A pesar de su nula experiencia y las pocas esperanzas que se tenían en él, Emilio Azcárraga Jean logró consolidar y darle un gran poderío a Televisa en tan solo 10 años, algo que ni si abuelo ni su padre pudieron lograr.
Ciudad de México, 2 de noviembre (SinEmbargo).- Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa, uno de los consorcios televisivos más importantes no solo de México, sino de América Latina, ha acaparado las portadas de medios nacionales como del extranjero luego de que pidiera licencia a la presidencia de la empresa que su familia ha manejado desde su fundación, hace 51 años, para atender una demanda de corrupción ante la justicia estadounidense.
El pasado 24 de octubre Grupo Televisa anunció a sus inversionistas y a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) que Emilio Azcárraga Jean dejaría de presidir el consorcio televisivo para cooperar en la nueva investigación relacionada con el caso FIFA Gate, realizada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos desde agosto pasado.
La “licencia”, como se menciona en el comunicado oficial, es de carácter inmediato con lo que, por primera vez desde su fundación –en 1930 por parte de Emilio Azcárraga Vidaurreta– el poderoso grupo no será liderado por un miembro de la familia Azcárraga.
De acuerdo con el comunicado de Grupo Televisa a sus socios, Azcárraga Jean propuso su salida de la Presidencia Ejecutiva en agosto pasado. La empresa, que atraviesa por una de sus mayores crisis financieras desde su fundación, tuvo una disminución de ingresos de 15 mil 362.8 millones de pesos, en comparación con los 16 mil 416 millones en el tercer trimestre de 2023, de acuerdo el estado financiero reportado a la BMV para el tercer trimestre de 2024.
EL FIFA GATE Y AZCÁRRAGA
La agencia Bloomberg destacó que Televisa, la mayor cadena de televisión en español y con presencia en Estados Unidos, estuvo implicada en 2017 un juicio por corrupción en ese país.
Según la investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, durante un proceso judicial, un testigo alegó que una subsidiaria de la empresa habría realizado pagos indebidos a oficiales de la FIFA.
“Un testigo afirmó que una de sus unidades sobornó a funcionarios de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociación) para asegurar los paridos de las ediciones de la Copa Mundial en 2018, 2022, 2026 y 2030.
Posteriormente, en 2023, la compañía mexicana de medios acordó pagar 95 millones de dólares (mdd) para resolver una demanda colectiva de accionistas. Los demandantes argumentaban que las acusaciones de soborno habían afectado el valor de las acciones de Televisa pues habrían inflado artificialmente el valor de sus ADR que se negocian en Estados Unidos.
Esta investigación hizo que la confianza de los inversionistas en la empresa se se viera lacerada a pesar de que sus métricas financieras den señales de infravaloración y las previsiones de los analistas sostengan previsiones alcistas.
A inicios de septiembre, Televisa presentó una caída de alrededor del 10 por ciento en tan sólo dos días, es decir, una pérdida de aproximadamente 2.1 millones de pesos en valor de capitalización de mercado en tan solo en un par de sesiones bajando hasta los 19.15 millones de pesos.
Tras el anuncio de la licencia de Azcárraga Jean, las acciones de la empresa de telecomunicaciones, radiodifusión y entretenimiento iniciaron la jornada del lunes con una pérdida de 3.20 por ciento y a media sesión se recuperaron. No obstante, en lo que va del año han caído 25.34 por ciento, tocando un precio máximo de 11.80 pesos y un mínimo de 6.87 pesos, el cual tuvo la mañana del 5 de septiembre
En 2023, la compañía mexicana de medios acordó pagar 95 millones de dólares para resolver una demanda colectiva de accionistas. Según los demandantes, citados por el medio Investing, las acusaciones de soborno habían afectado el valor de las acciones de Televisa, ya que habrían inflado artificialmente el valor de sus ADR que se negocian en Estados Unidos.
Televisa ha rechazado estas acusaciones, manteniendo su posición de no haber incurrido en ninguna práctica irregular.
Al respecto, el periodista Álvaro Delgado afirmó que la salida de Azcárraga Jean pone en evidencia los nexos de Televisa con el poder político, con la corrupción y con la manipulación de la información.
