Por Enrique Mendoza Hernández
Ciudad de México, 2 de septiembre (SinEmbargo/Zeta).– Enrique Peña Nieto no irá al Congreso de la Unión para presentar su Primer Informe de Gobierno. Eso le corresponderá a un miembro de su gabinete. El Presidente permanecerá en el búnker militar de Los Pinos, y será hasta el lunes 2 de septiembre cuando lea un mensaje a la nación.
El constante cambio de sede, día y hora en relación al mensaje del Primer Informe de Peña, contribuyó a la incertidumbre política. Una de las primeras hipótesis fue que no podían seleccionar un lugar con antelación, pues hacia allá marcharían los miles de manifestantes que mantienen la Ciudad de México en un caos urbano. Aparte, representantes de la izquierda mexicana han anunciado sus propias manifestaciones para los primeros días de septiembre.
Las manifestaciones por las reformas que el Presidente Peña ha promovido en el Pacto por México, son el preámbulo del caos del Primer Informe. A ello se suma la débil maniobra que el Gobierno de la República ha emprendido para disminuir los índices de inseguridad, los enfrentamientos y el crecimiento de los cárteles.
“Hay una política mediática muy sofisticada por parte de la administración Enrique Peña Nieto, que está dando resultados muy positivos en cuanto a la imagen de México, en cuanto a la imagen, pero que es básicamente una cortina de humo que se proyecta al exterior”, expresa el doctor Edgardo Buscaglia, presidente del Instituto de Acción Ciudadana en México, e investigador principal de la Universidad de Columbia.
Enrique Peña Nieto ha optado como estrategia gubernamental lo que Buscaglia denomina “show mediático” para esconder estadísticas:
“Acabo de dar conferencias [en Europa], donde me preguntan si yo pienso que las cosas van mejorando en México, ya que eso parecería ser el caso por las noticias que los profesionales que me rodean en estos países leen; o sea que las políticas mediáticas están invirtiendo mucho dinero al show mediático, con un nivel de sofisticación más elevado que el que veíamos antes. Tratan de esconder las estadísticas o de jugar con ellas, o de mostrar estadísticas que no existen. En ese sentido el Presidente Peña Nieto continúa con su especialización mediática desde hace años”.
El doctor Buscaglia es contundente: “Vemos que éste es un Presidente que se ha sustentado mucho en la imagen, en las políticas de medios muy sofisticadas para poder llegar a la Presidencia, y continúa como si estuviese en campaña política”. El “show mediático” va fortalecido con retórica: “No vemos todavía una estrategia que esté siempre implementada, vemos mucha gendarmería en los discursos, pero no se sabe muy bien de qué se trata, cuál es la estrategia de esa gendarmería y cuándo va a comenzar a trabajar”.
El investigador advierte que “hasta ahora no puedo decir que existan resultados, pero menos aún, no hay una estrategia que todavía podamos evaluar”.
La única certeza es el modelo económico evidentemente salinista: “Se trata de esconder la realidad mexicana para que siga fluyendo la inversión extranjera hacia sectores políticamente protegidos. Es el viejo modelo salinista, de Carlos Salinas (1988-1994), pero ese modelo ha resultado ser insostenible a largo plazo. México no es un país que crezca, su tasa de crecimiento aún definida por sus propios amigos en la OCDE y por la revista The Economist, ha sido paupérrima en los últimos 30 años en México”.
“No se han generado trabajos, innovación, se han generado cortesanos monopolistas del poder político que se han transformado en billonarios conocidos a nivel mundial por sus fortunas, pero no han generado innovaciones tecnológicas. O sea, es un modelo fracasado el que sigue sosteniendo el Presidente Peña Nieto, pero con una mejor pantalla mediática que a muchas personas las hace sentir mejor, pero lamentablemente hay mucho ruido y pocas nueces”.
LAS “ESTADÍSTICAS CHATARRA” DEL PRESIDENTE
El gobierno de Peña Nieto reconoce nada más 7 mil 128 “homicidios dolosos relacionados a delitos federales” entre el 1 de diciembre de 2012 y el 30 de junio de 2013.
No obstante, el semanario Zeta documentó 13 mil 775 ejecuciones relacionadas con el crimen organizado en ocho meses de gobierno, entre el 1 de diciembre de 2012 y 31 de julio de 2013.
