México

El naufragio de Xóchitl

Gálvez hace agua antes de dejar el puerto. Los que la elogiaban enmudecen, o reclaman

03/01/2024 - 7:36 pm

La gran sorpresa con la que tiene que lidiar Xóchitl Gálvez Ruiz en el inicio de este 2024 es que quienes la habían impulsado como una auténtica opción para quitar a Morena la Presidencia ahora la señalan como una precandidata que ha decepcionado al no encontrar una narrativa, un discurso ni una agenda que convenza al electorado.

Ciudad de México, 3 de enero (SinEmbargo).–Xóchitl Gálvez Ruiz, la candidata de la oposición de derecha, inicia el 2024 estancada en las preferencias electorales y, a cinco meses de la elección, priva la frustración y la derrota anticipada hasta de quienes fueron sus principales impulsores.

En las últimas semanas, en columnas y espacios de opinión un sector de la comentocracia que destacó a la Senadora panista como una política carismática que encarnaba al pueblo ​​ por su “origen modesto” y su biografía que era vista como “una metáfora del mexicano que busca una vida mejor”, como la describió Enrique Krauze —quien no ha vuelto a dar la cara por ella— ahora la cuestiona por el rumbo incierto al que lleva su campaña, la cual coinciden todas las encuestas no la logrado acortar la distancia que le lleva Claudia Sheinbaum Pardo, la aspirante presidencial del oficialismo.

“Tu campaña para la Presidencia de la República me parece muy lejos de las expectativas que nos habíamos hecho tus seguidores desde que te confirmaron que serías la candidata oficial del Frente Amplio por México conformado por PAN, PRI y PRD. Las encuestas más recientes señalan a Claudia Sheinbaum con el 64 por ciento de preferencia contra un pobre 30 por ciento por tu candidatura. Por más que estén amañadas, la diferencia es enorme. Esto me deprime, Xóchitl, me siento perdedora e ingenua. Confieso que me hice, como miles de mexicanos, muchas expectativas. ¡Qué decepción y qué frustración!”, criticó esta semana en Reforma, la escritora Guadalupe Loaeza.

Las críticas lejos de disiparse se han agolpado en ese mismo tono.

“La campaña de Xóchitl Gálvez no camina. Desde que se hizo sorpresivamente de la candidatura presidencial, no ha dado un solo paso. Rebasó a todos los candidatos que tenían el sello de partido con un discurso que podía trascender las etiquetas; se impuso sobre quienes tenían un discurso doctrinario con una carta de pragmatismo. Puso frente al país su trayectoria personal, buenos reflejos y humor. Palacio Nacional se encargó del lanzamiento. La agresión del Presidente encontró en Gálvez a una mujer que lo encaró con gracia y firmeza. Pero parece que eso fue hace años”, cuestionó desde finales de noviembre Jesús Silva-Herzog profesor de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey.

El estilo de Gálvez, que fue visto en su momento por este sector como una muestra de frescura, ahora es considerado como una flaqueza de discurso y una falta de guía en un cuarto de guerra que se percibe inexistente. “Los errores que está cometiendo Xóchitl son tan graves que la realidad le va a imponer la necesidad de corregir esto porque es evidente que el asunto no funciona, y es evidente también que necesita encontrar un discurso que le rinda tanto como el que encontro proponiéndose ella como mensaje. No basta”, criticó en ese sentido el director de la revista Nexos, el intelectual Héctor Aguilar Camín, el pasado 5 de diciembre en la mesa de análisis de Carlos Loret de Mola.

Hace tan solo unos meses, Aguilar Camín hablaba de Gálvez Ruiz como “la novedad efervescente” de la política mexicana, como lo comentó en julio de 2023 en el programa de radio de Joaquín López-Dóriga. “De repente apareció ahí una candidata tremendamente atractiva y que muy rápidamente se está convirtiendo en la favorita para ganar la competencia en el bando de frente”.

Y así fue, Gálvez ganó la candidatura de la oposición, pero no en un proceso abierto y ciudadano como prometió la sociedad civil que la respaldó, sino a partir de un acuerdo cupular entre las dirigencias del PRI, PAN y PRD, partidos de los cuales no se ha podido deslindar en los hechos.

Xóchitl Gálvez, precandidata del Frente Amplio por México para la presidencia de le República, durante su llegada a la reunión "Diálogos Ciudadanos".
La candidatura de Xóchitl Gálvez se ha estancado, en eso coinciden encuestas y analistas críticos del Gobierno de López Obrador.

Las últimas mediciones dan cuenta de cómo Gálvez Ruiz se mantiene en el piso del 22 por ciento de las preferencias electorales más de 30 puntos debajo de Claudia Sheinbaum, quien tiene una preferencia del 55 por ciento, de acuerdo con la quinta encuesta nacional preelectoral de la casa Covarrubias y Asociados, publicada este miércoles en El Heraldo de México. El 5 diciembre, Enkoll situaba en el mismo nivel a Gálvez y a Sheinbaum en un 49 por ciento.

El 21 de noviembre, Mitofsky, que ha trabajado para el PRI y Televisa, identificó a Sheinbaum como la puntera con 56 por ciento de preferencias, mientras que Gálvez alcanzó 32 por ciento y 11 por ciento García.

También al inicio de las precampañas, Buendía y Márquez publicaron, en El Universal, que Sheinbaum tenía 48 por ciento de las preferencias, mientras que Gálvez alcanzó 24 por ciento, mientras que Parametría dio a la morenista 52 por ciento y 25 por ciento a la panista. Es decir, Gálvez tenía las mismas preferencias de entre 25 por ciento y 30 por ciento de las preferencias electorales de PRI, PAN y PRD, los partidos que la postulan a la Presidencia de la República, sin aportarles mayor aceptación.

