Inversionistas pierden optimismo ante constantes ajustes al crecimiento, dicen economistas

03/06/2015 - 12:03 am
Si se le pregunta a los ciudadanos, ¿cómo está la economía?, la percepción que se tiene, es que "está muy mal": especialistas. Foto: Cuartoscuro
Si se le pregunta a los ciudadanos, ¿cómo está la economía?, la percepción que se tiene es que “está muy mal”: especialistas. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 3 de junio (SinEmbargo).– Los constantes ajustes a las previsiones de crecimiento de la economía mexicana, realizadas en los últimos días por el Banco de México (Banxico) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) merman las expectativas de los inversionistas y de los consumidores, pero además generan una mala percepción ante la ciudadanía, concluyeron expertos entrevistados por SinEmbargo.

La economía mexicana no ha alcanzado los niveles que se plantearon al principio del sexenio, añadieron, y como ejemplo refirieron al crecimiento de 2.5 por ciento que se tiene ahora como objetivo en 2015 y que está muy por debajo de 3.7 por ciento, estimado por la SHCP en sus Criterios Generales de Política Económica.

Ayer, el grupo de analistas de 35 grupos privados consultados por el Banxico redujo por quinta ocasión en lo que va de este año las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), de 2.88 por ciento que calculaban en abril, a 2.66 por ciento en mayo.

También el pasado 21 de mayo, la Secretaría de Hacienda, encabezada por Luis Videgaray Caso, informó que su previsión del crecimiento del PIB para este año se ajustó al rango de entre 2.2 y 3.2 por ciento, en lugar del 3.2 a 4.2 por ciento estimado previamente.

Leticia Armenta Fraire, directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México, dijo que los constantes ajustes generan “desánimo entre ciudadanos e inversionistas. Creímos que íbamos a crecer más, y no lo estamos logrando”.

La economista consideró que si en estos momentos se le pregunta a los ciudadanos, ¿cómo está la economía? La respuesta segura será: “está muy mal”. Pero lo cierto, dijo, es que “no estamos en una crisis, debido a que no hemos dejado de crecer. [ Aunque] no estamos satisfechos con el dinamismo económico, porque hemos estado esperando el despegue desde hace más de dos años”, sostuvo.

Esos ajustes, además, “merman las expectativas de los inversionistas. Cualquier empresa que se dedica a la producción tiene como uno de sus indicadores de referencia y para proyectar sus ventas el del dinamismo económico. A partir de eso se generan muchos de los planes de las empresas, pero esto no puede suceder en un contexto de ajustes continuos”.

Eduardo González Nolasco, coordinador de Análisis Económico de Banamex, recordó que en el primer trimestre de este 2015 se registró un crecimiento relativamente bajo que, en buena medida, respondió al crecimiento en Estados Unidos, tanto de su PIB como de su producción manufacturera, pues ambos se desaceleraron de manera importante, y esto repercutió en México, que no ha podido establecer metas viables de productividad ni dar certidumbre a los inversionistas sobre cuánto y cómo se puede crecer en el país.

Al respecto, Leticia Armenta, del centro de Análisis Económico del Tec de Monterrey, expuso que “revisando las cifras, observo que el año pasado tuvimos crecimientos trimestrales en promedio de 2.1 por ciento. Este primer trimestre del 2015 fue de 2.5 por ciento. Sin embargo, esto nos dice es que el PIB está creciendo abajo de su potencial”.

“Mi interpretación es que la economía no logra aumentar su capacidad de producción y por eso se mantiene con estos crecimientos magros”, sostuvo.

La especialista previó que para lo que resta de este 2015, la economía de México se va a centrar en ese 2.5 por ciento que se ha venido dando. “El recorte que hizo el Banco de México, nos da precisamente una data en donde el punto alto está en el 2.8. Yo diría que se va a dar más bien en el centro, entre el 2.4 y el 2.5 por ciento”, agregó.

Dicho de otra manera, insistió Armenta Fraire, “no hay en este momento cambios suficientes en la economía mexicana que nos permitan tener mayor crecimiento. Adoptando una posición optimista, no hay una caída en el crecimiento económico. Es bueno, no es lo que nos gustaría, pero no podríamos hablar de que estamos en una crisis, o que la economía está retrocediendo. Más bien, no estamos despegando”.

