El boleto magnético se emitió por primera vez en 1969, cuando también fue inaugurada la Línea 1 del Metro capitalino, que iba de la estación Zaragoza a la estación Chapultepec. En ese entonces los primeros ejemplares del pase eran color naranja y el costo por un viaje era de 1.20 pesos. En las próximas semanas, luego de más de cinco décadas este cartoncillo dirá adiós.
Ciudad de México, 3 de febrero (SinEmbargo).- A lo largo de cinco décadas los capitalinos han hecho filas para adquirir el boleto magnético que les permitía ingresar al Metro, ese “monstruo naranja” que moviliza a millones de habitantes de la Ciudad de México todos los días.
Este cartoncillo ha tenido su historia de incrementos de precio y de ediciones especiales, muchas de ellas añoradas por coleccionistas. Y como toda historia, ésta ha llegado a su fin con la emisión de un último tiraje.
Será el próximo 29 de febrero el último día en que usuarios del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro de la Ciudad de México podrán utilizar el boleto magnético como medio de ingreso a este medio de transporte.
Después de 55 años de uso, el boleto magnético dejará de tener utilidad por completo, ya que desde el 1 de marzo el acceso a las 12 líneas que integran actualmente el STC será mediante el uso de la Tarjeta de Movilidad Integrada (MI).
Por ello, el Gobierno de la capital mexicana decidió lanzar una edición especial del boleto magnético, en una especie de conmemoración a la vida de este pase, misma que fue presentada el pasado 26 de enero, en la cuenta oficial de X del STC Metro.
El STC Metro puso a la venta desde el lunes 29 de enero el último tiraje de los boletos magnéticos en las taquillas de las estaciones de las líneas 2 y 3, las únicas en las que todavía es posible ingresar con el cartoncillo.
Última edición de boleto magnético podrá ser adquirida a partir del próximo Lunes 29 en taquillas de las líneas 2 y 3. pic.twitter.com/tGTxkMl0XH
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La última edición del boleto magnético consta de 14 millones de unidades, la cual será conmemorativa, ya que alude a los primeros diseños impresos que se emitieron a partir de la inauguración del STC, en septiembre de 1969.
Actualmente en las Líneas 1, 4, 5, 6, 7 , 8, 9, 12, A y B, la validación del peaje se realiza exclusivamente con la tarjeta MI. Pero a partir del próximo 1 de marzo, la medida también se aplicará en las Líneas 2 y 3.
Con ello, la administración del Metro concluirá con el proceso de modernización del sistema de peaje, en las 195 estaciones que integran la red, el ingreso será únicamente con la tarjeta de prepago, que puede ser utilizada en los diferentes transportes de la Red de Movilidad Integrada.
Esta última edición alude a los primeros diseños impresos que se emitieron a partir de la inauguración del Sistema de Transporte Colectivo (STC), en septiembre de 1969; consta de 14 millones de unidades que estarán a la venta en las taquillas de las estaciones de las Líneas 2 y… pic.twitter.com/ECLRgUbRx5
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Los icónicos boletos de papel con cinta magnética y la leyenda “un viaje” se volvieron un aspecto distintivo del Metro capitalino, y su relevancia a lo largo de su historia fue tal que se han lanzado varias ediciones especiales.
La transición rumbo al uso de la Tarjeta de Movilidad Integrada en las 195 estaciones del sistema comenzó el sábado 2 de septiembre de 2023, cuando todas las estaciones de las líneas 4, Santa Anita – Martín Carrera, y 6, Martín Carrera – El Rosario, permitieron el acceso al sistema de transporte, únicamente, con el plástico.
El boleto magnético se emitió por primera vez en 1969, cuando también fue inaugurada la Línea 1 del Metro capitalino, que iba de la estación Zaragoza a Chapultepec. En ese entonces los primeros ejemplares del pase eran color naranja y el costo por un viaje era de 1.20 pesos.
Además, los usuarios tenían la opción de adquirir una serie de cinco o 10 boletos, por tan sólo un peso, costos que duraron 17 años, hasta 1986, cuando el STC lanzó un bono, el cual, por 20 pesos, permitía a los usuarios ingresar a esa red de transporte las veces que quisieran.
Este bono fue subiendo de precio gradualmente, por lo que en 1987 tuvo dos incrementos, con el primero llegó a 50 pesos y con el segundo a 100 pesos. En 1989, este pase llegó a costar 300 pesos. En 1991, el boleto costaba 300 pesos, pero con la entrada de los nuevos pesos en México, el precio de este pase para un solo viaje era de un peso.
Para, el año 1996, el costo ascendió a 1.30 pesos, ese mismo año el STC emitió una planilla de 25 boletos, misma que estuvo vigente por tres años; en 1997, el precio del boleto de metro llegó a 1.50 pesos; en 2002, el costo incrementó a dos pesos; en 2010, subió a tres pesos; y el último incremento que tuvo este pasa fue en 2013, quedando en cinco pesos, costo que se mantiene vigente hasta ahora.
En sus inicios, además de venderse en las taquillas correspondientes al STC, los boletos magnéticos también se vendían en otros establecimientos comerciales, como tiendas departamentales y de electrodomésticos, ópticas, farmacias, zapaterías, perfumerías, e incluso en bancos de la capital mexicana.
A lo largo de la historia, el boleto del metro también ha tenido diversos cambios en su diseño, aunque siempre manteniendo su funcionalidad mediante su característica tira magnética, que es la encargada de activar el sistema de torniquetes para permitir el ingreso de los usuarios a los andenes del STC.
Elaborados por la empresa Comisa (Corporación Mexicana de Impresión), los boletos magnéticos del Metro capitalino, en su comienzo eran de color naranja y rosa, después adoptaron el color amarillo y a partir de 1986, se empezaron a emitir en color blanco, como se conocen hasta la actualidad.
Además, en la historia del boleto del Metro, también se han lanzado varias ediciones conmemorativas, la primera de ellas en 1972, en conmemoración al centenario de la muerte del expresidente de México, Benito Juárez.
Asimismo, han incluido en estas ediciones especiales a figuras como María Félix, Tin Tan, El Santo, Joan Sebastian, a intelectuales como Octavio Paz, a agrupaciones como El Tri, y eventos deportivos como la Copa Mundial de Futbol Brasil 2014.
También a instituciones educativas, como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), incluso la Cruz Roja Mexicana y la Lotería Nacional.
Algunas de las ventajas que por muchos años ha destacado el STC, es que el precio de este boleto magnético está entre los más baratos del mundo, y que con sólo un pase los usuarios pueden realizar todos los transbordos que requieran, que son los cambios entre líneas al interior de la red por el precio de un boleto.
En las próximas semanas, luego de más de cinco décadas este cartoncillo dirá adiós.