En el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), de la Ciudad de México, se exhibe la exposición “Kindergarten” del alemán Gregor Schneider. El artista se cuenta entre los pioneros del arte de los espacios construidos, uno desarrollado a partir de esculturas arquitectónicas constructivistas e instalaciones. SinEmbargo TV realizó un recorrido por la muestra, de la mano de la curadora de esta expo: Virginia Roy.
Ciudad de México, 3 de marzo (SinEmbargo).– Con motivo del Año Dual Alemania- México, la exposición Kindergarten del artista alemán Gregor Schneider se exhibe en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, en la Ciudad de México.
“En esta muestra aborda dos grandes proyectos del autor: uno es una producción nueva que hemos realizado para México que se llama Playground, que aborda la disfuncionalidad de los parques de juegos propiamente se basa en su experiencia en Alemania, realiza un par de juegos que no son funcionales, la lógica no es clara y crea una confusión de cómo debemos actuar y operar en este espacio, y el otro es parte de sus habitaciones de Haus u r, que es un proyecto que viene haciendo desde 1985″ , comenta la curadora de la exposición, Virginia Roy.
Schneider se cuenta entre los pioneros del arte de los espacios construidos, un arte desarrollado a partir de esculturas arquitectónicas constructivistas e instalaciones. Sus espacios construidos y sus proyectos han causado escándalo y provocado intensas discusiones. Por ejemplo, su “Haus u r” (Casa u r), el proyecto “Cube” (Cubo) o el “Sterberaum” (Espacio para morir).
El eje temático de su trabajo, que se manifiesta de manera impresionante en los cuartos de su casa, la “Haus u r” en Mönchengladbach-Rheydt, son habitaciones construidas en forma tridimensional que se conforman de paredes, techos y pisos.
Las reproducciones de los cuartos existentes, en los que trabaja desde hace más de 30 años, abarcan todos los espacios de la casa: pasillos, recámaras, cuarto para invitados, cuarto de trebejos, cocina, etcétera. Sin embargo, los nuevos cuartos que Gregor Schneider crea nunca son tan inofensivos como parecen a primera vista.
Son habitaciones duplicadas, que para los visitantes no resultan visibles de inmediato como un cuarto dentro de otro cuarto. Por su forma, función y apariencia no se pueden distinguir de las habitaciones que existían de antemano, funcionan perfectamente y son habitables. Y justamente aquí se encuentra una gran particularidad del trabajo de Gregor Schneider: nos hace que cuestionemos lo que se percibe a primera vista.
Motores escondidos le dan la vuelta al espacio de manera casi imperceptible o mueven los techos muy lentamente, modificando así la percepción que se tiene de las proporciones, las dimensiones y la hora del día.
Hay algunos cuartos a los que no se puede acceder, escondidos e invisibles detrás de paredes, encerrados por concreto, plomo, materiales aislantes y aislamientos acústicos, de modo que surgen perturbadores espacios huecos e intersticios. Así, una ventana puede abrirse a otra ventana, que a su vez se abre hacia una pared. Esto, la disposición de los muebles y enseres domésticos, los olores, los intrincados pasillos que recorren la casa: todo puede producir en el visitante el efecto de un viaje como de pesadilla a través de experiencias y miedos reprimidos en el inconsciente.
La exposición estará en el MUAC hasta el 23 de julio de este año.