“Hay muchas personas en fosas comunes enterradas, hay muchos individuos desaparecidos, y por lo tanto, las tasas de homicidio por ahora son desconocidas. Y aun los cuerpos que se encuentran, como bien lo indica el colapso del sistema judicial existente en México, no te da la capacidad para definir si el homicidio se debió a la delincuencia organizada o a un homicidio común; no sabemos, porque el sistema judicial no está produciendo sentencias, ni siquiera investigaciones que puedan clasificar esos homicidios. Por lo tanto, todas esas estadísticas del Gobierno Federal son estadísticas chatarra que no están judicializadas”, lamentó Buscaglia.
–Usted ya ha dicho antes que durante el sexenio de Felipe Calderón, no se tocó al crimen organizado de cuello blanco. ¿Se ha tocado la estructura financiera del crimen organizado en los primeros nueve meses del sexenio de Enrique Peña Nieto?
–No, sigue siendo un agujero negro ese tema, que forma parte de ese vacío de Estado. Los grandes vacíos de Estado en México continúan siendo un sistema judicial que brilla por su ausencia, donde de cada cien delitos, se sentencian uno o dos. Otro vacío de Estado es la ausencia de controles patrimoniales aplicados a políticos y empresarios de envergadura, es un vacío enorme de Estado, hay un vacío institucional de controles patrimoniales que hace que la corrupción de cuello blanco continúe en aumento. Entonces no vemos todavía que en el tema de corrupción política y controles patrimoniales de las élites mexicanas se haya avanzado en lo más mínimo. Sigue siendo un agujero negro, un gran misterio, qué es lo que piensa hacer el Presidente con este cáncer latente que sigue carcomiendo al país. Así que la respuesta, creo que es bastante clara.
–¿Ve alguna diferencia entre el sexenio de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto en cuanto a política de seguridad y combate al crimen organizado?
–Al Presidente le gustaría que haya más diferencias, creo que él entró con esa idea, de que exista un gran contraste entre su administración y la del Presidente Calderón en cuanto a la imagen de medios y en cuanto a las acciones a tomar. Dados los grandes vacíos de Estado, el colapso del sistema judicial continúa latente, las policías continúan con su corrupción; lamentablemente el Presidente se encuentra en un limbo, en una zona gris donde intenta aplicar muchos instrumentos de inteligencia operativa para que no se observen estas grandes masas de soldados por las calles. Lamentablemente, continúa el rol de las fuerzas armadas con un nivel quizás de 10 mil, 15 mil soldados menos, pero continúa siendo el instrumento principal las fuerzas armadas para ocupar espacios donde existen vacíos de poder civil. México tiene enormes vacíos de poder civil a nivel municipal, a nivel judicial, a nivel de controles patrimoniales, y esos vacíos de poder civil de Estado los están ocupando las fuerzas militares, lo que constituye un espasmo muy antidemocrático; sigue siendo un problema que debilita a una incipiente democracia como es la mexicana, el hecho de tener a los militares en un rol continuamente apostado al rol de ocupar vacíos de poder civil de Estado. Entonces, continuamos con el mismo enfoque que Calderón, a un poquito menor escala, pero es el mismo enfoque y con una política de medios mucho más sofisticada que la de Calderón, lo que a los extranjeros les hace pensar que las cosas mejoran, debido a que están invirtiendo o malgastando a través de embajadas o consulados cientos de millones de dólares de ustedes. De ese tema conoce mucho el embajador Medina Mora, a eso se dedica.
–¿Qué lectura le da a la liberación en conjunto de Raúl Salinas de Gortari, Rafael Caro Quintero y el General Tomas Ángeles Dauahare?
–Más allá de la inocencia o culpabilidad de cada uno de estos personajes o personas, lamentablemente no hay una justicia independiente ni autónoma; entonces, por más que la persona sea inocente o culpable, en los casos de Caro Quintero o la maestra Elba Esther son dos caras de la moneda, la justicia se vende al mejor postor políticamente hablando, o económicamente hablando en México. Por supuesto, seguimos utilizando la extradición como válvula de escape de un sistema judicial colapsado. Nuevamente Estados Unidos viene con su pedido o solicitud de extradición, y nuevamente tenemos que estar buscando a Caro Quintero, que se esfumó, para reenviarlo a Estados Unidos. O sea, las extradiciones en México no son procesos jurídicos legítimos, sino válvulas de escape de un sistema judicial colapsado que brilla por su ausencia.
— ¿Cuáles son sus expectativas para lo que falta del sexenio de Enrique Peña Nieto?
–Estamos a más de cinco años de que termine esto, entonces, uno siempre pretende fomentar la estabilidad política y, ante todo, el bienestar de la sociedad donde uno trabaja; uno nunca le desea el mal a una administración como la del Presidente Peña Nieto; todo lo contrario, ojalá que el Presidente Peña Nieto, o a través de sus asesores, pueda elevarse históricamente, comenzar a pensar y actuar como un estadista, y no como un político de cafetín.
