Siete agresiones armadas se perpetraron recientemente en llanteras y restaurantes, y espacios de servicio público en la ruta Tijuana-Tecate; ningún responsable fue detenido. En el mismo período, los criminales ejecutaron dos ataques contra policías municipales: balearon a un agente de Tecate, al que investigaciones vinculan con el Cártel Jalisco Nueva Generación, cuya lucha contra el Cártel de Sinaloa ha dejado 11 muertos en los últimos 10 días.
Tijuana, Baja California, 03 de abril (Zeta).– Seis de 32 estados concentran la incidencia de homicidios y de narcomenudeo en México, en este ranking, Baja California ocupa el segundo lugar, solo por debajo de Guanajuato, informó durante la mañanera presidencial del 22 de marzo, Rosa Icela Rodríguez, Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana.
Tijuana sigue siendo la ciudad más peligrosa del país, y, de acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal de México, también del mundo.
Los nada honrosos primero lugares se ostentan a pesar que los homicidios entre 2019 y 2020 tuvieron una reducción mínima del 0.72 por ciento en Baja California, conforme al último informe presentado por el Observatorio Nacional Ciudadano, quienes reportaron que el promedio fue de 7.2 muertes violentas al día el año pasado. Situación menos halagüeña en el año en curso, ya que en los primeros 81 días ha promediado 8.9 muertes violentas cada 24 horas.
Durante la semana que concluye, la violencia se ha caracterizado por el despliegue de impunidad de los criminales que, además de asesinar en los puntos de venta de droga y picaderos, decidieron llevara su pleito por drogas a espacios públicos donde la violencia homicida pone en riesgo a víctimas colaterales.
Balearon y mataron en llanteras -en Tijuana y Tecate-, en un taller mecánico, en dos restaurantes de mariscos y en un camión de transporte público que desfachatadamente abandonaron en un estacionamiento cercano a la delegación de Policía Municipal “Margarito Saldaña”, todo esto en Tijuana. En total, siete ataques y once víctimas en menos de 10 días.
Según el análisis de expedientes de la Fiscalía General del Estado (FGE), el 76 por ciento de los homicidios que se cometen en la región son por temas relacionados a narcomenudeo y delincuencia organizada. Con base a esta estadística y en los antecedentes de algunas víctimas, la Fiscalía relaciona los recientes ataques a la pugna entre cárteles.
Como personajes principales de los hechos más violentos, del lado de Sinaloa, sitúan a Antonio Rubio alias “El Max” y su oponente, Daniel Isaac Ortiz Covarrubias, “El Moreno”. Pero las autoridades no tienen claro con quien está asociado criminalmente Ortiz. Existen reportes extraoficiales no confirmados en una carpeta de investigación, de que fue expulsado Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) dirigido por el expolicía Alfonso Trapero; tampoco han corroborado ministerialmente su supuesta nueva militancia con “Los Chapitos”.
Las autoridades también analizan la posible participación en esta pugna de Manuel Rodríguez García, “El Profe”, líder de pepenadores en la Zona Este de Tijuana, quien ha sobrevivido a tres ataques armados presuntamente perpetrados por sicarios y señalado en repetidas ocasiones por las autoridades, aunque sin orden de aprehensión ni ha sido detenido.
BALACERAS EN LLANTERAS
El 20 de marzo, pasadas las 15:00 horas, las autoridades informaron que la llantera Rodavi, localizada en Bulevar Defensores de la colonia Chávez en Tecate, estaba en llamas. En la propiedad encontraron muertos a los de nombre Gerardo Mendoza y Marcos Eugenio Rodríguez Medina, identificado este como encargado del negocio.
Los cuerpos fueron salvados del fuego por el hermano de la víctima y un amigo, en tanto los homicidas huyeron en una minivan Ford Windstar color rojo. Quemaron el sistema de vigilancia, por lo cual los peritos no encontraron indicios balísticos en el lugar.
No era la primera vez que este inmueble se atacó a balazos. El 15 de mayo de 2020, Marco Rodríguez Ávila, hijo del “encargado”, fue herido con arma de fuego en un hombro.
Esta agresión formó parte de una serie de operativos criminales perpetrados entre el 13 y 17 de mayo en Tecate, que incluyeron homicidios, lesiones y privaciones de la libertad. Las balaceras se registraron en la calle Vicente Suárez de la colonia XIII Ayuntamiento, el fraccionamiento Hacienda y en las colonias Piedra Angular y Santa Anita.
