Economía

ONGs celebran nuevo etiquetado: la fábrica de chatarra perdió el control del Legislativo, dicen

02/10/2019 - 11:54 am

Activistas y organizaciones de la sociedad civil celebraron la aprobación para la regulación de etiquetados frontales, pero advirtieron que la industria de las bebidas azucaradas y chatarra no se quedará de manos cruzadas y -estimaron- emprenderá una intensa y multimillonaria campaña contra la reforma.

Ciudad de México, 2 de octubre (SinEmbargo) .- Representantes de organizaciones de la sociedad civil celebraron la aprobación del dictamen para la regulación de los etiquetados frontales en bebidas azucaradas y productos ultraprocesados en México, pues consideraron que el avance de la iniciativa revela que la industria de refresqueras y de comida chatarra pierde control sobre funcionarios y el Poder Legislativo, como ocurría en pasadas administraciones.

“Es un paso muy importante. Lo que se mostró hoy es que ya no manda la industria. Esperemos que ahora sí tengamos una política integral contra la obesidad”, declaró Alejandro Calvillo, director de Poder del Consumidor.

La Cámara de Diputados modificó la Ley General de Salud para que sean obligatorios sellos de advertencia en productos que contengan altos niveles de azúcares, sodio, grasas saturadas y calorías; sin embargo, aún falta que el dictamen sea avalado por el Senado de la República.

Diputados de Morena se manifestaron en la tribuna a favor del llamado etiquetado frontal. Foto: Victoria Valtierra, Cuartoscuro.

La aprobación llegó tras una larga espera: durante años, y especialmente los dos últimos sexenios –el del panista Felipe Calderón Hinojosa y el del priista Enrique Peña Nieto–, las organizaciones de la sociedad civil, acompañadas por organismos e instituciones internacionales incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS)– lucharon porque en México, se tuviera un etiquetado claro;, pero las legislaturas pasadas –2012-2015 y 2015-2018– desecharon iniciativas de ley presentadas.

“Después de 12 años de lucha, finalmente, se impusieron los intereses de la población y del país, sobre los intereses de las empresas chatarra”, dijo a SinEmbargo María Leticia López Zepeda, directora de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC).

Leticia López y Alejandro Calvillo, ambos integrantes de la Alianza por la Salud Alimentaria, coincidieron que fue la corrupción y el contubernio entre funcionarios y empresas, lo que les permitió que la industria hiciera un negocio de ganancias multimillonarias, sin necesidad de advertir a los consumidores qué es lo que se llevaban a la boca.

Leticia López y Alejandro Calvillo, ambos integrantes de la Alianza por la Salud Alimentaria, coincidieron que fue la corrupción y el contubernio entre funcionarios y empresas, lo que les permitió que la industria hiciera un negocio de ganancias multimillonarias. Foto: Cuartoscuro

“Fue justamente venderse frente a los intereses de las  corporaciones. No los podemos comprobar económicamente, pero en los hechos, toda esta cuesetión de brindarse favores mutuamente, lo vemos mucho con esto de las puertas giratorias”, dijo Alejandro Calvillo.

López Zepeda  dijo que, frente a un país con epidemia de sobrepeso y diabetes, a los anteriores legisladores no les interesó la población, y se vendieron a los grandes intereses de poderosas compañías.

“No había compromiso con la gente. Está claro que sus intereses y sus compromisos estaban con las grandes empresas. No representaban los intereses de la población, sino los de las grandes empresas”, expresó.

LA MANO DE LA INDUSTRIA

El sistema de etiquetado vigente en México –el que vemos en la parte inferior de los paquetes– es el de Guías Diarias de Alimentación (GDA), que consiste en mostrar los porcentajes de azúcares totales, grasa saturada, otras grasas, sodio y calorías de una porción del producto respecto a las cantidades recomendadas en una dieta de 2 mil kilocalorías.

Alejandro Calvillo recordó que ese etiquetado fue diseñado –para que no se entienda– y fue introducido por la propia la industria desde 2009 y fue aprobada por la Cofepris como norma en 2014.

“Está muy demostrado cómo el proceso de etiquetado en México tuvo una interferencia de la industria”, agregó el especialista.

La política de salud y contra la obesidad que encabezó el ex Presidente Enrique Peña Nieto fue solo una simulación, afirmó el director de Poder del Consumidor.

Como ejemplo, Calvillo recordó que la Secretaría de Salud creó el Observatorio México de Enfermedades No Trasmisibles, el cual invitó a la industria de refresqueras a sentarse con ellos la mesa para evaluar las políticas integrales contra la obesidad.

“Realmente fue un nivel de contubernio tremendo y pues obviamente no se hizo nada de fondo para combatir la obesidad”, destacó.

Coca-Cola FEMSA, el embotellador más grande de productos Coca-Cola en el mundo en volumen de ventas. Eva Gonda de Rivera, viuda del fundador de FEMSA Eugenio Garza Lagüera, es la quinta persona más rica de México con 6 mil 700 millones de dólares (Forbes, 2019).

