Los servicios funerarios en México pueden ser públicos o privados, ambos tienen un costo, que varía de en dónde se contrate este tipo de asistencia.
Ciudad de México 2 de noviembre (SinEmbargo).- Si nacer y vivir es caro, morir en México también tiene un precio, para nada barato, pero eso dependerá de los servicios funerarios que los deudos adquieran al momento en que alguno de sus familiares fallezca. Aunque si se piensa en la fosa común, tampoco es un proceso barato, pese a que lo cubra el Gobierno.
En México, los servicios funerarios se ofrecen tanto por empresas privadas como por parte de dependencias gubernamentales, por lo que los costos varían dependiendo de en dónde se contrate este tipo de asistencia.
Por ejemplo, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) ofrece servicios funerarios a precios accesibles, en comparación con las funerarias privadas, tanto para sus derechohabientes como para el público en general.
A través de una tarjeta informativa, el Gobierno de México detalló que el costo de un paquete básico de servicio de velación se encuentra entre los tres mil 060 pesos y los cuatro mil 591 pesos, dependiendo si se es o no derechohabiente del ISSSTE, en el que se incluye el traslado del cuerpo al velatorio y del velatorio al panteón o al crematorio, la capilla de velación o el equipo para que se lleve a cabo el velorio en un domicilio particular.
Mientras que el servicio básico de traslado directo, tanto al velatorio como del velatorio al panteón o al crematorio va de los mil 300 pesos a los mil 950 pesos, se ahondó en una tarjeta informativa publicada el pasado 3 de agosto, sin embargo, en la misma se destacó que el ISSSTE sólo cuenta siete velatorios institucionales en cuatro estados del país: tres en la Ciudad de México; dos en el Estado de México; uno en Jalisco y uno en Nuevo Léon.
No obstante, el Instituto destacó que en el resto de las entidades en las que no cuenta con velatorios institucionales logró convenios “con agencias funerarias privadas que otorgan los mismos precios y condiciones del ISSSTE”, así como descuentos a derechohabientes que van del 10 al 25 por ciento.
Al servicio de velación y traslado se deben agregar otros adicionales, entre ellos, el ataúd, que tiene un costo de los tres mil 182 pesos a los seis mil 650 pesos, o la urna para depositar las cenizas del fallecido, que oscila entre los mil 057 pesos y los mil 587 pesos.
Además se cobra el servicio de gestoría de muerte natural que para un derechohabiente es de mil 249 pesos y para el público en general de mil 512 pesos. Mientras que el servicio de gestoría para un caso médico legal tiene un costo de mil 666 pesos para los derechohabientes y de dos mil 045 pesos para el público en general.
Además, en caso de no contar con un lugar para sepultar al difunto, el ISSSTE cuenta con el Derecho de uso mortuorio a perpetuidad (fosa) para pensionados y jubilados, que tiene un precio de 11 mil 906 pesos, mientras que el Derecho de uso mortuorio a perpetuidad (fosa) para uso inmediato cuesta 18 mil 405 pesos.
En cuanto al servicio de cremación, en un adulto va de los dos mil 221 pesos a los tres mil 332 pesos, mientras que si el difunto es un niño el costo está entre los mil 209 pesos y los mil 814 pesos.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) también cuenta con servicios funerarios en la Ciudad de México, el Estado de México, Nuevo León, Jalisco, Querétaro, Puebla, San Luis Potosí, Veracruz, entre otros en donde están repartidos los velatorios con los que cuenta, aunque no tiene servicios tan extendidos como el ISSSTE.
En su página web, el IMSS especificó que el servicio de velación, ya sea en velatorio del Instituto o en domicilio particular, va de cuatro mil 973 pesos, en el que se incluye la asesoría para la gestión de trámites, el arreglo estético del cadáver, la recolección y traslado del cuerpo, pero que posterior a los 100 kilómetros en la recolección y traslado del cuerpo se aplicará un costo adicional por kilómetro, dependiendo del velatorio.
Mientras que el servicio de cremación para un adulto tiene un precio de cuatro mil 888 pesos y para un niño de tres mil 120 pesos. Aunque el Instituto también cuenta con paquetes que van de los tres mil 120 pesos, cuando se trata de un caso de COVID-19, por lo que sólo incluye la recolección y traslado del cuerpo, a los 10 mil 399 pesos, que incluye “servicio de velación en Velatorio o domicilio, arreglo estético y/o embalsamamiento, asesoría para la gestión de trámites, ataúd de donación, recolección y traslado del cuerpo, así como cremación”.
De acuerdo con datos de la Dirección General de Estudios sobre Consumo (DGEC) de la Procuraduría Federal del Consumidos (Profeco), que del 19 al 26 de septiembre de 2019 recabó precios de un servicios fúnebres en 138 funerarias de la Ciudad de México y de los estados de Guanajuato, Jalisco, México, Puebla y Veracruz, el costo más económico de un paquete funerario básico con servicio de inhumación era de entre tres mil y seis mil pesos, mientras que el más caro oscilaba entre los 35 mil y 45 mil pesos.
