Ciudad de México, 3 de marzo (SinEmbargo).- Ya sea porque conocen que su profesión los obliga a una jubilación temprana, por el amor que le tienen al equipo que los vio nacer, o por simple negocio, hay atletas que en activo comienzan a invertir en distintos deportes.
Uno de ellos es el arquero mexicano Guillermo Ochoa, que el pasado noviembre se convirtió en socio del equipo Real Oviedo, luego de que el cuadro español puso en venta sus acciones por problemas económicos.
Dentro de la organización asturiana, el mexicano es compañero de inversión de otros futbolistas como Juan Mata, Miguel “Michu” Pérez y Santi Cazorla, así como del piloto de Fórmula 1, Fernando Alonso, quienes ayudaron a reunir el dinero suficiente para salvar al cuadro, junto con la inversión del hombre más rico del mundo, Carlos Slim, que con cerca de 2 millones de euros se convirtió en el máximo accionista.
Quien brincó de deporte y continente es LeBron James, el basquetbolista estadounidense es ahora accionista minoritario del Liverpool y en alguna ocasión le dijo a la plantilla: “Todo el mundo necesita incentivos. Les ofrezco el mejor fin de semana de su vida si ganan algún título durante la temporada”.
Kimi Raikkonen, ex-piloto de Fórmula 1, hizo negocio directo y prefirió recibir acciones de la empresa para la que pilotea (Lotus Renault) en vez de un sueldo más acaudalado, o bonos; por si fuera poco, el finlandés también tiene acciones del equipo Doble R en Fórmula 3.
También hay casos en los que la inversión se hizo más con el corazón que con la idea de incrementar fortuna. Andrés Iniesta, futbolista del Barza quien el único uniforme que portó antes del azulgrana fue del Albacete (en categorías menores), se convirtió en el principal accionista del club en 2011, cuando invirtió 420 mil euros.
Destacan los casos deportistas retirados en búsqueda de seguir formando parte de la emoción del deporte, sin importar que sea de traje y no en equipamiento atlético, como dos de los basquetbolistas más reconocidos en la historia de la NBA, Ervin “Magic” Johnson y Michael Jordan.
Johnson suele acudir al Dodger Stadium después de que integró el grupo que el año pasado adquirió al equipo Dodgers de Los Angeles, mientras que el ex-Bulls de Chicago invirtió cerca de 210 millones de euros en comprar a Bobcats de Charlotte, donde habitualmente es visto en la primera fila.
En este tipo de negocios, también está inmiscuido uno de los futbolistas más laureados de la última década, Zinedine Zidane, que si bien trabaja minoritariamente con el Real Madrid, es accionista del club francés amateur Rodez Aveyron, tras una inyección de 240 mil euros.
