Las consecuencias de la desigualdad en la repartición de vacunas contra la COVID-19 han sido devastadoras en países pobres.
Madrid, 3 de marzo (Europa Press).- El número de muertes por la COVID-19 es, hasta el momento, cuatro veces mayor en los países de bajos ingresos que en los ricos, según ha denunciado este martes la organización no gubernamental Oxfam junto a la Alianza People’s Vaccine, justo cuando se cumplen dos años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara el inicio de la pandemia.
Oxfam ha indicado en un comunicado que en países europeos el impacto de la pandemia ha sido devastador. Sin embargo, los países más pobres del mundo han sido los más afectados, con mujeres, niños y niñas sufriendo sus efectos de manera desproporcionada.
La falta de pruebas diagnósticas y de informes implica que un número elevado de muertes por COVID-19 no han sido notificadas, especialmente en los países más pobres, ha resaltado la organización en el informe.
Así, ha destacado que 19.6 millones de personas han muerto a causa de la COVID-19, más de tres veces el número oficial de decesos, según un modelo utilizado por la ONG para medir el exceso de mortalidad por la pandemia.
But who loses out from the pandemic?
THE STATS:
👉Every minute, 4 children around the world have lost a parent or caregiver to COVID.
👉 Women 1.4 times more likely to drop out of the labour force than men
👉 160 million people have been pushed into poverty— The People's Vaccine (@peoplesvaccine) March 3, 2022
En este sentido, Oxfam Intermón estima que, por cada muerte en un país de ingresos altos, otras cuatro personas han muerto en un país de ingresos bajos o medios-bajos. Las muertes en los países de ingresos bajos y medios-bajos son un 31 por ciento más altas que las de los países de ingresos altos.
“Oxfam Intermón estima que se han producido tres millones de muertes por la COVID-19 en los tres meses siguientes a la aparición de la variante Ómicron. Esta cifra desactiva la idea de que la pandemia está llegando a su fin por ser Ómicron más leve, ya que esta variante, que es más contagiosa, hace estragos en las poblaciones no vacunadas”, ha sostenido.
Oxfam ha estimado que más de la mitad de la humanidad se habrá infectado de coronavirus a finales de marzo de 2022. Aunque la mayoría de los casos serán leves, la gran cantidad de casos hará que el número de muertes siga siendo alto.
“Cada minuto, cuatro niños o niñas pierden a un padre, madre o cuidador a causa de la COVID-19. Solo en India, más de dos millones de niños y niñas se han quedado sin progenitores y el porcentaje de mujeres que han perdido sus trabajos a causa de la pandemia supera en 1.4 veces al de los hombres”, ha denunciado.
Oxfam ha incidido en que el 99 por ciento de la humanidad está peor debido a la pandemia. Cerca de 160 millones de personas han sido abocadas a la pobreza y 137 millones han perdido sus trabajos.
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“As billions of people are still unable to access vaccines, some have the audacity to claim the pandemic is over. That is an utter fallacy. Third & fourth doses in rich countries alone cannot erase the ever-rising death toll in lower-income countries."– Maaza Seyoum, PVA
— The People's Vaccine (@peoplesvaccine) March 3, 2022
NO TODOS PIERDEN TRAS LA PANDEMIA
“No todos han salido perdiendo debido a la pandemia: cada 26 horas hay un nuevo multimillonario. De entre los nuevos multimillonarios, 40 deben su fortuna a la COVID-19, ya que han obtenido beneficios de miles de millones gracias a las vacunas, tratamientos, pruebas y equipos de protección individual (EPI)”, ha apuntado.
Por ello, ha destacado que durante la pandemia, los 10 hombres más ricos del mundo han duplicado sus fortunas, que han aumentado a un ritmo de mil 300 millones de dólares estadounidenses por día, o 15 mil dólares por segundo.
“Después de dos años, todos queremos que la pandemia termine, pero la clase política de los países ricos se están aprovechando del cansancio general para ignorar el impacto devastador de la COVID-19, que continúa a día de hoy”, ha alertado el responsable de Cooperación Internacional de Oxfam Intermón, Ignacio Martínez.
“Los países ricos malograron el despliegue mundial de vacunas debido a su nacionalismo, codicia y propio interés. La sugerencia de que estamos entrando en una “era post-COVID” ignora la persistencia de las muertes, principalmente en países de bajos ingresos, que podrían evitarse con las vacunas”, ha agregado.