“Lo cierto es que Televisa se sacude con esta separación de Emilio Azcárraga Jean, que por primera vez uno de la familia sale de ese grupo desde que se crea Telesistema mexicano y posteriormente Televisa hace 51 años. Es un tema que tiene que ver con la crisis misma del modelo y que también tiene que ver con lo que se ha asociado Televisa desde que nació, no solamente su relación con el poder político, sino con la corrupción, con la manipulación de la información, con la mentira, con el ocultamiento y hasta el sometimiento del Poder Público como ocurrió en la elección de 2012”.
Delgado recordó que en México Televisa tuvo un poderío tan grande que llegó a concentrar prácticamente toda la oligarquía del país.
“Algo pasó en los más recientes días que precipitó esto que ha detonado una vez que se conoce como el FIFA Gate, esta trama de sobornos de Emilio Azcárraga y de Televisa para obtener los derechos de transmisión de los mundiales. ¿A qué están dispuestos una televisora y el propietario para obtener esos derechos? Pues a pagar dinero ilegal”.
UN LARGO LEGADO
Emilio Azcárraga Jean es hijo del famoso Emilio Azcárraga Milmo, más conocido como “El Tigre”, quien murió el 16 de abril de 1997, además de nieto del fundador Emilio Azcárraga Vidaurreta, quien falleció el 23 de septiembre de 1972.
Cuando apenas tenía 29 años de edad, Emilio Azcárraga Jean tuvo que dejar de lado su pasión por los deportes acuáticos para tomar las riendas del consorcio más importante de medios de comunicación de habla hispana. En marzo de 1997, el joven heredó no solo la enorme fortuna de su padre, valuada en ese momento en 5 mil 400 millones de pesos de acuerdo con la revista Fortune, sino también la responsabilidad de rescatar a la empresa que tenía una deuda de más de mil 480 millones de dólares.
Jenaro Villamil relata en el libro “Los Amos de México” que la deuda de Televisa era producto de diversos factores como la compra de la participación accionaria de Rómulo O’Farril, de la deuda Alameda, cuyos intereses crecieron en forma exponencial, de la deuda de 320 millones de dólares con su tía Laura Azcárraga y de 200 millones de dólares con los bancos, más una serie de interminables intrigas y ambiciones de parientes y exsocios de su padre. A esto se sumaban una drástica disminución del 17.9 por ciento de las ventas netas de televisión al pasar de 2 mil 168 millones de pesos en 1994 a 955.8 millones en 1995.
“Televisa estaba tan enferma como su dueño y artífice de la transformación del imperio mediático de habla hispana. Emilio “El Tigre” Azcárraga Milmo. Y el elegido para enfrentar la terapia de choque, su hijo Emilio Azcárraga Jean, no tenía ni la edad, ni la experiencia, ni el control accionario suficientes para revertir la situación”, señaló Jenaro Villamil.
El periodista relata que a finales de 1996, Azcárraga Milmo enfermó de gravedad, situación que lo obligó a tomar medidas urgentes para su sucesión. Fue así como el 3 de marzo de 1997 anunció que su hijo Emilio Azcárraga Jean sería el nuevo presidente de la compañía, pero compartiría poder con el Joven Guillermo Cañedo White, hijo de Guillermo Cañedo de la Bárcena, con quien impulsó el proyecto de construcción del Estadio Azteca, quien fue nombrado como presidente del Consejo de administración.
Jenaro Villamil destaca que a pesar de que Azcárraga Jean minimizaba el papel de la política, entendió a la perfección que Televisa requería de los favores del poder y que el consorcio necesitaba convertirse en un poder político para enfrentar los desafíos que tenían en frente.
Entre las primeras acciones de Emilio al frente de la empresa fue saldar las deudas con sus familiares, incrementar su control accionario que pasó del 10 al 51 por ciento en un periodo de tres años, recortar gastos y renegociar su deuda de poco más de mil 400 millones de dólares.
En el terreno laboral, Azcárraga Jean redujo el número de empleados en Televisa, despidió a 6 mil 062 trabajadores en un primera etapa y desapareció 46 vicepresidencias.
Al mismo tiempo, señala Jenaro Villamil, comenzó a trabajar para recuperar la credibilidad y el rating de la empresa. Suspendió los contratos de exclusividad que generaban obligaciones con un gran número de actores, actrices y cantantes. Contrató a nuevos productores e hizo pactos con empresas extranjeras como Endemol, creadora de reality shows como Big Brother. Estas acciones provocaron el repunto de Televisa que pasó a ser conocida como la “fábrica de sueños”.
