Ciudad de México, 3 de junio (SinEmbargo).- El diario británico The Guardian publicó un reportaje firmado por Garret Hering en el cual cuestiona sobre la Reforma Energética impulsada por el Presidente Enrique Peña Nieto y si ésta de verdad romperá los monopolios energéticos, así como las subastas de áreas de exploración petrolera, para dar paso a nuevos jugadores que prometen nuevas energía mucho más limpias, incluyendo el gas natural y la energía solar.

Y es que a partir de este año, recuerda el medio británico, la empresa petrolera mexicana Pemex, compartirá los recursos del país con una gran cantidad de competidores externos, y además, por primera vez desde 1938, las mayores compañías petroleras del mundo se están preparando para invertir en México.

La última vez que las empresas extranjeras estuvieron allí (en México), dice el artículo de The Guardian, las cosas terminaron mal, ya que el Presidente Lázaro Cárdenas se apoderó de sus activos, creando un monopolio petrolero estatal -Petróleos Mexicanos (Pemex)- y envió a los competidores extranjeros de embalaje.

Ahora, 77 años después, México está invitando a los extranjeros a invertir de nueva cuenta, indica la nota de Garret.

Como parte de sus reformas sobre hidrocarburos y de electricidad de largo alcance, México reabrirá sus reservas de petróleo y gas natural sin explorar, para los inversores y los competidores extranjeros, dice The Guardian.

El proceso comenzará en serio a mediados de julio, con una subasta inicial de 14 áreas de exploración de petróleo ubicadas en el Golfo de México.

Más de dos docenas de compañías, incluyendo los gigantes mundiales de la energía ExxonMobil, Chevron y Total, así como Pemex, “hacen fila” para hacer una oferta el próximo mes, después de que el regulador de petróleo de México (en referencia a la Comisión Nacional de Hidrocarburos), los precalificó la semana pasada.

Sin embargo, dice The Guardian, a medida que el país se mueve hacia adelante, quedan muchas preguntas que responder, por ejemplo: ¿La ruptura de décadas de antigüedad del monopolio y la llegada de nuevos jugadores del petróleo, gas y electricidad conducirán a la recuperación del crecimiento y la inversión en la economía? ¿Y las reformas van a provocar una nueva serie de problemas, incluyendo el aumento de los daños ambientales?

LA CONSTRUCCIÓN DE UN “PAÍS MEJOR”

El cambio de esta política trascendental en México fue posible gracias a varias nuevas y polémicas leyes y enmiendas constitucionales que fueron aprobadas en el último año, dice The Guardian.

“Las reformas son la base para la construcción de un mejor país”, dijo el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, cuando dio un mensaje el mes pasado durante el Foro Mundial de la Energía en América Latina, celebrada en Quintana Roo. “Se trata de una plataforma para el comienzo de una nueva etapa de desarrollo”, aseguró entonces.

Sin embargo, el medio británico afirma que no todo el mundo está muy entusiasmado con el nuevo desarrollo. Los grupos ambientalistas, incluyendo Greenpeace, han expresado su preocupación por el aumento de la explotación del petróleo y del gas en México. En marzo, la organización no gubernamental ambientalista criticó el Gobierno del Reino Unido a través de una inversión de 1 billón de dólares para su participación en Pemex y otras compañías de combustibles fósiles.

Pero el negocio de la energía puede tener un impacto positivo, le dijo a The Guardian, Eduardo Reyes Bravo, director de estrategia de infraestructura y energía de PricewaterhouseCoopers con sede en México.

“Uno de los elementos clave de la reforma es permitir la competencia en el mercado”, dijo. “La competencia debe traer mejores precios para la industria, que, a su vez, pueden ser más competitivos, aumentar las exportaciones, generar nuevos empleos y la reducción de los precios en el mercado local”.

Las medidas de la reforma tienen por objeto impulsar la competencia, por lo que las empresas del gobierno y de la energía afirman que pueden mejorar las oportunidades económicas de los mexicanos, la protección del medio ambiente, la salud y la confianza en sus instituciones.

“Si realmente queremos lograr un cambio en estas prácticas corruptas [], entonces esto tiene que ser un cambio estructural en toda la sociedad”, dijo Peña Nieto en aquel Foro. “Tiene que ser el gobierno el que derribe los muros que se encuentran en el camino de nuestro logro de una sociedad más equitativa y justa”.

LOS OPTIMISTAS DE LA REFORMA ENERGÉTICA

“El cambio no sucede durante la noche”, dijo por su parte Joseph Stiglitz, premio Nobel y profesor de la Universidad de Columbia, quien co-presidió el Foro Económico Mundial sobre América Latina.

