Un estudio realizado por distintas organizaciones no gubernamentales, como la Alianza Mexicana contra el Fracking y Fundar, así como representantes de pueblos nativos alerta que el territorio de los pueblos totonaco, nahua, otomí y tepehua de 35 municipios de la Sierra se encuentra amenazado por la explotación de hidrocarburos y la fracturación hidráulica.
Ciudad de México, 3 de mayo (SinEmbargo).- Al menos 35 municipios de la Sierra Norte de Puebla se encuentran en riesgo por la perforación de al menos 233 pozos mediante la técnica de fracking para la extracción de gas, según la investigación “La fracturación hidráulica en la Sierra Norte de Puebla: una amenaza real para las comunidades”.
A través de la investigación, distintas organizaciones de la sociedad civil y de pueblos nativos de la región denuncian que el Gobierno planea intensificar esta actividad en los próximos cinco años a través de asignaciones a Petróleos Mexicanos (Pemex) y contratos a empresas privadas derivados de la Reforma Energética.
Estas acciones ponen el riesgo a los pueblos totonaco, nahua, otomí y tepehua.
El documento alerta que la región está en la provincia petrolera Tampico-Misantla, la segunda del país en prioridad para explotar hidrocarburos en yacimientos de lutitas (no convencionales) a través de fracturación hidráulica.
“Pemex calcula que esta provincia cuenta con la mayor cantidad de recursos prospectivos de petróleo y gas húmedo en este tipo de yacimientos, con 57.8 por ciento del total nacional. Por lo que el Estado planea intensificar la actividad exploratoria en los próximos años para determinar las reservas realmente existentes, lo que ya implica el uso de la fracturación hidráulica y, consecuentemente, la generación de impactos negativos y daños irreparables a las poblaciones indígena y campesina de la región”, detalla el documento.
De acuerdo con el análisis, en 2013 existían ya al menos 233 pozos en los que ya se utilizaba la técnica en los municipios de Francisco Z Mena, Venustiano Carranza y Pantepec, con 121, 98 y 14 pozos respectivamente. Dichos datos se obtuvieron a través de solicitudes de transparencia, ante la falta de información por parte del Gobierno a las comunidades afectadas.
“Esto es reflejo de una de las problemáticas asociadas al desarrollo de esta actividad, la cual se encuentra rodeada de un velo de opacidad y carece de mecanismos de participación efectivos. Esto conlleva la vulneración de los derechos de acceso a la información, participación, autodeterminación de los pueblos, consulta y consentimiento libre, previo e informado, entre otros”, señala.
Con base en datos del documento de la Secretaría de Energía “Resultado de la Ronda 0”, que ya no se encuentra disponible, la Sierra Norte se sitúa en dos de las áreas entregadas a Pemex para exploración de hidrocarburos no convencionales, es decir, aquellos que requieren ser fracturados hidráulicamente. La entrega de dichas áreas y la decisión sobre utilizar esta técnica no ha sido informada de manera previa a la población de la zona, “en detrimento de los derechos señalados anteriormente. Dentro de las mismas se encuentra, además de los ya mencionados, el municipio de Jalpan”.
MÁS AMENAZAS
El Plan Quinquenal de licitaciones para la exploración y extracción de hidrocarburos publicado en junio de 2015 y actualizado en octubre de ese mismo año, también contempla la entrega de contratos para exploración de gas y petróleo no convencional en la Sierra Norte. De esta manera, 13 municipios tienen territorio comprometido como parte de las Rondas 2 y 3 del Plan, que se implementarán dentro de los próximos cinco años. Además, una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentada por Pemex en 2014 para la explotación de hidrocarburos, incluyendo el uso de la fracturación hidráulica, mostraba que 35 municipios con potencial. Aunque esta MIA fue retirada y el proyecto no fue llevado a cabo, indica que una gran parte de la Sierra se verá afectada por el desarrollo de esta actividad.
