Los exvotos (o retablos) son pinturas que se ofrendan para agradecer o solicitar un milagro. Aunque pueden pintarse sobre tela o madera, su soporte más común es un pequeño rectángulo de hojalata.
Por Álvaro Vallarta
Cuidad de México, 3 de abril (SinEmbargo).- El número 53 de la revista Artes de México descubre exvotos y milagros. Gloria Fraser Giffords, maestra en Historia del Arte, abre esta exposición trazando sus coordenadas históricas y sociales. El antropólogo Jorge Durand analiza la religiosidad popular mediante varias obras de Hermenegildo Bustos. Mientras la antropóloga Patricia Arias, coautora de La enferma eterna, revisa los motivos del exvoto femenino.
Más adelante, Marion Oettinger, curador de arte latinoamericano en el Museo de Arte de San Antonio, recupera temas marítimos desde Galicia hasta Tabasco. A través de diez siglos, los milagros de orfebrería son rastreados por Martha Egan, especialista en antigüedades coloniales. Después, Arias y Durand interpretan cómo afectó la Revolución Mexicana a la tradición del exvoto. Finalmente, el sociólogo Douglas Massey, coautor de Milagros en la frontera, examina la devoción migrante.
Los exvotos (o retablos) son pinturas que se ofrendan para agradecer o solicitar un milagro. Aunque pueden pintarse sobre tela o madera, su soporte más común es un pequeño rectángulo de hojalata. Giffords describe que retratan a la persona suplicante en su momento de mayor desamparo y algunas veces reproducen su alegría después de una intervención gloriosa. Generalmente, la divinidad que remedió tal angustia aparece en una esquina superior, ataviada con nubes o resplandores.
Además, esta edición de la revista exhibe ofrendas con relatos extraordinarios. El año de 1825, don Silberio salvó su vida gracias al Señor del Sacromonte que apaciguó las llamas; el niño Clemente fue rescatado en altamar por Nuestra Señora de la Soledad; Dolores Brenes abandonó la prostitución por intercesión de la santísima Virgen de Talpa. Aquí crepitan ascuas literarias.
En este ejemplar todas las pinturas guardan semejanzas con el género de la novela. Las pinturas votivas son espejo de relatos, puerta de las fechas, vaso de los nombres, casa del adverbio, consuelo de los verbos, causa del agradecimiento, refugio de los migrantes, auxilio de las madres, salud de los enfermos, torre de las erratas y reino femenino del silencio.
Artes de México se distingue por comprender los bordados sociales detrás de cada imagen. En “El arte de la devoción”, Gloria Fraser Giffords nos enseña a leer el exvoto como vínculo y documento social que infringe controles eclesiásticos. Ese valor documental salta a la vista ante las páginas de Hermenegildo Bustos.
Jorge Durand resalta la importancia que tenían las narraciones personales para el polifacético genio guanajuatense: “Sus retablos están repletos con media centuria de información etnográfica sobre los pesares y las alegrías de la gente”.
El número 53 de Artes de México recupera ocho exvotos pintados por Bustos. Balanceados y minimalistas, estos cuadros retratan encuentros cara a cara con la Virgen de San Juan. Parece que el pintor originario de Purísima del Rincón no distingue entre la divinidad celestial y el divino rostro humano.
Los exvotos se cuelgan en iglesias y capillas, pertenecen a una devoción pública. Sin embargo, expresan preocupaciones tan íntimas como “tumores en el ovario” o “problemas familiares”. En siglos donde el espacio público (ámbito de la participación política) estaba dominado por hombres, los exvotos constituyeron un espacio público alternativo para las mujeres.
Incluso, los retablos fueron espacios de denuncia. “Los exvotos de violencia doméstica, de intentos más que evidentes de asesinato por parte de los cónyuges […]. Incluyen datos precisos de la agresión y sus protagonistas”, explica la antropóloga social Patricia Arias en su ensayo Palabras, imágenes y silencios: el exvoto femenino.
Por último, una pregunta urgente que responde Artes de México en su número 53 es la siguiente: ¿por qué las mujeres dejaron de elaborar exvotos sobre la violencia?
Exvotos es una edición para comprender las tragedias y salvaciones individuales que conforman nuestra Historia. Porque somos una patria de relatos, Artes de México dedica estos retablos en prueba de su eterna gratitud.