Sobres las llamadas reformas estructurales de México -que también abarcan la educación, telecomunicaciones y finanzas-, Stiglitz dijo que estas eran “muy impresionantes” y que se encontraba muy optimista de que estas realmente estimularán el crecimiento económico.

Stiglitz también dijo que estaba complacido de que la Reforma Energética incluyera un fideicomiso de desarrollo, financiado con los ingresos del petróleo.

El Banco de México, el banco central del país recuerda el diario británico, administrará el fondo que apoyará las pensiones, la ciencia y la tecnología, las inversiones en infraestructura y becas. Este fideicomiso podría convertirse en un activo importante de desarrollo si se gestiona adecuadamente, dijo Stiglitz.

Por lo pronto, México espera 62.5 billones de dólares de nueva inversión extranjera en su sector energético en los próximos tres años.

La acción directa de las empresas energéticas que resulten de las reformas, también tendrá un enorme impacto en el desarrollo de México en los años por venir, dice The Guardian. En un informe publicado este año, la firma de investigación de inversiones Sustainalytics predice que Pemex mejorará su historial mediocre en la salud, la seguridad y la corrupción, ya que pasó de ser una agencia del gobierno a una empresa que competirá con las corporaciones globales que tienen estándares más altos en estas cuestiones.

“A medida que Pemex busca mantener su relevancia y participar con las grandes petroleras occidentales integradas en negocios conjuntos, esperamos que se requerirá un proceso rápido de ‘ponerse al día’ en términos de modernización tecnológica y de gestión [ambiental, social y de gobierno]”, escribió uno de los autores del citado informe.

“El cambio no sucedió durante la noche, pero estamos a un buen comienzo”, dijo Emilio Lozoya, Director de Pemex, en el Foro Económico Mundial. Sin embargo, Lozoya no se refirió directamente a las acusaciones de corrupción en Pemex, o a las recientes explosiones mortales en las plataformas que la ex empresa paraestatal tiene en el Golfo de México.

En respuesta a la preocupación por la creciente emisión de gases de efecto invernadero si México produce más petróleo y gas, el Director ejecutivo de Pemex dijo que el país podría aumentar su consumo de combustibles fósiles, sin aumentar las emisiones, al continuar su “tremenda transición” de petróleo a gas natural en la generación de energía.

El Director ejecutivo de Pemex también sostuvo que el gas tiene “al menos la mitad menos contaminantes”. En la actualidad, recuerda el diario británico, las emisiones de carbono del ciclo de vida del gas natural llegan a alrededor del 28 por ciento menos que las del petróleo, de acuerdo con el Centro de Energía de Biomasa de la Comisión Forestal del Reino Unido.

Además, Pemex está involucrado en una empresa conjunta con la compañía de gestión de inversiones con sede en Estados Unidos, BlackRock, y también con la firma de capital privado First Reserve, para construir un gasoducto para llevar gas natural producido en Texas hacia México.

¿UN FUTURO RENOVABLE?

The Guardian dice también, que las reformas mexicanas crearán una nueva competencia por el monopolio de la electricidad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Las nuevas reglas del mercado -todavía en fase de proyecto- están destinadas a abrir la generación de energía a todos los participantes y garantizar el acceso no discriminatorio a la red eléctrica.

También tienen como objetivo promover la eficiencia energética y las energías renovables a través de nuevos incentivos de mercado, subastas y un plan de trabajo anual claramente definido para alcanzar 35 por ciento de energía limpia para el 2024.

Sin embargo, las grandes preguntas todavía rodean el papel de las energías renovables, indica el medio británico. Por un lado, las unidades de gas natural de alta eficiencia que generan tanto calor y energía -las llamadas plantas de cogeneración- que fueron calificadas como energía limpia en la reforma energética.

Además, cuando se trata del potencial de las energías renovables para contribuir al desarrollo de México, Lozoya sonaba un tanto pesimista. “Todo el mundo quiere más energía renovable, pero la tecnología y el precio todavía no están alineados”, dijo el Director de Pemex.

No es sorprendente que los empresarios de energía solar en México no estuvieran de acuerdo, diciendo que las reformas ayudarían a su industria a hacer la diferencia. Javier Romero, miembro de la junta de la Asociación Solar de México, dice que las compañías solares pueden tomar ventaja de los nuevos certificados de energías limpias que otorgarán con la reforma, para así ayudar a financiar proyectos y las nuevas reglas del mercado de la electricidad.

Estos certificados permiten a los usuarios “calificados”, tales como las empresas comerciales e industriales, comprar energía directamente de plantas de energía solar u otros generadores independientes, en lugar de sólo a la CFE.