Un estudio del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey detalla que durante el primer trimestre de 2015, el PIB del país aumentó 2.5 por ciento a tasa anualizada [rendimiento expresado en porcentaje, obtenido en un periodo diferente al año], en donde el sector agropecuario tuvo un crecimiento de 6.8 por ciento, seguido por las actividades productivas y comerciales, con un 2.9 por ciento, y la industria manufacturera, con 1.4 por ciento.

Según el documento, si bien el crecimiento del PIB es superior al obtenido en el mismo periodo del año pasado, cuando fue de 2.0 por ciento, “la recuperación de la economía todavía no es suficiente para alcanzar los niveles de crecimiento esperados”.

“El dinamismo de la economía de nuestro país debe acelerarse”, advierte el estudio, pues si bien durante el primer trimestre del año la tasa de crecimiento del PIB nacional –de 2.5 por ciento–, fue superior a la de algunos otros países de América Latina como Argentina, que registró 1.1 por ciento, de Chile, con 2.4 por ciento, y de Brasil, en donde se esperan resultados negativos, el desempeño en marzo del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) exhibió cifras negativas en su comparativo mensual, de manera que la tendencia del IGAE empieza a mostrar un comportamiento negativo.

En abril, los productos manufactureros enviados al extranjero se incrementaron 3.2 por ciento a tasa anualizada, nivel inferior al 7.1 por ciento alcanzado durante el mismo mes de 2014. Lo anterior, junto con la caída de más de 50 por ciento en las transacciones petroleras dio como resultado que el total de las exportaciones nacionales disminuyera 3.3 por ciento, cifra que se pudo tornar más negativa de no ser por el desempeño favorable del sector automotriz cuyas ventas a otros países aumentaron 12.2 por ciento, detalla el estudio.

Por otro lado, las actividades terciarias aumentaron 3.3 por ciento en términos anuales durante marzo, es decir, fueron las que exhibieron los mejores resultados en el mes en cuestión.

LOS RIESGOS

RECUADRO_EXPECTATIVAS

Los 35 analistas consultados por Banxico señalaron como factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico de México durante los próximos meses, en primer lugar a los problemas de inseguridad pública que vive el país. Sin embargo, en el cuestionario que se les aplica no se incluye el tema de corrupción.

Leticia Armenta consideró que la inseguridad se mantedrá como un grave obstáculo para la economía de nuestro país.

Explicó que “hay un componente complejo, que finalmente la inseguridad está provocada por diferentes fenómenos, buena parte tiene que ver con narcotráfico, que es lo más visible. La inseguridad implica que las leyes no se aplican con agilidad, que esta sociedad está siendo muy permisiva, en términos de los delitos, de robos, asaltos a mano armada, entre otras agresiones en vías públicas”.

“No es solamente narcotráfico. Y el tema importante es que cuando una sociedad es permisiva, y las instituciones no son fuertes, eso genera incertidumbre a los dueños de los recursos”, abundó.

Detalló que en un momento como este el Estado mexicano no garantiza que se vayan a salvaguardar los bienes o propiedades de los negocios, lo que resulta en que los empresarios tengan que invertir en garantizar la seguridad por sí mismos, en lugar de depender de los servicios públicos, tiene que contratar servicios privados. Lo cual eleva los costos de las empresas.

Los analistas de Banxico, señalaron también como factores que podrían obstaculizar el crecimiento de México, la reducción en la plataforma de producción petrolera, estimada en 112 mil barriles diarios menos a lo estimado en el Presupuesto de Egresos de la Federación,  así como el precio de exportación del crudo. Factores, que de acuerdo con Armenta Fraire, ya no significan una total amenaza, debido a que cada vez la economía de nuestro país depende menos del hidrocarburo. “Aunque los energéticos sí representan una fuerte dependencia del gasto del Gobierno”, consideró.

Eduardo González Nolasco, alertó, que existen otros riesgos que no permitirían lograr un mayor crecimiento de la economía mexicana. Entre ellos, destacó, las expectativas de recuperación de la economía de Estados Unidos que no son tan sólidas como lo que se está esperando, así como que la recuperación económica mundial, que ha sido relativamente lenta, y que incluso amenaza con estancarse.

Otros factores que podrían convertirse en un riesgo, dijo, son la inestabilidad y la volatilidad que se ha visto en torno a los mercados financieros, y que ésta se extienda por más tiempo de lo que se espera, ante la inminente alza de tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, por sus siglas en inglés).

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