En esos cuatro días, la llantera Sadam fue baleada en dos ocasiones, y el 17 de mayo privaron de la libertad al dueño, Manuel Salgado “Sadam”.
“Hay antecedentes de que los atacados tienen relación con gente de la mafia local y se trata de una purga interna, los están baleando y secuestrando su propia gente”, dijo en aquel momento un investigador, refiriéndose a la célula del CJNG encabezada por “El Moreno”.
Poco antes de las 17:00 horas del 21 de marzo de 2021, personas en el interior de la llantera Gigante, localizada en Avenida Paseo del Campo, Fraccionamiento Villa del Campo, fueron atacados a tiros con pistolas calibre .9 y .40 milímetros. También trataron de quemarla con los autos en el local, con bombas molotov.
Quien se identificó como “encargado”, Jesús Daniel López Sainz, no fue herido, pero su hijo Daniel perdió la vida al igual que Leiber Santos Urbina y Jesús Abelardo Aguirre Armenta. Dos de ellos eran empleados de la llantera. Mientras que Alejandro Hernández Vázquez fue hospitalizado en condición de gravedad, debido a las heridas.
Un testigo del ataque que no pudo señalar a los perpetradores –la autoridad supone fueron tres o cuatro– mencionó como sospechoso a un hombre “de tez blanca, chaparro, con una camiseta con franjas amarillas, a bordo de un carro color rojo, pidiendo si podía entrar al baño”.
Zeta conversó con algunos vecinos en las inmediaciones de la llantera Gigante: “Tardaron mucho en llegar los policías, primero se escucharon los balazos y pues nadie sabía en donde eran los disparos, después de un ratote se supo que había sido en la llantera que está pegada a la carretera”.
Otro vecino comentó:
“Cuando fuimos todavía no llegaban, ahí estaban las personas, creo que uno pudo sobrevivir, ya hasta después llegaron patrullas y ambulancias y todo eso”.
Un residente de Villa del Campo compartió: “Pues solo los veía cuando salíamos de la casa, creo que había niños, se me hizo ver unos, pero nunca escuché que algo raro estuviera pasando allí, por eso se me hizo raro cuando supe lo que pasó en la llantera”.
Estela, otra vecina de la zona, complementó:
“Aquí siempre hay algo, no hace mucho mataron a unos muchachos y dicen que los asesinos andan por ahí sueltos, pero la verdad no me esperaba que mataran así a tantas personas en la llantera, por donde pasa mucha gente”.
El martes 23 de marzo, otro hombre identificado como “Eduardo”, fue asesinado a balazos en el interior de un taller eléctrico en el Bulevar Casa Blanca de la colonia El Pípila, Distrito La Presa. Dos hombres los atacaron; uno de ellos vestía chamarra azul y pantalón negro.
“Estos locales están siendo relacionados con actividades delictivas”, expusieron las autoridades municipales, en tanto un investigador confió:
“La hipótesis es que las dos llanteras atacadas esta semana pertenecen a personas que operan para diferentes grupos delictivos, y el segundo ataque es la repuesta al primero”.
HOMICIDIOS Y RESTAURANTES
A Armando Gaxiola Peñuelas, de 51 años, lo mataron la tarde del viernes 19 de marzo pasadas las 18:00 horas. Fue policía municipal y formó parte de la escolta del dueño del Hipódromo Agua Caliente, Jorge Hank Rhon, cuando esta era encabezada por el prófugo Jorge Vera.
Entre 2011 y 2012, otro de los exescoltas, Carlos Fernando Vázquez Figueroa, se separó del grupo y se convirtió en testigo protegido bajo el seudónimo “Carolina”.
En fechas recientes, de acuerdo con lo dicho por la pareja de Gaxiola, el hombre estaba contratado como empleado de seguridad del complejo habitacional New City, donde tienen departamento para alojarse algunos integrantes de la delincuencia organizada como Pablo Edwin Huerta Nuño y José Roque García –con residencia oficial en Los Ángeles, California–, quienes ya han sido amenazados a través de narcomensajes lanzados sobre las paredes del complejo.
