En septiembre del 2015, 193 países miembros de las Naciones Unidas acordaron 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS), para cumplirse en el 2030. Los cuáles son:

El precedente a dichos ODS son los objetivos de desarrollo del milenio, que fueron ampliamente criticados por los alcances que se pretendían, enfocados a los países pobres.

Ahora los ODS, tomando en cuenta esta situación, se presentan como un  proceso universal, un compromiso global, pero con obligaciones diferenciadas. Los ODS no son una agenda para los países pobres o los más pobres, sino para todo el mundo. La mirada va más allá de la reducción de la pobreza extrema y los peores rezagos sociales. Se plantea un enfoque de derechos humanos.

Dicho por autoridades de la CEPAL, busca caminar hacia una agenda de tres vectores: aspiracional, inspiracional y transformadora. A partir de tres nuevos ejes articuladores:

• Superar las desigualdades
• Garantizar la sustentabilidad
• Asumir el desarrollo económico inclusivo como elemento estratégico

Planteando un nuevo estilo de desarrollo que privilegia dos categorías: la igualdad y la sostenibilidad. Sin embargo el contexto para su implementación, es ahora más adverso y complejo que en otros momentos de la historia, particularmente por el crecimiento débil y ajustes severos que hay en practicamente todos los paises. Sumado a una fuerte presión de los mercados, frente a la dinámica misma de las políticas de gobierno, entre otros

La lectura de los 17 ODS nos lleva a pensar que son objetivos ambiciosos y ahí el riesgo de no poder implementarlos, por ser para la realidad de algunos países inalcanzables. El desafío estratégico de fondo es construir una combinación virtuosa de bienes públicos globales y políticas nacionales, que pasen por un proceso de nueva gobernanza.

En lo operativo se trata de proveer los medios de implementación y los mecanismos de financiamiento adecuados. Cada país deberá seleccionar cuáles son los ODS más estratégicos y generar los indicadores adecuados (que implica generar información pública que en muchos casos no está disponible) , así como etiquetar el presupuesto suficiente para operarlos.

Por su parte, también tendrá que haber una visibilización de lo que la iniciativa privada está colocando en las negociaciones de los ODS y en dado caso cómo los gobiernos están garantizando privar el bien público sobre el bien privado.

En la agenda 2030, las organizaciones de la sociedad civil también tenemos un papel muy relevante en participar en la construcción de los indicadores, en el monitoreo y seguimiento de la implementación de los ODS. En coordinarnos para posicionar posturas de manera global, pero también a nivel de lo que pasa en nuestro país y región. A finales de marzo deberán estar los indicadores que permitan tener un paraguas de por donde construir desde cada país el proceso de implementación.

En particular sobre el tema migratorio y de asilo, la agenda 2030 reconoce en su resolución, la contribución de la migración internacional al crecimiento y desarrollo de los países de origen, tránsito y destino y lo visualiza como una realidad pluridimensional que requiere respuestas y acciones coherentes e integrales de todos los actores involucrados. Señala que trabajara en el plano internacional para garantizar la seguridad, el orden y la regularidad de las migraciones, respetando plenamente los derechos humanos y dispensando un trato humano a las personas migrantes, sea cual sea su estatus migratorio, y a las personas refugiadas y desplazadas.

Buscará el fortalecimiento de la resiliencia de las comunidades que acogen a las personas refugiadas, particularmente en los países en desarrollo. Subrayando que las personas migrantes tienen derecho a regresar a su país de nacionalidad y que los Estados deben velar por que se reciba adecuadamente a los nacionales que regresen a su país.

Sin duda la agenda 2030 da un margen amplio para trabajar desde las organizaciones de la sociedad civil, propuestas e indicadores estrategicos que permitan avanzar en el acceso a los derechos humanos de las poblaciones migrantes, solicitantes de asilo, refugiadas y desplazadas en México y la región.

Nancy Pérez / Sin Fronteras

https://www.sinembargo.mx/author/nancysinfronteras

Licenciada en Relaciones Internacionales por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Cuenta con maestría en Cooperación Internacional para el Desarrollo por el Instituto Dr. José María Luís Mora. Su área de especialidad es migración internacional. Actualmente cursa el doctorado en Economía Internacional en la UNAM. Desde 2011 es directora general de Sin Fronteras I.A.P. Es Consejera Honoraria de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, miembro del Consejo de Gobierno de Incide Social A.C. y desde 2012 es parte del Consejo Consultivo de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.

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