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ENTREVISTA ¬ En la Literatura uno coloca sus preguntas más que sus certezas: Cisneros

03/02/2024 - 12:00 am

El escritor Renato Cisneros habló con SinEmbargo sobre su más reciente novela, una historia de migración, guerra y casualidades de dos hombres cuyos planes no se llegan a materializar y las cosas no ocurren como pensaron que podían ocurrir.

Ciudad de México, 3 de febrero (SinEmbargo).– El Mundo que vimos arder (Alfaguara), del escritor Renato Cisneros, es una historia a dos tiempos. Es la historia de dos peruanos que migran. En un primer relato conocemos a un personaje que tiene una separación y que al tratar de rehacer su vida descubre la vida que tuvo años antes Matías, igual de migración, pero con otro tipo de dilemas que lo llevan al frente de la Segunda Guerra Mundial. Ambos verán su mundo derruirse.

“Matías durante la Segunda Guerra Mundial se enfrenta explícitamente a la violencia, él mismo la produce, arroja bombas sobre diferentes ciudades y ve cómo ese mundo concreto arde, literalmente. El otro personaje protagónico es más contemporáneo y tal vez por lo mismo sus desgarramientos son más introspectivos, más íntimos, él también ve cómo su mundo se resquebraja a partir, no solamente del divorcio que acaba de vivir y que él no ha promovido, sino también a partir de cómo se fracturan las relaciones con sus padres y con sus amigos del Perú luego de la polarización política”, compartió el autor en entrevista con SinEmbargo.

“Es la historia de dos hombres cuyos planes no se llegan a materializar, las cosas no ocurren como pensaron que podían ocurrir”.

La historia también indaga en una especie de cuestión metafísica según la cual las cosas suceden por algo. Los propios personajes se ven sujetos a una serie de casualidades que desentrañan la historia de Matías.

“La literatura es el lugar donde uno coloca sus preguntas más que su certezas y ese es un tema respecto del cual yo no tengo una posición definida, hay días en los que pienso que el destino uno lo trabaja y lo merece, y lo busca, y lo consigue y otros días en los que pienso que no, que ya está todo predeterminado y que no hay mucho que hacer, que por más esfuerzos que uno ponga en conseguir determinados objetivos, si no está en tu destino, no los vas a alcanzar y como tengo ese dilema personal quería transferirlo también a la novela para que sean los lectores los que tal vez arriben a una respuesta”, expuso en ese sentido el autor.

Mencionó cómo hay momentos de nuestra vida en donde sentimos que nuestro destino ya está marcado y hay pulsiones del pasado que regresan: “estamos como envueltos en una dinámica que alguien parece ya haber definido con anterioridad a nosotros, pero hay otros días en los que sentimos que el destino y el camino lo trazamos nosotros y definimos nuestra suerte. De modo que sí, esa pregunta está ahí todo el tiempo latiendo, a la espera de que los lectores la acojan y la intenten resolver o simplemente la extiendan a sus vidas”.

Con respecto a Matías Giurato Roeder, Renato Cisneros compartió que fue un personaje real sobre el cual se enteró en una de las reuniones que su familia organiza, a las cuales no suele ir. “Una vez más, el azar, la suerte, generó, propició, digamos, el hecho de que yo fuese testigo de esa historia. Una tía, contaba que, hablando de un tío suyo lejano, hijo de una inmigrante alemana en Trujillo, en el norte del Perú, que había participado de los bombardeos en la Segunda Guerra Mundial y que había enfrentado una encrucijada moral, cuando recibió la orden de bombardear la ciudad de su madre, y cuando yo escuché esa historia me pareció que contenía un dilema que narrativamente podía tener muchos usos, pero me olvidé en esta historia rápidamente, escribí una columna al respecto”.

Un día, platicó, Facebook le recordó esta vieja columna que él había compartido en redes muchos años atrás y la volvió a leer, pero ahora con los ojos del migrante que. “Así que mi primer gesto fue periodístico, quise volver a buscar a esa tía, que un día me contó la historia, pero me di cuenta que, primero, no había tanta información respecto del personaje real y que tampoco yo tenía mucho margen de maniobra, estábamos en pleno confinamiento, no podía ir a bibliotecas, no podía viajar, así que decidí inventarme la vida de este hombre, solamente conocía de ese dato, que no era menor, me permitía jugar con su pasado en Perú, con la forma en la que llega a ser reclutado para defender a los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial y me obligó a informarme muchísimo y al leer todo lo que tuviese que ver específicamente con bombardeos sobre Alemania en la Segunda Guerra Mundial.

—¿Tú crees que las historias encuentran a uno o más bien uno puede apreciarlas, como es tu caso en el momento indicado?

—A veces pienso que sí, que los temas se le aparecen a uno, pero uno es responsable también de sus obsesiones, si esa obsesión no surge espontáneamente, si de pronto no te ves imbuido por la urgencia de contar algo, por más que el tema se te aparezca, no lo vas a llevar a buen puerto, es lo que me sucedió a mí cuando me enfrente esta historia la primera vez, no estaba del todo colocado en el lugar en el que podía aprovechar de la mejor forma esa historia, tuvieron que pasar 8 o 9 años, tuvo que ocurrir el hecho fortuito de volver a enfrentarme con ese tema y entender que solamente ahora podía contarlo. De modo que pienso que sí, los temas a veces se te aparecen, como milagros, pero tienes que estar en el momento capaz para para poder convertir ese tema en una historia, en una novela.

Obed Rosas
Es licenciado en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón de la UNAM. Estudió, además, Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras.
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