Ciudad de México, 2 de octubre (SinEmbargo).– En el marco de las manifestaciones pro democracia en Hong Kong, Chai Yan Leung, hija del Gobernador Leung Chun-ying, manifestó su ira en Facebook después de que un usuario comentó que en una de sus fotos sale con un collar de perro.
“¡El collar en mi foto de perfil no es un collar de perro, tonto! ¡No sé si has visto a un canino antes, pero de hecho son muy comunes alrededor del mundo!”, escribió en un mensaje.
“En realidad, este es un hermoso collar comprado en Lane Crawford (¡Sí, financiado por todos ustedes, contribuyentes de Hong Kong! ¡Al igual que mis bellos zapatos y vestidos! ¡Muchas gracias!)”, agregó.
Y finalmente concluyó que “en rigor, no debería decir ‘todos ustedes’, ya que muchos deben ser desempleados, dado que tienen tanto tiempo para obsesionarse conmigo y bombardearme con mensajes”.
Hoy, el líder Cy Leung Chun-ying aseguró que no dimitirá del cargo, como exigen los estudiantes que encabezan las protestas democráticas, aunque anunció una iniciativa de diálogo con ellos.
Leung dijo en una conferencia de prensa a última hora de la noche que ha nombrado a la “número dos” del gobierno local, Carrie Lam, para que dialogue con representantes de los estudiantes y discuta una reforma constitucional.
Sin embargo, luego precisó que ese diálogo sería dentro de los parámetros de la reforma electoral aprobada por las autoridades chinas.
Mientras, en las afueras de la sede del Gobierno de esta región administrativa especial china, centenares de ciudadanos recibían con abucheos las declaraciones de Leung, algunos acusándole de “comprar tiempo y no tomar decisiones”.
Las protestas, pacíficas y ordenadas, han puesto a la reforma política de Hong Kong en primera fila de la atención mundial, lo que ha incomodado notablemente al gobierno chino, que ha visto como las fiestas nacionales de estos miércoles y jueves estaban dominadas por los manifestantes de su ciudad del sur.
Leung, de 60 años y en el cargo desde julio de 2012, es una figura poco apreciada en el territorio, ya que según varios analistas es percibido por la población como simple comparsa de los movimientos políticos de Pekín.