Para la celebración de las bodas este último trimestre de 2021, las parejas implementarán una serie de medidas para cumplir con las normas de seguridad sanitaria como la toma de temperatura de los asistentes, uso de cubrebocas, distancia mínima de 1.5 entre personas que no habitan en el mismo hogar y limitar el número de invitados.
Ciudad de México, 2 oct (EFE).- Alrededor de cien mil bodas se celebrarán en México durante el último trimestre de este año por la mejora de los niveles de la pandemia, según fuentes del sector que estiman una gradual reactivación económica tras los meses de pandemia.
Una encuesta del portal especializado Bodas.com.mx difundida este sábado indica que un 74 por ciento de las parejas que están organizando su boda para 2021 y 2022 aseguran que mantienen la fecha prevista sin que prevean que la pandemia vaya a obligar a un retraso.
Antes de la pandemia se celebraban en México mas de medio millón de bodas, lo que suponen ingresos claves para muchas empresas del sector hostelero, espectáculos, tiendas, entre otras, que viven en su mayor parte de las bodas.
Un 30 por ciento de las bodas previstas en 2020 se cancelaron y otro 60 por ciento se reprogramaron para el segundo semestre de 2021 o 2022.
Para facilitar que se celebren las bodas en lo que resta de 2021, el 60 por de las parejas implementarán una serie de medidas para cumplir con las normas de seguridad sanitaria.
Entre las medidas se incluyen tomar la temperatura de los asistentes, pedir el uso de cubrebocas, mantener los 1.5 metros de distancia mínima entre personas que no habitan en el mismo hogar, limitar el número de invitados, ofrecer gel antibacterial y asegurarse de que todo el personal lleve cubrebocas y utilice gel antibacterial.
La mayoría de las bodas se celebran al aire libre, mientras que para el banquete se evitan los buffet con el fin de limitar las posibilidades de contagio.
En algunos casos se eliminan también las bebidas alcohólicas y el baile después del banquete.
Sobre las lunas de miel, el 34 por ciento afirma que escogió el destino teniendo en cuenta que fuera un lugar tranquilo sin grandes aglomeraciones, un 25 por ciento pensando que es un destino de bajo riesgo y un 31 por ciento porque el alojamiento les inspira confianza debido a sus medidas de higiene o porque disponen de alguna certificación COVID-19.