Los bancos mexicanos e instituciones financieras no están obligadas a cobrar el pago mínimo correspondiente a quienes tengan tarjetas o préstamos para los periodos entre octubre de 2020 y enero de 2021. El pago será obligatorio a partir del segundo mes del años siguiente.
Ciudad de México, 2 de noviembre (SinEmbargo/EFE).- Las instituciones financieras de México deben facilitar el crédito a todos los actores hasta que la situación sanitaria y económica derivada de la pandemia de la COVID-19 permita normalizar los ingresos, indicó este jueves el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León.
“Parte de la solución y parte de lo que se necesita es que diversos agentes económicos, ya sean empresas u hogares, puedan tener el financiamiento necesario mientras estabilizan sus ingresos”, expresó Díaz de León durante la Reunión Anual de Industriales (RAI) 2020.
Apenas el 28 de octubre el banco central mexicano publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) una extensión de la circular 22/2020 en la que solicitó a bancos e instituciones financieras no realizar el cobro de pagos mínimos hasta febrero de 2021, dándoles a conocer su autorización al respecto, debido a la pandemia de la COVID-19.
Las instituciones bancarias tienen la posibilidad de no cobrar el pago mínimo sin intereses moratorios por la acción, ni comisiones por incumplimiento.
“Las entidades financieras no quedarán obligadas a realizar el cobro de los correspondientes montos de pago mínimo calculados conforme a las disposiciones sobre tarjetas, para los periodos de pago comprendidos entre octubre de 2020 y enero de 2021, respecto de aquellos créditos, préstamos o financiamientos revolventes asociados a tarjetas”, detalló el Banxico.
El beneficio del plazo es para quienes lograron un convenio con las entidades financieras para no realizar el pago del monto mínimo correspondiente entre octubre de 2020 y enero de 2021.
El gobernador del Banxico consideró que “la incertidumbre que ha introducido la pandemia al modelo de negocio de todas las empresas” requerirá que las instituciones financieras sean “más flexibles y más cercanas a las necesidades de los acreditados” para evitar un colapso en el sistema financiero.
“Las oportunidades de financiamiento jugarán un factor clave para que muchas empresas puedan tener una mejor perspectiva”, resumió.
Díaz de León enumeró cinco elementos para mejorar las perspectivas económicas de México: atraer más inversión, promover la competencia, flexibilizar la asignación de recursos, nivelar las oportunidades de desarrollo y fortalecer el Estado de derecho.
“El país, para poder sostener tasas de crecimiento más elevadas, necesitará atraer más inversión”, opinó, mientras la mayoría de analistas pronostican que el PIB mexicano se contraerá este año entre el 9 y el 10 por ciento.
El presidente de la Asociación de Bancos de México, Luis Niño de Rivera, mostró predisposición a seguir las palabras del gobernador del emisor al asegurar que la banca en esta crisis “no es parte del problema sino de la solución”.
“La banca está en una situación de fortaleza para seguir siendo el catalizador, el multiplicador económico, que es su tarea”, aseveró, antes de señalar que el crédito a la vivienda sigue creciendo a ritmos del 9.5 por ciento y a las empresas al 3.5.
Sin embargo, Niño de Rivera detalló que hay “mucha precaución” entre la gente, ya que el uso de tarjetas de crédito va al alza mientras el de tarjetas de débito va al alza.
Además, el presidente de los banqueros destacó la oportunidad que ofrece la pandemia para acelerar la transformación digital de los servicios financieros que llevan “cinco años construyendo” para dejar atrás el mundo analógico.