“Es importante señalar que la población de estos municipios, así como las autoridades locales, han declarado que no cuentan con información sobre el tipo de técnicas utilizadas en la explotación de los hidrocarburos. Esto supone un importante vacío y la vulneración del derecho de acceso a la información y a la participación en lo referente a la política energética, social y ambiental”, expone el estudio.
“Se puede afirmar que la fracturación hidráulica ya es una realidad en la Sierra Norte, afectando numerosos municipios en los que existen territorios de poblaciones campesinas e indígenas, de los pueblos nahua, totonaco, otomí y tepehua”, destaca
La fracturación hidráulica es una técnica que conlleva el uso y contaminación intensiva del agua, que en esta región requiere por pozo 16 veces más agua que la ya impactante explotación de hidrocarburos tradicional. Esta agua es mezclada con más de 750 productos químicos altamente tóxicos y causantes de enfermedades como cáncer y daños en el sistema endocrino y el sistema nervioso. Las fugas de este líquido hacia acuíferos son inevitables, por lo que el ambiente y la población quedarán expuestos a los mismos.
De acuerdo con el estudio, al menos cinco cuencas hidrográficas de la Sierra se verán afectadas, con impactos también en otras regiones. Debido a la extensión territorial que conlleva esta actividad, es incompatible con la agricultura, la ganadería y los modos de vida y supervivencia de los pueblos totonaco, nahua, otomí y tepehua y las comunidades campesinas de la Sierra.
Otros estudios han culpado al fracking de provocar no sólo contaminación sino también un aumento en los sismos en distintas regiones del país donde ya se realiza la práctica.
TAMBIÉN EN VERACRUZ
En julio pasado, el portal estadounidense especializado en energía Oil Price dio a conocer un reportaje firmado por Michael McDonald, doctor en finanzas, quien alertó sobre la perforación ya hecha en varios pozos de México.
De acuerdo con la información dada a conocer, los estados que más pozos tienen son Veracruz con 349 y Puebla con 233, mientras que le siguen Nuevo León con 182 y luego el resto, informó.
Sin embargo, organizaciones reunidas en Alianza Contra el Fracking, alertaron desde 2014 que el fracking ya era un hecho irrevocable en México y que poco a poco se iría expandiendo.
“No sabemos exactamente desde cuándo se está practicando [el fracking], realmente ha habido bastante hermetismo en el uso de esta técnica. Nosotros nos enteramos en mayo de este año que ya se estaba llevando a cabo en el municipio de Papantla”, contó Alejandra Jiménez, integrante de la Red Unidos por los Derechos Humanos, organización que forma parte de la Alianza Mexicana contra el fracking.
La activista comentó que datos del portal Cartocríctica detallan que en el país hay cerca de mil pozos donde se practica fracking, pero sólo se han podido identificar 924, mientras que en Veracruz hay 349, de los cuales, 172 han sido ubicados en Papantla “pero eso no quiere decir que sean los únicos”, dijo
“Es muy claro que el gobierno está del lado de las grandes empresas y no le está importado los daños al medio ambiente y a la salud que puedan tener estas técnicas a cambio de cantidades de dinero que no tienen comparación con los daños que van a causar como es el caso del fracking”, opinó.
Pese a que el Gobierno federal no ha establecido reglas claras sobre cómo se llevará acabo la exploración para la extracción de energéticos, ni ha dicho cuántos “hoyos” planea instalar para practicar el fracking, los daños de los que ya están en Veracruz, empiezan a generar efectos nocivos para los habitantes.
“Las afectaciones de forma inmediata todavía no las conocemos […] lo que sí podemos ver es que en varias comunidades hubo desviación de los veneros (mantos fréaticos) y que varios pozos se estaban secando por las detonaciones que hubo a la entrada de varias compañías que estuvieron trabajando en las comunidades desde hace cinco años”, comentó .
En ese sentido, Alejandra reconoció que los impactos a la salud difícilmente los han podido relacionar directamente al fracking, “lo que sí hemos notado es que en varias comunidades hay un incremento de casos de cáncer y de enfermedades de las vías respiratorias como alergias”, agregó