La “Lucio Cabañas” es una colonia pobre, de piso de tierra y unas decenas de casas esparcidas entre la vegetación. Muchas de ellas destruidas, entre escombros.
Acapulco, Guerrero, 2 de noviembre (SinEmbargo).– “No ha llegado (la ayuda) desde el Gobierno. Nos está apoyando la gente que pasa, les estamos pidiendo y nos está ayudando”, expresó el señor Porfirio, uno de los habitantes de la Colonia “Lucio Cabañas” que fue arrasada, como muchas otras, por el huracán “Otis” .
A pie de carretera, don Porfirio se juntó a lado de otros colonos para pedir la ayuda que tanto necesitan, pero que a una semana de haber enfrentado la devastación de su patrimonio, simplemente no llega. Los camiones del Ejército mexicano pasan al lado de ellos, y aunque los habitantes les gritan “¡Agua, agua!”, siguen en su camino sin detenerse.
La “Lucio Cabañas” es una colonia pobre, de piso de tierra y unas decenas de casas esparcidas entre la vegetación. Muchas de ellas destruidas, entre escombros. El barrio tiene el nombre del maestro, guerrillero y líder del Partido de los Pobres en la sierra de Guerrero, durante la década de 1970, Lucio Cabañas, asesinado el 2 de diciembre de 1974 por el Ejército mexicano.
El guerrillero representó la resistencia popular frente a la Guerra Sucia, en la cual el Estado llevó a cabo persecuciones, detenciones, desapariciones y actos de tortura como el perpetrado por el Gobernador Ruben Figueroa contra la viuda de Cabañas, María Isabel Anaya Nava, de quien abusó en el Campo Militar número 1.
Cual ejemplo de resistencia, en esta pequeña localidad en donde se perdió todo la gente ha salido a la autopista a pedir que las autoridades los volteen a ver. Irónicamente su protesta se da a pasados de patrullas de la Guardia Nacional, que aseguran no ha hecho nada por procurarlos.
“(Necesitamos) agua, ropa, colchones porque todo se mojó, se quedó feo”, dijo el señor Porfirio. “Nos están diciendo que nos vayamos hasta el Puerto (para recibir la ayuda), pero no tenemos ni dinero. No tenemos ni transporte para llegar allá”.
Por su parte, otro de los colonos, Adolfo Arroyo, recuerda cómo los vientos volaron todo, incluso una parroquia. “La voló toda completita, nada más quedaron los parales”.
Adolfo relató que hace unos días llegó “un señor” para hacer el Censo que ha ordenado el Presidente Andrés Manuel López Obrador para conocer los daños. “Le dijo a mi hija que hiciera un censo que iba a venir el siguiente día, hizo un censo, pero hasta ahorita no se ha asomado por aquí”, lamentó.
“Aquí no tenemos ni agua potable ni drenaje, y ahora luz tampoco”, resumió en cuanto a las carencias que se extienden a diferentes puntos de Acapulco, uno de los principales destinos turísticos del país que ha vivido como nunca el golpe de un huracán categoría 5, el segundo que ha tocado tierra en el pacífico con esa intensidad desde que se tienen registros.
La agencia calificadora de riesgo crediticio Fitch Ratings estimó este miércoles que de acuerdo con las estimaciones preliminares, las pérdidas catastróficas ocasionadas por “Otis” tanto “económicas como aseguradas ascienden a 16 mil millones de dólares”.
Frente a ello, el Gobierno mexicano ya anunció un plan para reconstruir el Puerto que contempla una inversión de 61 mil 313 millones de pesos y un plan que incluye 20 puntos que se centrará sobre todo en las familias como las de la colonia “Lucio Cabañas”, en donde aún están a la espera de los primeros rastros de ayuda.
