Caída de “El Chapo” da raja política al gobierno, pero no sirve si no se ataca su estructura económica: Buscaglia

03/03/2014 - 12:04 am
Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo
Los vacíos de poder en México seguirán si no se desarticulan de fondo a los cárteles de la droga y se desarman a las autodefensas, dice Buscaglia. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo

Ciudad de México, 3 de marzo (SinEmbargo).– El especialista en temas de seguridad Edgardo Buscaglia reconoció que la detención de Joaquín “El Chapo” Guzmán es importante y da beneficios políticos a la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, pero quedará sin consecuencias si no se abren “decenas y decenas” de líneas de investigación sobre los recursos patrimoniales del Cártel de Sinaloa.

Advirtió que no será fácil hacer este tipo de investigaciones porque en materia de combate al lavado de dinero y de extinción de dominio, México va a la zaga en comparación con otros países, lo que genera un vacío de poder al respecto. Pero sólo con investigaciones de ese tipo se podrá decir que el Cártel de Sinaloa que encabeza Guzmán, no recibirá un trato de privilegio.

“La captura de Guzmán es motivo no de celebración pero sí por lo menos de congratulación. Se atrapó a un capo pero queremos que esa detención sea consecuente, impacte en los delitos económicos. En la medida en la que no lo haga la detención, será inútil para la sociedad. Será útil políticamente para la administración, no para la sociedad si no se abren esas líneas de investigación”, explicó.

El especialista planteó que  Guzmán Loera ya se había transformado en un pasivo, en una carga para la red Sinaloa, lo que pudo facilitar su detención.

Asimismo, habló del vacío de poder que ocurre en Michoacán con los grupos de autodefensas. El presidente del Instituto de Acción Ciudadana planteó que de no desarmarlas, se corre el riesgo de que ocurra como en Colombia, donde los paramilitares causaron miles de muertes y cuando fueron desarmados a la fuerza se les tuvo que conceder privilegios procesales.

El autor del libro Vacíos de poder en México opinó que algunas de las diferencias en materia de narcotráfico entre el anterior gobierno, encabezado por el panista Felipe Calderón Hinojosa y el actual, del priista Enrique Peña Nieto,  el del primero era incompetente, con una actuación del gabinete desarticulada y un mandatario iracundo, mientras que el actual ha hecho una mayor uso de la inteligencia y mejor utilización de la imagen, pero aún faltan logos tangibles para establecer una diferencia.

Resaltó que si bien no se puede decir que el Cártel de Sinaloa recibía protección presidencial durante el sexenio pasado, sí era claro el nivel de penetración de la organización en las estructuras gubernamentales y de seguridad.

“EL CHAPO”, CALDERÓN Y PEÑA

–¿La captura de “El Chapo” Guzmán es un punto de partida para mostrar que la estrategia del gobierno de Peña Nieto será distinta a la del gobierno de Calderón?

–La captura de Guzmán es motivo no de celebración, pero sí por lo menos de congratulación, se atrapa a un capo pero queremos que esa detención sea consecuente, impacte en los delitos económicos, en la medida que no lo haga la detención será inútil para la sociedad. Será útil políticamente para la administración, no para la sociedad sino se abren esas líneas de investigación que decía antes.

–¿Nota un trato diferente para los capos, ya que en la administración calderonista vimos que a Heriberto Lazcano, líder de Los Zetas o a Arturo Beltrán Leyva, del cártel de los Beltrán Leyva y alguna vez aliados al Cártel de Sinaloa, los acribillaron antes que atraparlos?

–Yo creo sí se tiene que notar que se detenga a esta gente a través de entregas pactadas. La gente se asusta cuando habla de entregas pactadas, si es en un Estado de derecho no tiene por qué ser indeseable, por qué necesitar asesinar o eliminar físicamente a Arturo Beltrán Leyva que le pusieron miles de dólares (en el cuerpo).

–¿Ve diferencia en resultados?

–Yo creo que aún no, [la actual administración] tiende a usar mejor la inteligencia militar que otros, y trata de darle oportunidad a mucha gente que trabaja en la agencias de inteligencia y que no pertenecen al PRI, no tienen objetivo político para que hagan su trabajo y lo hagan bien. Insisto, por más que detengas a estas personas, si no cubres esos vacíos de Estado terminas con la extradición y esta es una válvula de escape en México, simboliza la debilidad del Estado, equivale al ‘como no podemos mantenerlos en la cárcel sin corromper y sin exponernos a la violencia entonces los extraditamos’. Es lamentable.