De hecho, las mismas encuestas que muestran el estancamiento en las preferencias electorales de Xóchitl Gálvez han dado cuenta de cómo una proporción mayoritaria del electorado jamás votaría, por ejemplo, por el PRI, partido al que la Senadora panista también representa. No es la única fuerza.

Los tres partidos que integran la alianza opositora reflejaron entre noviembre y diciembre pasados un estancamiento pues la mayoría de las encuestas registraron que el apoyo al Partido Acción Nacional osciló entre el 14 y el 17 por ciento; mientras que los registros del PRI fueron del 8 al 12 por ciento de aprobación. Por su parte, el PRD logró registrar por única ocasión 3.2 por ciento y luego, con mucho esfuerzo, se estabilizó en un pobre 2 por ciento de aceptación.

“El problema de Xóchitl Gálvez no es el equipo, es que no tiene estrategia, no tiene segmentación del electorado, no tiene mensaje, no tiene narrativa, no ha salido a decir por qué tengo que votar por ella, yo o cualquiera. ¿Por qué tengo que votar por ella? ¿Por qué vendía gelatinas?”, cuestionó el analista Leo Zuckerman en Tercer Grado, la mesa de análisis de Televisa el pasado 29 de noviembre. Zuckerman también ha dicho que no es imposible acortar la ventaja que tiene Sheinbaum sobre la panista, aunque él mismo reconoce que para ello Gálvez necesita crecer 1.2 puntos porcentuales por semana de aquí a las elecciones.

A la poca aceptación que tenido entre los posibles votantes se suman las incorporaciones que ha tenido a su equipo de perfiles como el de Max Cortázar, uno de los artífices de la guerra sucia de la elección de 2006 en la que se dio por victorioso a Felipe Calderón en medio de acusaciones de fraude que aún persisten. La llegada de Cortázar, vocero en el Gobierno de Calderón, se vio reflejada, como lo ha denunciado Morena, en la instrumentación de una campaña sucia contra Claudia Sheinbaum.

En ese mismo equipo de Gálvez figuran, además, como su coordinador de campaña Santiago Creel Miranda, quien nunca ha podido ni siquiera ganar la candidatura presidencial de su partido, el PAN, las veces que lo ha intentado. Así como Margarita Zavala, quien aunque renunció al PAN ahora tiene una diputación por este partido y cuya experiencia electoral se remonta a 2018 cuando se bajó de la contienda presidencial a días de haber iniciado.

“Estos nombramientos de actores políticos reciclados, que por cierto pertenecen a una generación que quién sabe si entiende mínimamente bien las condiciones de los medios y de la política actual, y que en el fondo es casi una repetición del Gobierno de Calderón. No es una buena idea”, cuestionó al respecto Aguilar Camín.

Parte de la estrategia que ha adoptado Gálvez luego de la incorporación de estos actores ha sido dejar de lado sus cuestionamientos a Claudia Sheinbaum, quien nunca hizo eco de ellos y centrarlos en el Presidente Andrés Manuel López Obrador, cuya popularidad ronda el 70 por ciento y contra quien ella misma acudió a la autoridad electoral para que se impidiera al mandatario nombrarla en sus conferencias de prensa matutinas.

“Se trata de pegarle directamente a López Obrador, y no tanto a Claudia Sheinbaum; se trata de centrar todo en la seguridad, y no repartir las críticas en seguridad, salud, educación y corrupción. Estoy totalmente de acuerdo con el enfoque monotemático de la seguridad; no estoy seguro de mi propia convicción en cuanto a si conviene pegarle a López Obrador o no”, escribió en diciembre pasado Jorge Castañeda, el excanciller de Vicente Fox, quien también ha hecho algunos cuestionamientos, aunque más mesurados, a la campaña de Gálvez.

Fue Castañeda una de las voces que en marzo de 2022 escribió en Nexos: “no hay mejor narrativa aspiracional —me gusta más que el término aspiracionista— que la de Xóchitl Gálvez. Eso en sí podría ser suficiente para hacer de su candidatura no sólo una opción competitiva, sino también aceptable para todos”. Ahora, en ese mismo espacio, él cuestiona que Xóchitl no se acerque a los comentocrátas que ahora la critican. “Se vuelve imposible no tomar nota de un vuelco de las opiniones en el seno de la comentocracia sobre Xóchitl y su campaña”, refirió en diciembre pasado.

Esta semana, Guadalupe Loaeza se sumó a los señalamientos: ·¿Qué sucede, por qué ya no me inspiras como candidata vencedora? ¿Será mi ingenuidad, mi estado de ánimo o una realidad objetiva? Mis amigas y conocidas, que odian y desprecian al régimen actual, están igualmente ‘encabronadas’ porque ya no ven la luz al final del túnel”.

Y en un tono más clasista, Loaeza apuntó: “Nadie quiere a una ama de casa como Presidenta, sobre todo en una época en que el mundo se encuentra en constante conflicto. Querida Xóchitl, no permitas que López Obrador y sus achichincles se salgan con la suya y desacrediten tu campaña al mostrarte vulnerable y sola. ¿Dónde está tu bicicleta motorizada? ¿Dónde está tu casco? ¿Y tus respuestas muy irreverentes contra AMLO? Esa eres tú, por eso te convertiste tan rápidamente en nuestra esperanza. Te confieso que comienzo el año deprimida porque mi candidata ya no es lo que era”.

Obed Rosas
Es licenciado en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón de la UNAM. Estudió, además, Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras.
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