Las viviendas y edificaciones derrumbadas en México por el sismo del pasado 19 de septiembre “pusieron en evidencia que las localidades más afectadas no cuentan con la más mínima planeación urbana ni con las normas mínimas, licencias de construcción actualizadas ni falta de gestión para evitar la auto construcción”, determinaron urbanistas y arquitectos mexicanos.
Solicitaron instalar un comité técnico independiente del gobierno y la iniciativa privada, apoyado de la academia y organizaciones, para la reconstrucción tras los sismos, así como replantear una planeación urbana con derechos humanos a nivel nacional que incluya un instituto para la vigilancia y el cumplimiento de las normas.
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Ciudad de México, 2 de octubre (SinEmbargo).- Ante el desarrollo desordenado y sin supervisión, urbanistas y arquitectos llamaron a instalar un comité técnico independiente del gobierno e iniciativa privada apoyado de la academia y organizaciones para la reconstrucción tras los sismos, así como replantear una planeación urbana con derechos humanos a nivel nacional que incluya un instituto para la vigilancia y el cumplimiento de las normas.
El académico en urbanismo Armando Ramírez Palomo, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, expuso que después de realizar un censo completo de los afectados luego de las demoliciones, es necesario imponer un comité técnico sin la participación del gobierno ni de la iniciativa privada.
La academia debe sumar esfuerzos para vigilar y mejorar los prototipos que consideren la transparencia y rendición de cuentas, dijo.
Posteriormente, debe surgir una nueva planeación territorial y políticas públicas urbanas con base en las “necesidades diferenciadas” de las comunidades y delegaciones, pidieron los especialistas.
El director de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Morelos, Adolfo Enrique Saldívar, planteó que los políticos tienen desconocimiento en planeación urbana y hacen ocurrencias, por lo que propuso un frente nacional de reconstrucción para “replantear un rumbo de planeación urbana considerando el derecho a la ciudad”.
En entrevista, expuso que en Cuautla, Morelos, ya existe un Instltuto Municipal de Planeación Urbana desde enero de este año conformado por academia, sociedad y ayuntamiento.
Durante la conferencia de prensa acusó que en vez de diseñar “ciudades operativas” que permitan el desarrollo, han surgido “centros de corrupción que consienten a mobiliarias, lo que lleva a la mala utilización del suelo”.
Las viviendas y edificaciones derrumbadas, al menos en Morelos, “pone en evidencia que las localidades más afectadas no cuentan con la más mínima planeación urbana ni con las normas mínimas, licencias de construcción actualizadas ni falta de gestión para evitar la auto construcción [sin capacitación]”, determinó el arquitecto Saldívar.
El urbanista de la Universidad Autónoma de México, René Coulomb Bocs, coincidió en que “tenemos que rediseñar el actual sistema de planeación territorial de la ciudad”.
En colonias como la Roma y la Condesa, aseguró Coulomb, teníamos 15 años de “especulación mobiliaria brutal, excluyente y gentrificada”. Pero el sismo devalúa entre 30 y 40 por ciento los valores inmobiliarios.
Se tiene una política urbana “montada” sobre un concepto de ciudad densa y compacta “del brazo” de una especulación inmobiliaria, en vez de basarse en una ciudad con derechos al espacio público y seguridad, agregó el urbanista.
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La directora del Colegio de Urbanistas de México, Dolores Franco, y el académico de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, Salvador Urrieta, enfatizaron que el proceso de reconstrucción va más allá de “sustituir piedras”, ya que debe considerarse un enfoque integrado que tome en cuenta las necesidades particulares de las colonias, así como los problemas ya existentes, entre ellos, las inundaciones y socavones.
La ingeniera Adriana Lobo, del World Resource Institute, aseguró que el problema no son las viviendas verticales, ya que también se cayeron de un piso, sino las hechas con materiales como adobe o las autoconstruidas sin capacitación.
Por ello Lobo urgió a la vigilancia del cumplimiento de la reglamentación, sobre todo en las viviendas de la población con menores recursos y considerando un nuevo marco de planeación urbana.