El día del asesinato, “un sujeto de estatura media, quien vestía gorra y cubre bocas color negro, cubierto con una chamarra oscura”, ingresó a los mariscos El Viejón, localizados en Calle 6 de Enero del Ejido Francisco Villa, se acercó a Gaxiola y le disparó en cara y cabeza. Hasta el jueves 25 de marzo, la FGE no tiene pistas.
Antes, pasadas las 22:00 horas del 10 de marzo, Roderico Pérez López, cocinero del restaurante El Negro Durazo, fue asesinado al salir del trabajo sobre Avenida Alejandro Von Humboldt, esquina con carretera Aeropuerto, Colonia Garita de Otay, Delegación Centenario.
Lo mataron en el interior del auto en el que uno de sus compañeros lo trasladaría a su casa.
Le dispararon en cabeza y pecho. Dos hombres que descendieron de una camioneta Cherokee blanca, huyeron en dirección a la Carretera Aeropuerto tras perpet4rar el ataque.
El 14 de marzo, Jorge Armando Carrera Murrieta, también empleado de El Negro Durazo en Otay, fue asesinado a balazos mientras circulaba en un auto por Avenida Juan Ojeda Robles, también después de las 22:00 horas. Los investigadores analizan la relación entre ambas muertes.
Y como otro crimen en espacio público, está la muerte y desmembramiento de David Ramírez, chofer de la unidad 290-TP-SET-290 de la empresa Settepi, camión que fue abandonado en el estacionamiento de terracería de la delegación de Policía “Margarito Saldaña” en La Mesa, el 19 de marzo.
Los restos fueron dejados en el interior de una maleta roja y una bolsa negra. La autoridad está dando seguimiento electrónico a la ruta del camión para localizar a los victimarios del conductor.
ATACAN A LA AUTORIDAD
La violencia de la última semana, también registró como hechos destacados el homicidio de un agente en Tijuana en cumplimiento de su deber, y el ataque a otro agente en Tecate, de quien presumen vínculos delictivos.
Alrededor de las 03:00 horas del 19 de marzo, el agente Abel Medina Sánchez y su pareja circulaban en recorrido de vigilancia a bordo de la patrulla P-2799, sobre la calle Jacinto de la colonia Morita, le marcaron el alto a la vagoneta Ford Explorer con placas de circulación 4HZG532, sin reporte de robo, porque iba a exceso de velocidad.
Pero los tripulantes huyeron y la persecución concluyó cuando la Explorer se detuvo en la calle Saucillo de la colonia Florido Cuarta Sección; los delincuentes bajaron del lado del copiloto y el piloto, este último estaba armado, los policías dentro de la patrulla intentaron desenfundar pero el criminal les ganó. Una bala impactó en la cara y cabeza del agente Medina, quien murió posteriormente en las instalaciones de la Cruz Roja.
El tiempo que tardó en llegar el apoyo fue suficiente para que los dos criminales “con ropas oscuras” huyeran a pie y dejaran en el auto seis teléfonos celulares, una espada de un solo filo, una pistola de postas, doce municiones y recibos a nombre de Iván González, Francisco Gómez y Jorge Castro.
Antes, a las 19:18 horas del 22 de marzo -un día después del ataque a la llantera de Tijuana-, registraron otro reporte en Tecate, de nuevo sobre el Bulevar Defensores de la colonia Chávez. Se escucharon balazos, “a la altura de la llantera Rodríguez”, e informan que los delincuentes iban a bordo de una camioneta Tahoe negra y huyeron rumbo a la autopista a Tijuana.
Minutos después reportaron dos lesionados en un auto en la carretera, en las inmediaciones de Villas Del Campo. Los tripulantes se salieron del camino y escaparon a pie, pero no hay más información al respecto.
Más tarde, el informe oficial fue que en el fraccionamiento Palmillas localizaron abandonados dos autos involucrados en la balacera: una Suburban azul y una Tahoe color negro.
En la escena estaba Enrique Álvarez Castillo, quien aseguró que al llegar a su casa se dio cuenta de dos autos sospechosos, desde los cuales le dispararon, pero no lo hirieron.
Este agente es uno de los investigados por el Estado, por posible relación con Ismael Gómez Sierra “El Chiquilín”, detenido el 6 de julio de 2020 e identificado como lugarteniente de Daniel Isaac Ortiz Covarrubias “El Moreno”.