes con el sorpresivo anuncio de que Washington impondría límites a la inversión china, a las compras de bienes de alta tecnología y a las visas para estudiantes.
Trump amenazo con subir los aranceles a hasta 150 mil millones de dólares en importaciones chinas.
Analistas del sector privado dicen que aunque Beijing está dispuesto a comprometerse sobre su superávit comercial, se resistiría a los cambios que podrían amenazar sus planes para transformar al país en un competidor global en lo relativo a la tecnología.
Ross estuvo acompañado por funcionarios de Agricultura, del Tesoro y de Comercio. La delegación de Liu incluyó al gobernador del Banco Central de China y al ministro de Comercio.
“Por el momento, nuestras reuniones han sido amistosas y francas, y cubrieron algunos temas útiles sobre elementos de exportación específicos”, señaló Ross.