De todas las medidas adoptadas, la más importante señala Jenaro Villamil, fue la conformación de su equipo de trabajo. Un grupo compacto conformado por Bernardo Gómez, Alfonso de Angoitia y José Bastón, amigos cercanos de Emilio Azcárraga quienes fueron conocidos como “Los cuatro fantásticos”, pues lograron rescatar a una empresa que estaba en estado crítico a convertirla en la dominadora absoluta de la televisión abierta en México.
En tanto, Claudia Fernández y Andrew Paxman relatan en su libro “El Tigre: Emilio Azcárraga y su imperio Televisa” que Emilio Azcárraga empezó a prescindir de algunos personajes importantes de Televisa, los cuales eran considerados como pilares, debido a la influencia que tenían entre el público. Raíl Velasco, histórico conductor de “Siempre en domingo” y Jacobo Zabludovsky, periodista que condujo por 27 años el noticiario “24 horas”, fueron hechos a un lado. A ellos se unió Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como “Chespirito”.
“A mediados de 1998 las únicas caras que seguían apareciendo en programas regulares de Televisa, 25 años después de haberse iniciado eran la del comediante para niños Xavier López “Chabelo” y la de la periodista Lolita Ayala. El canal 2 seguía siendo “El Canal de las Estrellas”, pero ahora las estrellas pertenecían a una nueva generación”, relatan los autores.
Claudia Fernández y Andrew Paxman señalan que otro de los cambios importantes durante la administración de Azcárraga Jean fue la de recrear la cultura corporativa de Televisa a su propia imagen, distinta a la de su padre, mas abierta, menos arrogante, mas democrática, menos feudal.
El 25 de julio de 1997, durante una conferencia interna Azcárraga Jean declaró la inauguración de una nueva era. Habló sobre el Plan Televisa 2000, ratificó el nombramiento de luis nuevos ejecutivos y prometió “desterrar la prepotencia, el favoritismo y el miedo a la comunicación directa con los jefes, a partir de hoy”.
DE LA TELENOVELA A LA VIDA REAL
A pesar de su nula experiencia y las pocas esperanzas que se tenían en él, Emilio Azcárraga logró consolidar y darle un gran poderío a Televisa en tan solo 10 años, algo que ni si abuelo ni su padre pudieron lograr.
Televisa llegó a operar cuatro canales de televisión abierta, producir 24 marcas de televisión de paga en México y el mundo, tener una participación mayoritaria en Sky; adueñar Cablevisión y Megacable, tener participación en W Radio y colaborar con Grupo Prisa, poseer el club de futbol Las Águilas del América, administrar decenas de revistas, contar con una participación importante en Ocesa y una participación accionaria de Grupo Iusacell. En Estados Unidos, era dueña del 38 por ciento de Univisión.
Sin embargo, la caída del consorcio televisivo comenzaría en 2011, año en que el entonces Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, decidió postularse a la Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Televisa decidió respaldarlo.
Como si se tratara de una historia sacada de una telenovela de Televisa, en 2010 Peña Nieto contrajo matrimonio con con una de las actrices de la empresa, Angélica Rivera Hurtado, también conocida como “La Gaviota” por su personaje en “Destilando Amor”.
Su boda en la catedral de Toluca fue televisada. La noticia tomó aún mayor relevancia pues se trataba de un Gobernador con muchas posibilidades de convertirse en Presidente de la República. Existen dos versiones de cómo habría surgido el romance. La primera, es que el flechazo habría surgido en cuanto se vieron por primera vez en la campaña de los 300 compromisos cumplidos cuando él fue Gobernador del Estado de México y ella fue llamada para grabar un comercial. La otra versión, la extraoficial, era que su unión había sido el resultado de un guión, de un arreglo para que aparecieran como los protagonistas de una telenovela para que Enrique Peña Nieto ganara popularidad.
Pese al apoyo de Televisa, la popularidad de Peña Nieto se fue en picada, y con ello, la de la empresa también. Aunado a esto, el auge del Internet trajo una nueva manera de ver contenidos. Las nuevas y las viejas generaciones de espectadores se volcaron a las historias de Netflix, YouTube y otras plataformas digitales.