“Somos una nación de consumidores de cerveza, muy buenos y creo que la medida nos va a afectar bastante porque ahora mismo es época de calor (primavera) y lo que necesitamos es hidratarnos”, dijo Félix Méndez, propietario de un depósito de cerveza cerca de la alcaldía Miguel Hidalgo, en Ciudad de México.
Por Juan Manuel Ramírez G.
México, 3 de abril (EFE).- La paralización de la producción y comercialización de cervezas, como parte de la emergencia sanitaria generada por el COVID-19, ha puesto nerviosos a los mexicanos que aman esta bebida, al tiempo que se promete acatar la medida.
En menos de 12 horas, dos de las compañías cerveceras más importantes en México, el Grupo Modelo y la firma holandesa Heineken, anunciaron el cierre este domingo de sus plantas de producción en el país, lo que sorprendido a distribuidores, vendedores y consumidores.
“Es una mala noticia para los (consumidores) mexicanos”, dijo Félix Méndez, propietario de un depósito de cerveza cerca de la alcaldía Miguel Hidalgo, en Ciudad de México.
“Somos una nación de consumidores de cerveza, muy buenos y creo que la medida nos va a afectar bastante porque ahora mismo es época de calor (primavera) y lo que necesitamos es hidratarnos”, explicó.
Méndez dispone de un abasto de cervezas “no tan grande, más bien normal, para las próximas dos semanas”, pero desconoce qué puede ocurrir si el producto falta.
“Si a nosotros nos dicen paren labores, paramos porque primero es la salud”, dijo un resignado Félix, pero confiado en que al ser un producto altamente demandado no faltará en su tienda.
Para el mecánico Martín Martínez, la falta de cerveza no es un tema importante: “Lo principal es la comida, la bebida vendrá después, primero la salud porque si enfermamos ya no se puede (consumir)”.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el promedio de consumo anual de cerveza fue de 68 litros por persona en 2018, 9 litros mas que en 2015.
Más de 65 millones de mexicanos consumen cerveza, la mitad de la población.
A UNOS METROS DE LA FÁBRICA
En la calle Lago Alberto, en la colonia Granada, vecina de la exclusiva Polanco en Ciudad de México, se ubica una de las fabricas más grandes de cerveza del Grupo Modelo en el país.
Frente a la fábrica, en plena faena están tres repartidores que suben decenas de cajas de cerveza a un camión de la mundialmente conocida marca Corona, el producto estelar del Grupo Modelo.
Los trabajadores explican, sin dar sus nombres, que en el interior de la factoría “no se sabe nada” sobre la paralización de las actividades, por lo que siguen “con la actividad normal” en sus rutas de reparto y distribución.
Aunque han escuchado que la empresa detendrá la producción y comercialización de la “chela”, como llaman de manera popular los mexicanos a la cerveza.
Según datos de la organización Cerveceros de México, el sector cervecero en México genera unos 55 mil empleos directos y más de 600 mil indirectos en todo el país.
El Grupo Modelo señaló el jueves que el Gobierno mexicano reconoce a la agroindustria como una actividad esencial, “siendo la cerveza uno de los componentes más importantes de esta industria y el principal producto agroindustrial de exportación”.
Un informe del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) apuntó que entre los productos agroalimentarios más exportados en 2019 fueron la cerveza, con ventas por un valor de 4 mil 857 millones de dólares.
REDES LAMENTAN LA DECISIÓN
Bajo la etiqueta #MéxicoSinCerveza, miles de mexicanos han optado por enviar mensaje haciendo patente su desacuerdo, según recogen las redes sociales.
“España no ha cerrado las tiendas de tabaco, nosotros no debemos cerrar los depósitos de cervezas”, apuntó un mensaje en Twitter, mientras que otro anunciaba un intercambio “Cambio rollos de papel (higiénico) por cervezas”, recordando que al inicio de la emergencia se generó “compras de pánico” de los rollos de papel.
Quizás las cerveza no provoque “compras de pánico”, pero, sin duda, la cerveza es enormemente popular.
El pasado lunes, México decretó la emergencia sanitaria por la propagación del coronavirus, medida que obliga a frenar todas las actividades económicas excepto las consideradas esenciales hasta el 30 de abril.
El decreto considera esenciales la producción y distribución de “alimentos y bebidas no alcohólicas”, por tanto, en la práctica quedaría prohibida la producción de bebidas con alcohol.