Siempre me hace feliz que haya un lugar para tomar buen café enfrente de donde trabajo. Me parece una marca de civilización. Durante muchos años, quienes trabajábamos en Televisa si acaso podíamos echarnos un té de calcetín con unos molletes, esos sí buenos, en una lonchería que está allí enfrente, que ahora, confieso, frecuento poco. Pero hace poco, alguien abrió aquí un café…”.
Por Nicolás Alvarado