Martín Moreno-Durán
03/05/2023 - 12:02 am
AMLO, golpista: ensayo para 2024
Al ritmo como van las cosas con el Gobierno socialista-populista de López Obrador, y si Morena gana la Presidencia en 2024, al final de la década no tendremos país.
+Gorilato presidencial
+ Monreal, mercenario
No nos equivoquemos: lo ocurrido el viernes pasado cuando los senadores de Morena sesionaron dentro de Palacio Nacional -en un hecho tan insólito como vergonzante-, representa un atentado directo contra la democracia mexicana y la división de poderes, que tiene como meta suprema robarse, como sea y al precio que sea, la elección presidencial del 2024. Así lo intentarán López Obrador y sus mascotas: arrebatar, por la buena o por la mala, la Presidencia el próximo año.
Sí, lo fraguado por AMLO para ignorar el recinto senatorial, convocar a sus senadores-títeres para sesionar en Palacio Nacional, y ordenarles que aprobaran sin discutir o revisar siquiera las iniciativas presidenciales propuestas, es un golpismo abierto, descarado y flagrante cocinado e impulsado por López Obrador, hoy enloquecido de poder, mostrándose tal cual es: un proyecto de dictador, autoritario y antidemocrático.
Hoy, como en ningún momento de nuestra historia moderna, la República se enfrenta a una amenaza tan peligrosa y real para aniquilar instituciones, procedimientos democráticos y contrapesos legislativos-judiciales, ante un Presidente que por desequilibrios emocionales, extravíos mentales, obsesiones históricas, esquizofrenia por el poder, odios personales o una venenosa combinación de todos estos factores, pretende implantar una dictadura en México -habrá que insistir-, al estilo Venezuela, Cuba o Nicaragua.
Y tampoco nos engañemos a la luz de los hechos irrefutables:
Al ritmo como van las cosas con el Gobierno socialista-populista de López Obrador, y si Morena gana la Presidencia en 2024, al final de la década no tendremos país. Así de claro. Sólo quedarán ruinas. Sólo pobreza, desesperanza, cero crecimiento, desempleo, dictadura. Sí, como ocurrió en Venezuela. Eso es lo que nos espera si cualquiera de las “corcholatas” de AMLO gana la presidencial en 2024.
Allá ustedes si se lo permiten.
Allá ustedes si los dejan.
Allá ustedes si se suicidan.
*****
Jamás habíamos visto senadores tan entreguistas, indignos y títeres, como los actuales de Morena. Carecen de análisis propio. Ausentes de discusión y de alguna pizca de honor. Levantadedos miserables. No tienen madre.
Fuera máscaras: el Ricardo Monreal que vimos sonriente al lado de AMLO y al frente de los senadores morenistas el viernes pasado en Palacio Nacional aprobando, sin chistar, todas las iniciativas y paralizando al INAI, es el verdadero Monreal: arrodillado ante López Obrador, temeroso de que lo desprecie, lamebotas del tabasqueño que solamente ha jugado con la falsa bandera de demócrata pero que, en realidad, es un político mercenario capaz de vender a su madre con tal de quedar bien con AMLO.
¿Qué vimos el viernes pasado en Palacio Nacional?
Un atentado contra la República.
Un agravio contra la democracia.
Una afrenta contra la división de poderes.
Cuando AMLO ordenó – aún empañado mentalmente por los humores de las enfermedades que lo consumen, sus odios y rencores-, que los senadores de Morena sesionaran en Palacio Nacional, pasando por encima del recinto senatorial, cumplió con aquella máxima del 2006 cuando fue derrotado por Felipe Calderón: ¡Al diablo con sus instituciones!, gritó el tirano. Bien, ahora lo cumplió.
Aún más:
Lo que vimos en Palacio Nacional, fue un ensayo de López Obrador y los legisladores de Morena ante el riesgo – existente, latente, vivo y posible-, de perder la próxima elección presidencial ante varios factores fundamentales y que no debemos perder de vista: el odio que AMLO ha pregonado y diseminado desde su Presidencia y que tiene hartos a millones de mexicanos; los pésimos resultados de su Gobierno; una clase media (ya perdida por AMLO) que concentra a alrededor de 27 millones de votantes indecisos, y un voto de castigo que sin duda llegará en tsunami en contra de Morena y la 4T en 2024. El voto de castigo, históricamente, no perdona. (A mayor detalle, ver “AMLO y su miedo al voto de castigo”. Martín Moreno-Durán. 29/Marzo/2023. SinEmbargoMX).
¿Y cuál es ese ensayo?
Robarse la elección presidencial desconociendo el resultado electoral, mediante el ungimiento de un Congreso de la Unión mayoritario morenista que desconozca la derrota de Sheinbaum, Ebrard o Adán Augusto y que, ignorando institucionalmente a los poderes Legislativo y Judicial establecidos, nombre a su propio Presidente, o se pronuncie por un “fraude electoral” inexistente, o bien se disuelvan los poderes y se decrete un “Estado emergente” ante el triunfo de la oposición.
¿Son capaces de intentarlo? ¡Por supuesto que sí! Presidente enloquecido, “corcholatas” enloquecidas, legisladores enloquecidos.
De ese tamaño es el riesgo que enfrentarán millones de mexicanos que aún creen en la democracia, en la próxima elección presidencial.
*****
La salud democrática de la República está bajo ataque desde Palacio Nacional. El Presidente está fuera de control y entre las paredes de su palacio delira con reelecciones, maximatos y dictaduras. López Obrador sí resultó ser un peligro para México.
¿Cómo derrotar a Morena en 2024? Con una votación abundante de entre 65 y 67 millones de votos para Presidente (a) y cuya mayoría favorezca al candidato (a) de oposición, que representaría alrededor del 70 por ciento del padrón electoral (94 millones de votantes), sepultando los 15 – 20 millones de voto duro que representa la base electoral de AMLO.
En 2024 se juegan presente y futuro de México.
Dictadura 4T o democracia funcional.
¡No hay de otra!
TW @_martinmoreno
FB / Martín Moreno-Durán
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