Ricardo Ravelo
02/10/2020 - 12:05 am
BC: Escobedo, el capo de Bonilla para la gubernatura
Todo parece indicar que el Gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, pretende dejar en el poder a un personaje ligado a la mafia, al contrabando, al presunto tráfico de drogas y el lavado de dinero que, además, es investigado por la Fiscalía General de la República (FGR) y que a lo largo de varios años […]
Todo parece indicar que el Gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, pretende dejar en el poder a un personaje ligado a la mafia, al contrabando, al presunto tráfico de drogas y el lavado de dinero que, además, es investigado por la Fiscalía General de la República (FGR) y que a lo largo de varios años ha tejido una red de intereses ilícitos tanto en la aduana como en el puerto de Ensenada, un botín que le ha dejado jugosas ganancias.
Se trata de Mario Escobedo Carignan, el actual Secretario de Economía del Gobierno del estado, impulsado por el Gobernador Bonilla para ser su sucesor. Se afirma que a través de este personaje de negros antecedentes Bonilla pretende convertirse en Gobernador de ocho años, pues de otra forma sólo podría gobernar dos luego de que la Suprema Corte echó abajo la polémica “Ley Bonilla”, votada en el Congreso de Baja California mediante sobornos millonarios que, se asegura, fueron gestionados por Ricardo Peralta –exdirector de la Administración General de Aduanas (AGA) y exsubdecretario de Gobernación–, cómplice del mandatario, en las aduanas del norte del país, donde colocó sus piezas para operar cuantiosos negocios a través del contrabando.
Escobedo Carignan –el delfín de Bonilla– tiene un negro pasado: militó en el PRI, luego se pasó al PAN y después brincó Morena. No se entiende cómo es posible que Jaime Bonilla impulse a un mafioso para que sea su sucesor en el 2021: la Unidad de Inteligencia Financiera lo investiga desde el 2 de enero de este año por enriquecimiento ilícito y manejo de recursos presuntamente de procedencia ilícita. En este enjuague también está relacionado Rubén Roa y su representante legal Édgar Alan Jaramillo.
Además, en la Secretaría de la Función Pública hay un expediente abierto en su contra que implica también a Roa Dueñas, Cyntia Gissel García Soberanes y Jesús Damián Núñez, todos ellos funcionarios del gobierno que encabeza Jaime Bonilla.
La denuncia –folio 130620-2019– es porque, según la investigación, estos personajes han recibido millonarios sobornos. No es todo: en la FGR hay una carpeta de investigación –folio CEDAC-0451226-2019-12 Web– que da cuenta de algunas actividades relacionadas con presunto cohecho y sobornos.
La Fiscalía de Baja California recibió otra denuncia contra Escobedo Carignan, Jaramillo Pérez, Jorge Elías Retes y Marco Antonio Sánchez. Ellos son acusados de estar ligados a delitos como cohecho, intimidación, tráfico de influencias y otros ilícitos en perjuicio de particulares. El candidato que impulsa Jaime Bonilla es también cuestionado porque, en plena crisis por la pandemia causada por el coronavirus, autorizó la apertura anticipada de casinos, cines y maquiladoras, pese a que las condiciones no lo permitían.
Peor aún, autorizó a la gasera “Blue Propane” instalarse para que operara en el estado, pese a que arrastra irregularidades que el funcionario pasó por alto.
La red de socios de Escobedo está ligada a la corrupción. Es el caso del panista Juan Manuel Gastélum Buenrostro –“El Patas”– exdiputado federal y exalcalde de Tijuana, señalado de haber recibido sobornos como legislador de parte de Emilio Lozoya para aprobar la Reforma Energética que impulsó Enrique Peña Nieto como Presidente para beneficiar a las empresas extranjeras que saquearon a Pemex.
Escobedo: La mafia aduanera y portuaria
En el puerto de Ensenada opera una estructura criminal que, se asegura, es encabezada por el Secretario de Economía del Gobierno del estado, Mario Escobedo Carignan. Se asegura que él es el jefe de lo que llaman “el cártel”. Está ligado a Gilberto Ontiveros Luna, un operador externo del área de aduanas que está señalado de ser el responsable de las extorsiones que afectan a empresarios importadores y exportadores.