–¿Sería un fracaso extraditarlo?

–Un símbolo del fracaso del Estado mexicano. Enhorabuena que un delincuente sea procesado en el territorio donde asesinó a miles de ciudadanos, donde causó incontables daños al tejido social, en México y no en Estados Unidos, donde el daño ha sido menor. El daño de Guzmán Loera ha sido mucho menor allá,  la justicia se tiene que hacer de cara al pueblo mexicano, no al pueblo estadounidense. Enhorabuena que lo mantengan acá con estas investigaciones; si veo que lo mantienen acá sólo con una investigación en una carcelita y no se le desmantelan los activos patrimoniales  que alimentan a los delitos de secuestros, extorsión, drogas y armas voy a ser el primero en condenarlo.

–¿Representó el golpe un cuestionamiento a la estrategia de Calderón?

No, la administración del Presidente  Calderón era una administración por desgracia incompetente el Presidente se enojaba, sus secretarios de Estado estaban fragmentados, de pegarse unos contra otros, era una incompetencia generalizada. Esta administración maneja mejor la política, las comunicaciones, tiene una capacidad de generar cortinas de humo mediáticas asombrosa, pero son más profesionales en el manejo de la imagen. Ahora tenemos que comenzar a dar más que imagen, cosas tangibles, mejoras mínimas.

Toma de protesta de Peña Nieto. Foto: Cuartoscuro
El gobierno de EPN tiende a utilizar de mejor manera la inteligencia militar en comparación con la administración pasada, considera Buscaglia. Foto: Cuartoscuro

GUZMÁN LOERA YA ERA UN PASIVO

Buscaglia considera que  la detención de un capo tan importante como este en sí misma le brinda grandes beneficios políticos a una administración que es la de Peña Nieto, representa un enorme capital político y le da una luna de miel extendida especialmente en el exterior.

Pero desde el punto de vista técnico, jurídico e institucional –abunda– la sensación que a uno le da, basado en hechos, es que si sólo queda en una detención física, en una eliminación de un capo como Nacho Coronel y no pasa de eso, de no generar decenas y decenas de líneas de investigación patrimonial sin que se identifique a las empresas legales, de transporte, de almacenamiento de drogas sintéticas, contrabando, piratería; si no encuentras un Estado capaz de abrir líneas de investigación patrimonial hacia el futuro, con base en esta detención y desmantelar a través de tipo penal de lavado de dinero, extinciones de dominio y auditorías tributarias que son los tres canales; si no se traduce la detención en decenas de sentencias judiciales, será entonces inconsecuente, no se va a traducir en una disminución de delitos económicos de la red criminal Sinaloa.

Buscaglia dice que el Cártel de Sinaloa puede funcionar sin “El Chapo” ya que su estructura es horizontal y no vertical, como ocurría con la mafia italiana, que con las detenciones de las cabezas de organización se veía muy afectada.

“Cuando tú capturabas en la mafia italiana al capo, inmediatamente cercenabas la capacidad de la organización, toda la estructura debajo de él se comenzaba a colapsar. Pero como la red Sinaloa es horizontal tenía un directorio muy bien nutrido con Rafael Caro Quintero, con Ismael “El Mayo” Zambada y gente demás. El directorio sólo decide con qué negocios meterse, con qué grupos del exterior realizarlo, dónde colocar el dinero para integrarlo a la economía legal. Después la operación del día a día, la  de drogas, de armas, el contrabando eso lo realizan las franquicias”.

Prevé que tal vez haya violencia en las franquicias que eran directamente manejadas por Guzmán Loera, ya que sin su liderazgo pueden ser desafiadas por los Templarios o los Zetas, pero en general la frecuencia de delitos cometidos por todo el Cártel sufrirá pocas modificaciones.

