En una semana el desempleo en Estados Unidos creció a 6.6 millones de personas, pero sólo en el mes de marzo más de 700 mil personas engrosaron las filas. Los economistas esperan que el informe del mercado laboral de abril, que se publicará a principios de mayo, mostrará cómo todos esos empleos se habrán perdido.
Por Christopher Rugaber
WASHINGTON, 3 de abril (AP).- Los empleadores en Estados Unidos recortaron 701 mil empleos, poniendo fin repentino en marzo a una racha récord de contrataciones de casi una década, debido a la epidemia viral que prácticamente cerró la economía del país. La tasa de desempleo aumentó a 4.4 por ciento desde un mínimo de 50 años de 3.5 por ciento.
La pérdida real de empleos del mes pasado probablemente fue aún mayor porque el Gobierno encuestó a los empleadores antes de los despidos más pesados en las últimas dos semanas. Casi 10 millones de estadounidenses solicitaron prestaciones del Gobierno por desempleo en las últimas dos semanas de marzo, superando con creces la cifra de cualquier período correspondiente registrado.
Los cierres inducidos por la pandemia han obligado a despidos generalizados en toda la economía, desde hoteles, restaurantes y cines hasta fábricas de automóviles, grandes almacenes y oficinas administrativas.
Una señal de cuán dolorosamente profundas serán las pérdidas de empleo: durante su racha de contratación de casi una década, la economía de Estados Unidos agregó 22.8 millones de empleos. Los economistas esperan que el informe del mercado laboral de abril, que se publicará a principios de mayo, mostrará cómo todos esos empleos se habrán perdido.
Apenas en febrero, los empleadores habían agregado 273 mil puestos de trabajo. Algunos economistas han pronosticado ahora que la tasa de desempleo podría llegar al 15 por ciento el mes próximo. Esa tasa sería la peor desde la década de 1930. Durante la Gran Recesión, el desempleo alcanzó el 10 por ciento.
Más del 90 por ciento de la población de Estados Unidos vive ahora bajo alguna versión de una orden de clausura, lo que ha obligado a cerrar bares, restaurantes, cines, fábricas, gimnasios y la mayoría de los demás negocios. Algunos hoteles están cerrados y otros están en gran parte vacíos. Las cadenas de comida rápida están cerradas o sólo brindan servicio de compra desde el vehículo, lo que cuesta miles de empleos.
Con una actividad comercial estrictamente restringida, los analistas esperan una recesión muy fuerte. Los economistas de Goldman Sachs han pronosticado que la economía se encogerá a una tasa anual del 34 por ciento en el trimestre de abril a junio, la peor caída en los registros que datan de la Segunda Guerra Mundial.
Goldman espera que la economía se recupere con un crecimiento del 19 por ciento en el tercer trimestre, pero incluso para fines del próximo año, la economía no se habrá recuperado completamente del daño, proyecta Goldman.