La Evaluación Nacional de Amenazas de Drogas, que fue publicada el viernes por la DEA, indica que la heroína, el fentanilo y otros opioides siguen siendo los narcóticos más dañinos para el país, pero advirtió además que el uso de las metanfetaminas y la cocaína está aumentando en zonas que antes no eran afectadas por esas drogas.
El Presidente Donald Trump ha declarado la crisis de opioides “una emergencia de salud pública” y la semana pasada prometió “reducir drásticamente” ese flagelo.
Por Michael Balsamo
Washington, 2 de noviembre (AP).— Las muertes por consumo excesivo de drogas en Estados Unidos alcanzaron el año pasado niveles máximos inéditos, con un promedio de 200 decesos diarios, reveló el viernes la DEA. La mayoría fueron resultado de un número récord de muertes relacionadas con el consumo de opioides.
Más de 72 mil personas fallecieron en 2017 por el uso de drogas en todo el país, según cifras preliminares. Hace una semana, el Secretario de Salud, Alex Aza, dijo que las muertes por sobredosis se estaban nivelando, pero advirtió que es demasiado pronto para cantar victoria.
La Evaluación Nacional de Amenazas de Drogas, que fue publicada el viernes por la DEA, indica que la heroína, el fentanilo y otros opioides siguen siendo los narcóticos más dañinos para el país, pero advirtió además que el uso de las metanfetaminas y la cocaína está aumentando en zonas que antes no eran afectadas por esas drogas.
Además, la DEA ha detectado que la legalización de la marihuana en algunos estados está impulsando el tráfico ilícito de esa droga en otros estados donde no es legal.
Los datos preliminares mostraron también que 49.060 personas murieron por sobredosis de opiáceos, un aumento con respecto a las 42.249 muertes por sobredosis de opiáceos registradas en 2016.
El Presidente Donald Trump ha declarado la crisis de opioides “una emergencia de salud pública” y la semana pasada prometió “reducir drásticamente” ese flagelo.
Las muertes por sobredosis de heroína aumentaron en el país entre 2015 y 2016: 25 por ciento en el noreste y más de 22 por ciento en el sur. La mayoría de la heroína vendida en Estados Unidos viene de México y la mayor parte de la heroína confiscada es interceptada en la frontera con México cerca de San Diego, dice el informe.
El fentanilo y los otros opioides más baratos y más potentes que la heroína siguen siendo la principal preocupación de la agencia antidrogas estadounidense.
La DEA considera que China es una fuente importante de fentanilo y de otros opioides sintéticos que han inundado el mercado estadounidense. China ha rechazado las acusaciones y las autoridades estadounidenses enfatizan que cooperan estrechamente con sus contrapartes chinos para detener el tráfico de esas drogas.
La legislación que el Presidente Trump firmó la semana pasada añadirá opciones de tratamiento y obligará al Servicio Postal de Estados Unidos revisar todos los paquetes que vienen del extranjero para detectar fentanilo.
El reporte de la DEA destaca además que las metanfetaminas están incursionando en comunidades donde antes no existían. El uso crónico de esos estupefacientes, sumamente adictivos, pueden causar paranoia y alucinaciones, según estudios científicos.
El Gobierno halló que sus medidas para limitar el acceso a los remedios antigripales que contienen seudoefedrina _el ingrediente usado para elaborar metanfetaminas junto con otras sustancias_ y su directriz de que esos frascos estén debajo del mostrador de las farmacias, hizo que disminuyera la cantidad de laboratorios para ese fármaco.
Sin embargo, la brecha está siendo llenada por cárteles de drogas mexicanos que antes traficaban sólo heroína y cocaína.