“Necesitas desmantelar toda la estructura de franquicias que está operada por personas morales personificadas por empresas y eso importa, porque el fin de toda detención en el caso de la delincuencia organizada es disminuir la frecuencia de los delitos económicos, que son 22, involucrados con la red Sinaloa y eso no va a ocurrir si la detención sigue el mismo curso que siguieron las detenciones de otros capos en el pasado. Pero siempre encierro la esperanza fundada de que la Procuraduría General de la República (PGR) ponga a funcionar su unidad de investigación patrimonial, aunque no se da abasto”.

Sobre  la unidad que tiene la Secretaría de Hacienda para realizar las investigación financiera, el especialista explica que existen algunos problemas debido a que el organismo es una institución que recauda impuestos, es una Secretaría que lidia con ingresos y egresos, no una organización que debe tener investigadores de inteligencia dedicados a investigar.

Por ejemplo, agrega “¿quién realiza en México el cruce de datos que identifican a las empresas legales registradas en el registro de propiedad de Zacatecas o Sinaloa y que cruce información con los registros de propiedad en Chiapas o Tabasco? Nadie. En la medida que el Estado no cubra ese vacío, la detención de “El Chapo” va a ser inconsecuente. Si haces el cruce de información vas a encontrarte con socios prestanombres, políticos ligados a empresas que pueden ser conectados a empresas de la red Sinaloa”.

–¿La detención viene a mostrar el fracaso de la guerra del narco declarada por Felipe Calderón, quien nunca pudo atrapar al jefe del Cártel de Sinaloa?

–Yo siempre dije que Guzmán Loera y otros capos estaban protegidos no necesariamente a través de una planificación presidencial. Nadie dijo que el ex Presidente Calderón lo estuviera protegiendo, pero sí dije que Guzmán Loera y su organización, dadas las estadísticas a su favor estaba protegido de facto por diferentes organismos estatales  y federales, que el Cártel de Sinaloa había penetrado y era una protección de facto dado que había sido la red más efectiva en infiltrar al Estado. Enhorabuena que eso muestre que la protección disminuye. Sin embargo Caro Quintero  salió de la cárcel a través de un artilugio técnico que no puedo creer, no es razonable creer que nadie más, con excepción de los jueces sabían que eso iba a suceder. No me atrevería a decir que la protección a Sinaloa terminó, a mí me gustaría examinar un poco más las estadísticas en un año y verificar eso. No te olvides que muchas veces existen entregas que son pactadas, que son legales, no son corruptas, una persona se puede entregar, se les ofrece a los capos salidas procesales para entregarse, habría que ver cómo fue, no quiero especular, pero lo cierto es que Guzmán Loera ya se había transformado en un pasivo, en una carga para la red Sinaloa.

–¿Por su nivel de persecución?

–Por su nivel de persecución, su nivel de publicidad, con muchas agencias de inteligencia detrás de él. Toda red criminal se siente muy incómoda con una persona como él, entonces en un momento dado se transforma en un Osama Bin Laden donde lo descubrieron mirando televisión. Este tipo de persecución focalizada mediática los inmoviliza y los vuelve menos útiles para la organización.

AUTODEFENSAS Y SU PARAMILITARISMO

Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo
El autor de “Vacío de poder en México” identifica también un problema en los grupos de autodefensas. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo

Otro tema obligado con el analista internacional es el surgimiento de las autodefensas. Se remite a sus obras, donde ha explicado qué es el paramilitarismo. Una primera característica es que los paramilitares no tienen por qué tener una ideología política. Conformados por grupos de personas, lo mismo pueden ser de cuatro, cinco, 50 o 500, las cuales se asignan jerarquías que no necesariamente son las militares. Un rasgo más es que portan armas para aplicar una táctica y una estrategia ofensiva de limpieza del territorio de grupos adversarios. Remarca que no es sólo que busquen defenderse, buscar ir a la ofensiva y a esa definición se ajustan la mayor parte de los grupos surgidos en Michoacán y otras entidades como Guerrero y Oaxaca.

“Hay una minoría que son genuinamente autodefensas, gente que pertenece a comunidades locales, rurales o no, abastecidos por esas comunidades y ligados a ellas, que solamente se defienden de ataques con escopetas, barricadas, eso es autodefensa. Claro que los hay, en Cherán, hay inclusive policías comunitarios no regulados, pero la mayoría en Michoacán que ves con carros blindados y armas son paramilitares que surgieron como producto de la debilidad y el vacío del Estado. Si un Estado ve a grupos armados que surgieron como parte de su debilidad y los legaliza está legalizando su debilidad. Un Estado legalizando sus vacíos de Estado es un estado fallido. El pacto que surge entre el Estado y estos grupos paramilitares es una convalidación de las fallas del primero.

