Los hechos violentos entre Los Zetas y el CJNG se radicalizaron en 2017. El cártel de “El Mencho” aprovechó la insistente búsqueda del líder zeta, Saúl de los Santos de Jesús, alias “El Bukanas”, para que sus células simpatizantes se colaran en puntos estratégicos de la zona metropolitana de Puebla.
ADEMÁS
Por Edmundo Velázquez
Puebla/Ciudad de México, 3 de enero (PeriódicoCentral/SinEmbargo).- El 2017 será recordado como el año en que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) entró a la zona metropolitana de Puebla para tomar el control del robo de combustible y el asalto a trenes, delitos que han resultado altamente redituables para el crimen organizado.
Según el reporte de octubre del 2017 de la Agencia de Administración para el Control de Drogas en los Estados Unidos, (DEA, por sus siglas en inglés), el CJNG le arrebató a Los Zetas el territorio poblano.
En los reportes de la agencia norteamericana, Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, aparece como el máximo operador en Puebla, Veracruz, Zacatecas y Nuevo León.
A pesar de que reportes de inteligencia federal plantean las primeras incursiones del cártel jalisciense en territorio poblano, peleando la franja del huachicol en junio del 2016, fue hasta octubre del 2017 que en la zona metropolitana de Puebla se registraron los primeros enfrentamientos entre células de Los Zetas y miembros del CJNG.
Entre octubre y noviembre del 2017 se reportó la ejecución de Jesús Martín Mirón, “El Kalimba”; la aparición de narcomantas con amenazas contra Eduardo González, “El Lalo”, líder de Sangre Nueva Zeta; tres cadáveres con narcomensajes; un enfrentamiento con elementos de la Procuraduría General de la República (PGR) en la colonia Santa María La Ribera; y la ejecución de Jesús Hernández, “El Chucho”, mano derecha de “El Lalo”.
Todos estos hechos marcaron el acecho del cártel de Oseguera Cervantes contra los Zetas, que llevaban casi una década dominando el territorio poblano sin ser molestados.
LA INCURSIÓN
ADEMÁS
De acuerdo con el reporte de la DEA, 17 capos son los líderes de las seis organizaciones criminales de mayor poder en México y Estados Unidos: Cártel de Sinaloa, Los Zetas, el Cártel del Golfo, el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel de Juárez y el de los Beltrán Leyva.
En la estructura del Jalisco Nueva Generación, se encuentran “El Mencho”, Jorge Luis Mendoza Cárdenas, alias “La Garra”, y Abigael González-Valencia.
El crecimiento del CJNG en México fue tal durante 2017 que la poderosa organización delictiva cobró mayor relevancia en Puebla, Veracruz, Zacatecas y Nuevo León, estados que anteriormente eran controlados por Los Zetas, el Cártel del Golfo y el Cártel de Sinaloa, según información de la agencia estadounidense.
La guerra entre el CJNG y Los Zetas inició en los límites de Puebla y Veracruz —en el territorio conocido como el Triángulo Rojo— por el control del robo de hidrocarburo a Petróleos Mexicanos (Pemex).
El enfrentamiento entre ambos grupos delictivos comenzó a darse a conocer el 11 de agosto del 2016, cuando miembros del CJNG descuartizaron a tres presuntos miembros de Los Zetas que levantaron en Perote; los cuerpos fueron abandonados en Tepeyahualco con un narcomensaje.
Los hechos violentos entre ambos cárteles siguieron hasta finales del 2016 y en 2017 se radicalizaron. Fuentes de Inteligencia Federal informaron al diario El Universal que el CJNG aprovechó la insistente búsqueda del líder zeta, Saúl de los Santos de Jesús, alias “El Bukanas” realizada por las autoridades poblanas para que las células simpatizantes de los jaliscienses se colaran en puntos estratégicos de la zona metropolitana de Puebla capital.
El pasado 30 de octubre, un enfrentamiento entre “huachicoleros”en Tlaltenango, Amozoc y Puebla capital– que comenzó desde las 8:00 de la mañana y terminó al filo de las 18:00 horas–, dejó como saldo 12 muertos, entre ellos dos líderes: “El Kino” y Jesús Mirón, “El Kalimba”.
ADEMÁS
Los hechos iniciaron en el municipio de Tlaltenanco donde fueron masacrados “El Kino” o “El Cuino” y cuatro integrantes más de su banda. Después, a las cuatro de la tarde, cinco hombres armados, a quien se les relacionó con la misma masacre en Tlaltenango, robaron una camioneta Ford Lobo en Amozoc, en el atraco dispararon contra una persona, que fue trasladado al CESSA y murió una hora y media después.
A las 5:10 de la tarde en el carril de San Lorenzo, abandonaron el auto y se robaron otra camioneta Ford modelo 2016. Ahí asesinaron a una persona más. A continuación se trasladaron a la clínica EPMAC en la ciudad de Puebla en donde entraron a ejecutar a cuatro personas, entre ellos Jesús Martín Mirón, “El Kalimba”, quien había llegado para un arreglo estético en la nariz e incluso eliminar sus huellas dactilares.
Todo terminó en Amozoc en donde seis hombres se enfrentaron a otros cinco cuando se dirigían a comprar en una panadería, ahí una persona más fue asesinada y otra herida.
La versión oficial de la Fiscalía General del Estado, el Gobierno del Estado y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal señaló que la escasez del hidrocarburo robado había provocado estos enfrentamientos entre bandas locales.
“YA LLEGÓ EL CJNG”
El lunes 13 de noviembre fue colocada una narcomanta firmada por el CJNG en un puente ubicado sobre el Periférico Ecológico y la intersección del penal de San Miguel. El hecho confirmaría la presencia de este grupo delictivo en Puebla y su lucha contra Los Zetas por la plaza.
En el mensaje, amenazaron a “El Lalo Z”, quien controlaba el estado para Los Zetas hasta que fue detenido en 2016; al director del CERESO de San Miguel Javier Toboada, al actual director de los penales en el estado, Ignacio Antonio Molina Gonzáles, y al Secretario Heriberto Galindo Martínez.
ADEMÁS
Se advierte además que el Jalisco Nueva Generación ya sabe quién dio la orden de ejecutar al líder huachicolero “El Kalimba” y que el hecho “no se quedará así”, advirtiendo una guerra.
Un día después, el 14 de noviembre, a la altura del Estadio Cuauhtémoc fue localizado otro cuerpo con un mensaje. En el pecho del hombre podían leerse las palabras “limpiadores” y “policías” pero se encontraba sin señales de haber sido ejecutado, no tenía disparos de arma de fuego, ni presentó heridas de arma blanca.
Otro cadáver más fue encontrado en una barranca de la zona de Bosques de Manzanilla el día 15 de noviembre. El cuerpo tenía un mensaje en el que podía leerse las frases: “No es un juego”, “Fierro, uno por uno” y “linchadores”.
Finalmente, el 20 de noviembre, un hombre fue ejecutado en el estacionamiento de la tienda de autoservicio Superama, ubicada sobre la Calzada Zavaleta, en la Ciudad de Puebla. El sujeto fue identificado como Jesús Antonio Hernández Cruz “El Chucho”, quien era mano derecha del líder de Sangre Nueva Zeta, José Eduardo González Barreda alias “El Lalo Z”.
Los dos sujetos detenidos por las autoridades tras esta ejecución se presentaron como sicarios originarios de Jalisco contratados específicamente para asesinar a “El Chucho” y amenazaron a elementos de la Fiscalía General del Estado al momento de ser interrogados.
ADEMÁS