Los haitianos viven el día a día como si la pandemia jamás hubiera llegado al país. Desde hace varios meses, no se respetan ninguna de las medidas de contención emitidas por las autoridades sanitarias. Sin embargo, gran parte de la población no acepta las vacunas contra la COVID-19, pues Haití es uno de los pocos países que no ha iniciado a aplicar las dosis.
Por Milo Milfort
Puerto Príncipe, 3 de mayo (EFE).- De pie frente a su moto, Moise Pierre espera impaciente a los clientes, cada vez más escasos ante la caída de la noche, que empuja a la gente a huir de las calles para evitar ser víctima de la inseguridad en Haití, un país marcado por el incremento de los secuestros que ejecutan las temibles bandas armadas.
Pierre, como buena parte de la población de Haití, se muestra reacio a todo lo que “huela” a vacunación contra la COVID-19 en el país más deprimido de América y que es uno de los pocos en el mundo donde aún no ha comenzado la inoculación contra la enfermedad.
“No veo con buenos ojos esta cuestión de la vacuna. No creo en estos dirigentes que tenemos que puedan verificar la fiabilidad de estas vacunas una vez que lleguen. No creo en estas vacunas”, dice Pierre, quien dice solventar sus estudios universitarios con su mototaxi.
Al no creer en la existencia de la pandemia, los haitianos rechazan cualquier posibilidad de vacunarse más de un año después de que las autoridades anunciaran el descubrimiento de los dos primeros contagios.
Ciudadanos consultados por Efe se muestran hostiles a cualquier posibilidad de ser vacunados cuando las dosis lleguen al país.
De hecho, mucho antes de que las vacunas empezaran a aplicarse en el mundo, los haitianos se negaban a ir a los hospitales durante el pico de la pandemia en el país, entre mayo y junio de 2020.
FALTA DE INFORMACIÓN Y DE CONFIANZA
Las autoridades no informan a la población de la llegada de la vacuna. No se está llevando a cabo ninguna labor de concienciación. Hay muy poca información sobre la llegada de las vacunas contra la COVID-19 a Haití.
Un mensaje del Ministerio de Salud Pública y Población publicado en su página ha generado comentarios muy hostiles. Este mensaje, que habla de una vacuna sin citar la COVID-19, recuerda la importancia de inmunizarse al referirse a la Semana de la Vacunación en la región.
“Ya que no puedo evitar que venga (la vacuna), no van a entrar en el país por mí o por mi familia. Yo no la tomaría, y mucho menos los miembros de mi familia”, añadió Pierre en tono airado, criticando a los funcionarios que han aceptado que la vacuna llegue al país.
“No confío en las autoridades. No quiero nada de ellas. Las autoridades que tenemos no generan confianza. Esto genera dudas”, añade.
A principios de abril pasado, el Gobierno rechazó un lote de dosis de la farmacéutica AstraZeneca que le ofrecía la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través del mecanismo Covax, al alegar “un revuelo mundial en torno a esa vacuna”.
ESTUDIOS PARA ENTENDER LA RETICENCIA
La oficina en Haití de la OMS y la Organización Panamericana (OPS) admite que los haitianos son reacios al tema. Por eso, destaca, se están realizando estudios para comprender la situación.
“Además del desafío logístico que el Gobierno haitiano está tratando de abordar y las posibles dificultades relacionadas con la reticencia de algunas poblaciones, la situación política (referéndum y próximas elecciones), así como la temporada de huracanes, podrían retrasar el lanzamiento de la vacuna y prolongar su despliegue más allá de 2021 (en Haití)”, dijo a Efe Tristan Rousset, director de Comunicaciones de la OMS/OPS en el país.
“Actualmente hay dos estudios en curso”, indicó. El primero lo ejecuta la Oficina Subregional de ambas organizaciones para el Caribe, que se espera que permita entender mejor la percepción de la vacuna entre los profesionales de la salud de Haití.
El segundo estudio es una iniciativa del Gobierno y es realizado por la Universidad de Notre Dame de Haití con el apoyo de Unicef.
“Su objetivo es mejorar nuestra comprensión de la percepción de la vacuna entre la población en general”, dijo la institución.
COVID AÚN PRESENTE
Los haitianos viven el día a día como si la pandemia jamás hubiera llegado al país. Desde hace varios meses, no se respetan ninguna de las medidas de contención emitidas por las autoridades sanitarias.
Los puntos desinfección han desaparecido, tanto en la Administración como en el sector privado, la gente ya no lleva tapabocas y el distanciamiento social está totalmente olvidado.
Según las últimas cifras difundidas por las autoridades del Ministerio de Salud Pública, hasta el pasado 22 de abril Haití registra 13 mil 056 casos confirmados, mil 885 hospitalizados, 254 fallecimientos y 12 mil 145 personas que han recibido atención médica.
Sin embargo, desde hace meses, en las redes sociales, los haitianos han ridiculizado las cifras de las autoridades en torno a la prevalencia de la pandemia en el país.