“En sus primeros discursos el Presidente estaba en lo correcto, se tenían que desarmar y entregar las armas esos grupos y dejar que la autoridad vele. El problema es que no hay autoridad y cuando el gobierno federal se da la vuelta la violencia vuelve. La administración federal tenía que intervenir porque Michoacán era una de las expresiones de Estado fallido, estaba colapsado, ya no existía la autoridad. Pero ocupar la entidad con fuerzas militares sin institucionalizar es pan para hoy y hambre para mañana, porque el Ejército se mueve para otro lado y vuelven esas fuerzas no estatales a armarse y a generar violencia.

–¿Le está dando el gobierno un bono a los paramilitares?

–Claro, un Estado que legaliza a través de acuerdos estas expresiones es un signo de vacío de Estado. A los demás grupos armados que hay en Tabasco y Oaxaca los estimula a que se formen, hace acuerdos con los de Michoacán esperando que después vayan a ser convalidados. Tarde o temprano el Estado mexicano terminará por llegar a la misma conclusión que le digo, desarmarlos a la fuerza otorgándoles beneficios procesales a los que se entreguen. Es lo que hizo Colombia, pero después de muchos muertos y violencia. Lo que estamos tratando de hacer con estas declaraciones es hacer una vía más corta para terminar con esta violencia y llevar la paz social a esa región. ¿Por qué? Tú tienes en Michoacán poblaciones capturadas por uno de estos grupos paramilitares, tienes otra tomada por otro grupo, una tercera población tomada por los Templarios, ¿entonces cuántos grupos terminaron convalidados por el Estado, tomaron poblaciones e hicieron controles territoriales? Cuando el Estado se de la vuelta entraremos en el capítulo Veracruz y Tamaulipas y estos grupos van a comenzar a invadir los territorios y a tratar de capturar territorios del otro, van a generar más violencia”, pronostica.

Menciona los esfuerzos de la PGR para desarmar a los grupos o registrarlos para que ayuden en las labores policíacas, pero la solución no pasa por legalizarlos de esa manera, sino generar una institución llamada policía comunitaria y que vaya más allá de la actividad de seguridad. Que hagan trabajo social y sicológico para identificar problemas de violencia, de adicciones, de salud y que estén desarmados.

Quienes digan que es una utopía, vamos hombre, las instituciones que promovió la Revolución Mexicana parecían utopías y se transformaron en realidad, hay que ver más allá de nuestras narices, lo que vemos no es la realidad, está formada por proyectos sociales, hoy son sueños, mañana realidad. La policía comunitaria algunos creen que ya existe, no existe, los brotes genuinos no hay que erradicarlos, pero sí hay que capacitarlos y regularlos. Los hay en Guerrero, Oaxaca, Chiapas, pero hay que entrenarlos para que identifiquen los problemas. Hay que inspirarnos más en la gente que fundó este país y menos en consultorcitos internacionales, pistoleros disfrazados de académicos. Si el Presidente quisiera institucionalizar a este país no estaría legalizando a una banda de pistoleros que son producto de los vacíos del Estado, estaría legalizando a grupos genuinos para que sean capacitados, alimentados y que sean además de los suyos para que de manera desarmada identifiquen estos focos y sean amparados por la fuerza pública armada, la policía estatal, sería un poco la idea. Pero no se institucionaliza de la noche a la mañana.

–¿Qué tengan fuero militar?

–El Ejército no puede estar participando, el Ejército sólo se usa para las grandes catástrofes o en  conflictos internos armados, pero no en situaciones de seguridad pública. Hay que encontrar  soluciones en el ámbito civil. El Ejército no está preparado en ningún lugar del mundo para hacer estas cosas, puede cargar bolsas en las inundaciones por disciplina, pero no está para saber quién identifica necesidades sociales. Ha sido sobreutilizado y hasta se ha abusado de la institución y cuando se abusa a través de este tipo de acciones como las de la administración de Calderón, después de la institución se abusa de la sociedad.

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