Agarra fuerte tus productos de limpieza: una nueva investigación presentada en ENDO 2019, la reunión anual de la Sociedad Endocrina, apunta a la relación entre las sustancias químicas disruptoras endocrinas del polvo doméstico y el desarrollo de grasa.
Ciudad de México, 03 de abril (TICbeat/SinEmbargo).– Tu casa polvorienta podría estar engordándote. No lo decimos nosotros, sino un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Duke y publicado en la revista Environmental Science & Technology. La investigación revela que exponerse a determinadas sustancias químicas de alteración endocrina presentes en el polvo doméstico puede alterar las hormonas metabólicas y hacer que las células del cuerpo almacenen más grasa.
Según la Organización Mundial de la Salud los EDC o disruptores endocrinos son sustancias exógenas o mezclas que alteran la función del sistema endocrino, provocando efectos adversos para la salud en un organismo intacto, o su progenie, o en (sub) poblaciones. Se trata de químicos que puedes hallar en diversos objetos de uso cotidiano, como productos electrónicos, cosméticos, recubrimientos ignífugos para muebles, aditivos alimentarios o envases.
Investigaciones anteriores han demostrado que la exposición frecuente a los EDC aumenta el riesgo de enfermedades de salud como el cáncer de mama en mujeres, el cáncer de próstata en hombres, la obesidad infantil, problemas de fertilidad, enfermedades hepáticas, problemas en el desarrollo o la hiperactividad en los niños. Numerosos plásticos, por ejemplo, contienen ftalatos, químicos que alteran el sistema endocrino.
Este nuevo estudio es el primero en analizar el papel que desempeñan los disruptores endocrinos en la producción de células grasas. Para estudiar los efectos y la prevalencia en el polvo doméstico, los investigadores estudiaron y recolectaron el polvo de 11 hogares de Carolina del Norte y extrajeron 44 contaminantes diferentes. Luego los probaron en células extraídas de ratones para determinar los posibles efectos sobre la acumulación de grasa en el cuerpo humano.
Los hallazgos revelaron que las sustancias químicas disruptoras endocrinas presentes en el polvo desencadenan una acumulación de grasa de triglicéridos en el cuerpo. Los triglicéridos son el tipo más común de grasa en el cuerpo humano, y tener niveles altos de ellos puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca o diabetes.
“Esto sugiere que la mezcla de estos químicos en el polvo doméstico promueve la acumulación de triglicéridos y células grasas”, apuntó la doctora Heather Stapleton, una de las investigadoras responsables del estudio.
De las 11 casas encuestadas, siete muestras de polvo de casas provocaron que las células aumentaran las reservas de grasa, mientras que en nueve casas, los químicos en el polvo llevaron a más células grasas precursoras. “Solo una de las 11 muestras de polvo apareció completamente inactiva”, afirmó la investigación, lo que significa que existe una gran posibilidad de que estos químicos existan en un ambiente interior.
Sin embargo, lo que más preocupa es que, según el estudio, cantidades muy bajas de polvo, tan bajas como 3 microgramos, causaron efectos mensurables. Ese número es considerablemente más bajo que los 27 microgramos de polvo por día que la Agencia de Protección Ambiental de EU. Informó en 2011 que el niño promedio entre las edades de 3 y 6 años debería ingerir.