APROBACIÓN EN LA CÁMARA

La aprobación al proyecto de decreto en materia de sobrepeso, obesidad y etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas fue unánime.  445 votos a favor. Ni un solo voto en contra.

“El etiquetado frontal de advertencia deberá hacerse en forma separada e independiente a la declaración de ingredientes e información nutrimental, para indicar los productos que excedan los límites máximos de contenido energético, azúcares añadidos, grasas saturadas, sodio y los demás nutrimentos críticos e ingredientes que establezcan las disposiciones normativas competentes”, establece la reforma.

Los diferentes grupos parlamentarios que declararon a favor del dictamen, destacaron se trata de un garantizar el derecho a la información, que los consumidores estuvieran informados.

“Es por un derecho que tenemos todos a saber y conocer lo que estamos consumiendo”, dijo Sonia Rocha Acosta, diputada panista.

La diputada Frida Esparza Márquez, a nombre del Partido de la Revolución Democrática (PRD) dijo estar a favor del dictamen, pues “permitirá a la sociedad seleccionar de manera libre e informada el alimento que consumen”.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016 (ENSANUT), a nivel nacional, sólo el 17 por ciento de la población lee el etiquetado y conoce la cantidad de calorías que debe consumir al día.

“Estos sellos no nos prohíben consumir los productos, pero nos invitan a hacer cambios graduales a nuestra alimentación”, comentó la diputada María Guadalupe Almaguer Pardo.

Durante la discusión de la reforma hubo legisladores que expresaron críticas. Gerardo Fernández Noroña, del Partido del Trabajo (PT), señaló que no compartía “la alegría que se ha manifestado en tribuna respecto a esta determinación”, y agregó que el cambio en el etiquetado no será bien recibido, porque la sociedad no lee “ni las etiquetas de lo que se comen”.

“Los etiquetados tendrían que ir más lejos, porque hay cosas que se presentan como alimentos y no lo son y tienen un consumo bárbaro”, agregó el legislador.

La activista Leticia López, de ANEC, explicó que la aprobación en la Cámara de Diputados es muy paso muy importante para orientar la agenda alimentaria de este país.

“Los intereses de las empresas chatarra han sido muy poderosos, pero hoy ganamos una batalla en favor de la población”, añadió.

Alejandro Calvillo insistió que el avance de la propuesta de regulación al etiquetado “habla de que la industria ha perdido ese control sobre la Secretaría de Salud y sobre Cofepris”.

La política contra la obesidad de Peña Nieto fue solo simulación, dijo Calvillo. Foto: Cuartoscuro.

¿QUE SIGUE?

Leticia López y Alejandro Calvillo comentaron que el siguiente paso es continuar con los trabajos de cabildeo, pero ahora en la Cámara de Senadores, que es a donde se turnó la iniciativa.

“Nosotros estamos esperanzados que la misma fuerza de los argumentos prevalezca en el Senado. Ya sería catastróficos que en la Cámara de Senadores no ocurriera eso. Vamos a ver cómo están las condiciones, pero nosotros estamos creyendo que se va aprobar, que el mismo fenómeno que pasó en la Cámara de Diputado se imponga”, dijo.

López destacó que se trata de una crisis salud pública, donde los niveles son catastróficos en México.

Durante 2017, el 88.6 por ciento de los mexicanos que fallecieron (622 mil 647) fue debido a una enfermedad, de acuerdo con las cifras de Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Las tres principales causas de estas muertes fueron ocasionadas por enfermedades del corazón (141 mil 619), la diabetes mellitus (106 mil 525) y tumores malignos (84 mil 142). Todas relacionadas a una mala alimentación.

Las Naciones Unidas (ONU), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) urgieron a México a la fácil comprensión de los etiquetados para para proteger los derechos de las niñas, niños y adolescentes.

“Estamos ante una epidemia, es un problema grave y no se vale no hacerle frente”, dijo el pasado 30 de septiembre, Lina Pohl, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Pohl expuso que hay evidencia científica que el etiquetado es una de las medidas más efectivas para reducir los índices de sobrepeso y obesidad.

La industria de bebidas azucaradas y comida chatarra no se quedará de manos cruzadas y emprenderá una intensa campaña contra la medida aprobada hoy, advirtieron los activistas.

“Van a empezar a chantajear, van a empezar una campaña donde van a decir que esto va a generar problemas económicos. Van hacer una campaña multimillonaria, lo vamos a ver en las próximas semanas para enfrentar eso como lo hicieron en algún momento contra los lineamientos es las escuelas y contra el impuesto a las bebidas azucaradas”, advirtió Alejandro Calvillo.

–Con información de Dulce Olvera

Sugeyry Romina Gándara
Ha trabajado como reportera y fotoperiodista de nota roja en Chihuahua. Los últimos años, ya radicada en CdMx, los ha dedicado a cobertura sobre temas de desaparición, seguridad y víctimas de la violencia.
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