A este grupo pertenece también Ricardo Peralta Saucedo, exdirector de la Administración General de Aduanas –corrido por presuntos actos de corrupción– y exsubsecretario de Gobernación, protegido de Olga Sánchez Cordero. Otra pieza del organigrama criminal es David Pérez , actual administrador de la aduana de Tecate, quien fue enviado a la aduana de Ensenada porque incumplió compromisos con la mafia. El grupo tiene más miembros: está Erik Villanueva, administrador de la aduana de Tijuana, quien en contubernio con Gilberto Ontiveros Luna controla la aduana de Ensenada y dan abiertas facilidades al contrabando de todo tipo de mercancías, desde textiles, droga, dinero y armas.
En el sector empresarial, aduanero y portuario de Baja California se conoce muy bien que esta amplia red encabezada por Mario Escobedo utiliza al Gobernador Jaime Bonilla para seguir amasando fortunas descomunales con el narcotráfico y el contrabando. Otras versiones sostienen, sin embargo, que Bonilla podría ser una pieza importante en el esquema.
Escobedo controla las aduanas de Tijuana y Ensenada y opera todo tipo de negocios en el mundo del contrabando de textiles, armas, calzado y bisutería. Es considerado el principal impulsor del contrabando a nivel nacional y la mayoría de los negocios los realiza a través de la aduana de Ensenada, la cual controla totalmente a través de otros socios, como Armando Ayala, el actual presidente municipal de Ensenada.
A los bajacalifornianos les sorprende que el Gobernador Jaime Bonilla impulse a un mafioso para que sea su sucesor. Y es que Mario Escobedo es suegro de Cris López, exdirigente estatal del PRI; también es ahijado de Manlio Fabio Beltrones, otro mafioso del poder formado en la escuela de Fernando Gutiérrez Barrios, un siniestro personaje del poder político no ajeno al narcotráfico.
Mario Escobedo, sin embargo, ha recibido una suerte de bendición de Jaime Bonilla, pese a que junto con Armando Ayala y otros secuaces están señalados de estar presuntamente vinculados al lavado de dinero y a la obtención de ganancias descomunales a través de las casas de cambio en contubernio con Roberto Márquez, actualmente encarcelado.
La pieza clave en esta amplia red de negocios mafiosos es José Gilberto Ontiveros González, señalado como la cabeza del llamado “cártel de las extorsiones” en el puerto de Ensenada, donde en 2019 fueron asesinadas 12 personas por no permitir ser extorsionadas.
Ahí el narcotráfico está operado por funcionarios de la Administración Portuaria Integral (API) y existe una amplia complicidad gubernamental que funciona como tapadera de todos estos negocios. El año pasado, por ejemplo, fueron asegurados dos barcos con cocaína. La droga la movían a través de un equipo de buzos profesionales. Ontiveros, uno de los brazos operativos de Mario Escobedo, está ligado al negocio. Se afirma que el personal de la aduana de Ensenada está a su entera disposición, pues para operar el contrabando utiliza herramientas fiscales, como órdenes de verificación de transporte, con las que extorsiona.
Lo grave es que la violencia ha ido en ascenso. El control por el tráfico de cocaína vía marítima tiene enfrentados a dos cárteles en el recinto portuario de Ensenada, donde un total de cinco empleados de la API han sido asesinados.
Se asegura que la pugna inició el 22 de agosto de 2019 con la aparición de cinco narcomantas que aparecieron en la ciudad de Ensenada y que fueron dirigidas al Alcalde Víctor Manuel Padilla, “El Chatarras”, y agentes de diversas corporaciones.
Las investigaciones realizadas por las autoridades federales y la DEA sostienen que Padilla recibe cocaína que baja en contenedores que llegan al puerto de Ensenada y siguen la ruta de distribución a través de empresas transportistas.
La violencia en Ensenada se ha recrudecido. Las investigaciones señalan que un sujeto apodado “El Marino” ha intentado cobrarle piso a Padilla y, debido a que se negó, se agudizó la guerra. Por ello imperan las amenazas y los atentados. El año pasado, por ejemplo, “El Chatarras” libró la muerte tras ser atacado en dos ocasiones con armas de fuego. Desde entonces es protegido por cuatro agentes de la Fiscalía que operan como sus escoltas.
La lucha por la gubernatura de Baja California, por lo que se ve, está íntimamente ligada con las actividades mafiosas –narcotráfico, lavado de dinero, contrabando y demás– y en las próximas semanas se verá si esto puede ser frenado o bien la mafia del crimen organizado retendrá la gubernatura de ese estado que, por lo visto, alcanza al actual mandatario Jaime Bonilla, el principal impulsor de Mario Escobedo, el presunto mafioso que despacha como Secretario de Economía.
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