La Profeco refirió que según lo establecido en “la Norma Oficial Mexicana NOM-036-SCFI-2016 sobre prácticas comerciales de servicios funerarios, un servicio funerario consiste en el manejo, tratamiento, acondicionamiento y traslado, entre otros, que se prestan desde que ocurre el fallecimiento de una persona, hasta su destino final; y que incluye, en todos los casos, el suministro de bienes y servicios complementarios para tal fin”, indicó en un artículo publicado el 6 de noviembre de 2019.
Por ello, es que los servicios que ofrecen las funerarias en el país pueden incluir: Recepción y traslado del cadáver, preparación estética del cuerpo, embalsamamiento [de ser necesario, ya que no aplica para todos los casos], conservación transitoria; uso de capillas y/o equipos de velación, servicios de gestoría para el traslado y disposición final del cuerpo, con previa autorización escrita por parte del contratante, así como ataúd o féretro y/o urna, todo dependerá del paquete que se contrate.
Además, las funerarias podrían ofrecer el servicio de inhumación, exhumación, reinhumación o cremación, que podría realizar la propia funeraria o un tercero, los derechos de uso de lotes o fosas de panteón, criptas, nichos u osarios para depositar los cadáveres o cenizas, que puede ser por un tiempo determinado o a perpetuidad, así como la colocación de lápidas, monumentos y placas de identificación, el servicios de transporte para acompañantes y servicios funerarios de asistencia.
Respecto al costo que, hasta el 2019, tenía la venta o uso de fosas para inhumación, la Profeco señaló que van de los mil pesos a los 70 mil pesos.
En tanto, la Procuraduría señaló que un paquete funerario básico con servicio de cremación puede ir de los seis mil pesos a los nueve mil pesos, en los más económicos, y llegar entre los 35 mil y 45 pesos en los paquetes más caros, en los cuales se incluyen servicios como: preparación del cuerpo, arreglo estético, embalsamamiento, préstamo de equipo para velar a domicilio, sala de velación, servicio de gestoría y urna.
Aunque la pandemia por COVID-19 provocó que los servicios de las agencias funerarias de México aumentaron hasta el 47 por ciento de febrero a mayo debido a la pandemia de COVID-19, de acuerdo con la encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“Los resultados de la ENAF 2020 muestran que, en promedio, una empresa grande prestó 351 servicios funerarios durante febrero, en tanto que en mayo prestó 516 servicios. Una microempresa realizó 12 servicios funerarios en febrero, y en mayo los servicios prestados ascendieron a 162″, detalló el INEGI, en la Encuesta Nacional de Agencias Funerarias ante COVID-19 (ENAF 2020).
El Inegi explicó que la entrevistas se realizaron entre el 25 de mayo y 12 de junio de 2020, y contemplaron una muestra de 474 empresas de servicios funerarios, de las cuales se obtuvieron 324 cuestionarios con información.
“Cuatro de cada diez empresas realizaron cambios en la duración de la velación de cuerpos, 27.1 por ciento aplicó cambios en los trámites, 26.7 por ciento modificó los tiempos de espera, 12.5 por ciento negó la prestación del servicio y 38 por ciento realizó otro tipo de cambios. Asimismo, poco más de la quinta parte de las empresas no realizó ninguna modificación en la manera en que prestan el servicio funerario”, precisó.
Pero si contratar un servicio funerario no es barato, la fosa común no es la excepción, ya que de acuerdo con la nota ¿Cuánto cuesta morir en México? Muy caro, ya sea en la fosa común o en una funeraria de lujo, que se publicó en SinEmbargo el 29 de octubre de 2015, este procedimiento implica un gasto que puede ascender a miles de pesos para el Gobierno.
Esto, porque, de acuerdo con la entrevista que se realizó a un perito, quien prefirió guardar el anonimato, para dicha nota, es más caro enterrar a un desconocido, quien no fue identificado en más de 15 días, en la fosa común, que a una persona identificada por sus familiares, debido a un largo protocolo que las autoridades correspondientes deben de realizar, como análisis antropológicos, dentales y genéticos, para en caso de que aparezcan sus familiares, su posterior identificación.
Por ejemplo, cada muestra para extracción de información genética podría tener un costo de entre 20 y 25 mil pesos, además de los honorarios del antropólogo, odontólogo y especialistas en genética que realicen dichos estudios. También las autoridades deberán contemplar el costo del entierro, si se realiza en un ataúd o en una bolsa, para lo cual deberá cumplir con determinadas características, así como el costo y trámites del lugar en donde se va a sepultar, que está establecido por el municipio, siempre en concordancia con la Ley Federal de Salud.