“El sector fotovoltaico beneficiará a la población a generar energía limpia, con cero emisiones, con más puestos de trabajo dentro de la cadena de producción de la industria y, finalmente, con energía más barata para el consumidor final”, dijo Romero.

Los inversores externos están también de acuerdo en que la Reforma Energética ofrece un potencial para las energías renovables. “La Reforma Energética de México es una verdadera revolución”, dijo Ignacio Sánchez Galán, Presidente ejecutivo del grupo energético español Iberdrola, en el Foro.

Una de las pocas compañías energéticas extranjeras que ya operan en el país, la española Iberdrola, se ha comprometido a invertir cerca de 5 mil millones de dólares en parques eólicos y plantas de gas natural de ciclo combinado en México en el 2018.

Héctor Olea, cuya empresa Gauss Energía ha desarrollado la planta de energía solar más grande de México en La Paz, Baja California Sur, dice que la reforma ayudará a posicionar a México “para ser el próximo auge de la energía solar”, impulsada por los precios a la par con el viento e incluso algunas fuentes de generación convencional.

Olea dice que las nuevas reglas de la reforma ayudarán a la energía solar a jugar un papel mucho más importante en el desarrollo de México. “Hay tantos beneficios diferentes para México. Somos muy optimistas, pero tenemos que esperar hasta que se concreten las reglas finales”.

Como mercados energéticos competitivos en México tomando forma y con las compañías petroleras extranjeras reingresando al país por primera vez en casi ocho décadas, queda por verse si la comunidad empresarial emergente realmente puede traer energía más limpia a los mexicanos, así como mayores oportunidades económicas, mejoras de la salud, seguridad y transacciones más transparentes prometidas en esta reforma, dice The Guardian.

ENERGÍAS RENOVABLES EN LA REGIÓN FRONTERIZA 

Hoy por su parte, el Woodrow Wilson International Center for Scholars publicó una infrografía en la que sintetiza la introducción de las energías renovables en la zona fronteriza, de forma especifica en el estado de Nuevo León.

El 23 de septiembre de 2003, recuerda el Centro, el gobierno del estado de Nuevo León inauguró el primer proyecto de biogás en América Latina, con una capacidad instalada inicial de 7,4 megavatios (MW), que ha crecido desde entonces hasta 16,96 MW.

Esta fecha es significativa, dice la publicación firmada por Anne Konrad, ya que este fue el primer proyecto importante de autoabastecimiento de energía renovable en México, y también la primera ocasión en que un gobierno local estaba involucrado.

Más de diez años después, en Nuevo León ya existen cuatro grandes proyectos de generación de energías renovables, incluyendo un parque eólico de 22 MW. No obstante, Nuevo León genera actualmente sólo alrededor de la mitad de sus necesidades de electricidad, y más del 99 por ciento de esta es generada con una fuerte dependencia a los combustibles fósiles.

Esta fuerte dependencia es un tema común en todos los estados fronterizos de México, con la notable excepción de Baja California (que obtiene más del 30% de su electricidad de servicio público de la planta geotérmica de Cerro Prieto), indica el Woodrow Wilson Center.

A pesar del viento abundante, el recurso solar y la bioenergía, el Norte de México aún tiene que adoptar plenamente la transición energética, sin embargo, dice el Centro, esto podría cambiar rápidamente en los próximos años.

La reciente Reforma Energética mexicana, que incluyó modificaciones a la Constitución en diciembre de 2013 y un paquete integral de la legislación para su aplicación en agosto de 2014, representa una transformación fundamental del sector.

Para la energía renovable, las principales oportunidades están relacionadas con la creación de un nuevo mercado de la electricidad y la introducción de certificados de energía limpias.

En este nuevo mercado, el Centro Nacional para el Control de Electricidad y de Despacho (CENACE) será totalmente independiente de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), permitiendo así un mercado mayorista de electricidad más transparente, dice el análisis del Centro estadounidense, en el que los usuarios estarán por encima de un umbral de consumo conjunto, que les permitirá cambiar libremente entre los generadores.

Además, México ya se ha comprometido a producir el 35 por ciento de su electricidad de fuentes limpias para el 2024.

La publicación “Energía Renovable en el norte de la región fronteriza de México” del Woodrow Wilson International Center for Scholars, analiza la situación actual de las energías renovables en el norte de México, además, analiza los recursos potenciales que podrían ser utilizados para la generación de electricidad a partir de fuentes renovables, y proporciona recomendaciones de política para aumentar el uso de energías renovables en el sector de la energía y para lograr la sostenibilidad energética a largo plazo.