El estudio en ratones demostró una mejor secreción de insulina con este método que con los islotes pancreáticos aislados de donantes de órganos.
Barcelona (España), 3 mar (EFE).- Científicos del Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona (noreste de España) y de la Universidad de Helsinki dieron un nuevo paso para lograr recuperar la producción de insulina en enfermos diabéticos al lograr por primera vez crear células beta pancreáticas funcionales a partir de células madre, que probaron con éxito en ratones.
La investigación, que publica hoy la revista Nature Biotechnology, demuestra por primera vez que las células madre pueden formar células que imitan de cerca la estructura y función de los islotes pancreáticos normales.
Los científicos trasplantaron estas células beta derivadas de células madre en ratones y demostraron que pueden controlar eficazmente el metabolismo de la glucosa, “incluso mejor que los islotes pancreáticos aislados de donantes de órganos”, aseguró el investigador del CRG Diego Balboa, que ha remarcado que tratar a los pacientes diabéticos con este tipo de células “ya no pertenece al ámbito de la ciencia ficción”.
Balboa recordó que la insulina es una hormona vital producida por las células beta del páncreas y que la diabetes tipo 1 está causada por la destrucción de estas células, lo que hace que los pacientes tengan que inyectarse insulina múltiples veces al día para controlar sus niveles de azúcar en sangre.
Functional, metabolic and transcriptional maturation of human pancreatic islets derived from stem cells https://t.co/hFbvXwWsY5 pic.twitter.com/TC4hq6kZ02
— Nature Biotechnology (@NatureBiotech) March 3, 2022
Las personas con diabetes pueden recuperar la capacidad de producir insulina mediante el trasplante de células beta aisladas del páncreas de donantes de órganos, pero este tratamiento es complejo y poco habitual, ya que se necesitan al menos dos donantes para tratar a una persona.
Durante mucho tiempo se intentó producir células beta funcionales a partir de células madre para usarlas en los trasplantes, pero hasta ahora no habían conseguido que regularan bien la secreción de insulina.
Ahora, un equipo de investigación encabezado por el profesor Timo Otonkoski en la Universidad de Helsinki, y por el investigador del CRG Diego Balboa, anteriormente estudiante de doctorado en el laboratorio del profesor Otonkoski, pudieron optimizar la funcionalidad de las células pancreáticas producidas a partir de células madre.
“Nuestro estudio muestra que la secreción de insulina se regula de manera adecuada en las células, y que las células responden a los cambios en el nivel de glucosa incluso mejor que los islotes pancreáticos aislados de donantes de órganos que se usaron como controles”, explicó en un comunicado Väinö Lithovius, miembro del grupo de investigación de la Universidad de Helsinki.
“Es un avance importante para transformar las células madre y convertirlas en piezas de repuesto para reemplazar las células beta del páncreas destruidas o estropeadas, que son las causantes de la diabetes”, resumió Balboa, que admite que “aunque queda trabajo por hacer, estos hallazgos nos acercan un paso más al tratamiento de personas con diabetes con células beta derivadas de células madre”.
De momento, los científicos demostraron la función de las células beta derivadas de células madre tanto en cultivos celulares como en estudios con ratones, en los que comprobaron que controlan de manera efectiva el metabolismo de la glucosa.
Según los investigadores, los niveles de glucosa en sangre son más altos en ratones que en humanos, aproximadamente entre ocho y 10 milimolares, y tras el trasplante de células el nivel disminuyó al que se había observado en humanos, aproximadamente de cuatro a cinco milimolares, y se mantuvo en este nivel, lo que demuestra que el trasplante derivado de células madre era capaz de regular a largo plazo los niveles de glucosa en sangre en ratones.
Balboa informó de que los islotes derivados de células madre también son útiles para estudiar los mecanismos de la patología que subyace en la diabetes, un trabajo que sigue desarrollando en el CRG.
“Podemos generar millones de estas células en el laboratorio y hacer preguntas sobre qué defectos en los genes y la maquinaria celular hacen que las células fallen, lo que nos ayuda a desentrañar las causas moleculares precisas de la diabetes y a identificar nuevas dianas terapéuticas. También usamos las células para explorar los efectos de nuevos medicamentos para tratar la diabetes”, detalló.