El Ministro de Asuntos Exteriores de Rumanía, Bogdan Aurescu, calificó este miércoles de “inadmisible” la situación de los turistas rumanos que están varados en el aeropuerto de Cancún. El Ministro dijo que a México le falta claridad sobre su política para permitir la entrada de turistas en medio de la pandemia.
Bucarest, 3 de febrero (EFE).– El Ministro deAsuntos Exteriores de Rumanía, Bogdan Aurescu, calificó este miércoles de “inadmisible”, “hostil” y “arbitraria” la actitud de las autoridades mexicanas hacia un centenar de turistas rumanos que han quedado atrapados en el aeropuerto de Cancún debido a las restricciones anti-covid.
“Es inadmisible lo que está pasando, es una actitud hostil por parte de las autoridades mexicanas hacia los ciudadanos rumanos”, dijo el ministro en una rueda de prensa conjunta con su homóloga española, Arancha González Laya.
Según la prensa rumana, más de doscientos ciudadanos rumanos han quedado atrapados en los últimos días en el aeropuerto de Cancún tras rechazar las autoridades mexicanas su entrada al país como medida para prevenir la expansión de la COVID-19.
Aurescu dijo que 102 de esos rumanos ya han sido repatriados, mientras que otros 114, permanecen en el aeropuerto de Cancún a la espera de que el Gobierno rumano habilite un avión para llevarles a casa.
“Estamos profundamente preocupados por la situación de los ciudadanos rumanos que planeaban pasar sus vacaciones en México y que se han visto afectados por las decisiones recientes de las autoridades mexicanas”, agregó Aurescu.
El Ministro acusó a México de falta de claridad y predictibilidad a la hora de anunciar su política a la hora de permitir la entrada de extranjeros al país. Según el Ministerio de Exteriores rumano, las autoridades mexicanas no dieron ni comida ni bebida a los rumanos varados en el aeropuerto de Cancún.
“Es una situación que puede llevar a que México pierda turistas, dinero y credibilidad como destino de viaje”, concluyó Aurescu, que ha pedido explicaciones al Gobierno mexicano y a la embajada mexicana en Bucarest.