“LA VIOLENCIA VA PARA RATO”
Sergio Aguayo, catedrático de El Colegio de México, también compartió su comentario en torno a los primeros nueve meses del Gobierno de la República, a propósito del Primer Informe: “Enrique Peña Nieto confirma que el México bronco está suelto y anda trotando por todos los caminos de México, y que no es lo mismo ganar una elección en las urnas que enfrentar a un país donde el poder está tan fragmentado y en manos de actores tan disímbolos.
“Mi opinión al día de hoy, miércoles (28 de agosto), es que la CNTE ha ido perdiendo espacio por los métodos que utiliza, espacio político, creo que las declaraciones de Osorio Chong son uno de los indicadores de este cambio en las historias de los gobernantes”.
Hugo Aboites, doctor en Educación por la Universidad de Harvard e investigador titular del Departamento de Educación y Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-Xochimilco), sintetizó: “Estamos en una situación donde la perspectiva del gobierno de Peña Nieto no se ve con los mismos ojos con los que se veía hace apenas ocho meses, y sí se abren dudas importantes respecto de su capacidad para mantener el pacto para generar un proceso de desarrollo económico sostenido, firme y, además, generalizado”.
Tomando en cuenta la tensa situación entre el gobierno y los manifestantes, se le preguntó al doctor Aboites sobre qué consecuencias o repercusiones habría para que el gobierno peñista continúe con su plan de las reformas:
“Evidentemente que la reforma financiera y energética, y todas las demás que están en la lista, entran en una dinámica de suspensión o retraso, o discusión en condiciones radicalmente distintas a las que existían hace quince días; así de importante es esta movilización para la perspectiva del Pacto por México”.
“Vemos nosotros en la mesa de negociación, pues, a un conjunto de legisladores profundamente dividido, una parte de las horas que gastamos en las horas de negociación, se van en las discusiones y reclamos que hay entre los propios partidos, mientras la representación de los maestros pues guarda silencio, los observa, valora esta situación que habla de una profunda crisis ya al interior del propio Congreso de la Unión y del Pacto por México”, agregó.
MÁS MUERTOS QUE CON PEÑA
En la 34 reunión del Consejo Nacional de Seguridad, el Presidente Enrique Peña Nieto dijo develar la estrategia que su gobierno a ocho meses de iniciado seguirá para combatir el crimen organizado. No hubo novedades. Acaso manipulación de cifras.
Sin números específicos ni estrategia definida, solo su palabra como fuente, Peña aseguró que de diciembre de 2012 a julio de 2013, los homicidios producto del crimen organizado habían disminuido un 20 por ciento en relación al mismo periodo, pero del sexenio de Felipe Calderón.
La realidad es otra. De diciembre de 2011 a julio de 2012, con el panista en Los Pinos, en México sucedieron 12 mil 374 ejecuciones, mientras que de diciembre de 2012 a julio de 2013, con Peña en la Presidencia, 13 mil 775, con lo que se registra -en base a números del Centro Nacional del Información, el Secretariado Ejecutivo de Seguridad y otros un 11.32 por ciento de incremento en los homicidios dolosos.
Aun así, el 27 de agosto, Peña fue optimista y recurrió, una vez más, a las promesas en relación a las acciones para combatir al crimen organizado, el narcotráfico, y disminuir la inseguridad y la violencia. Presentó Los 10 Principales Elementos de la Política Pública en Materia de Seguridad y Justicia:
1. Devolver la paz y la tranquilidad a las familias mexicanas. “Desde el inicio de la administración, nos hemos enfocado a combatir el fenómeno delictivo con una visión integral, que sitúa a la persona en el respeto a sus derechos, en el centro de los esfuerzos públicos”.
2. La Gendarmería Nacional, que expuso, estará lista en 2014: “Reiterar ante ustedes, como lo ha expuesto el señor Comisionado Nacional de Seguridad Pública, este objetivo, esta definición y este propósito que hemos comprometido de crear una Gendarmería Nacional va hacia adelante”.
3. “Una nueva división de la propia Policía Federal... a partir de elementos civiles, con formación militar y policial; además, con capacidades para la investigación, que será una de las tareas relevantes que en el marco del nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio y Adversarial”.
4. Transformación del Sistema Penitenciario, “los centros de readaptación deben lograr que los internos, al concluir su sentencia, puedan reinsertarse con éxito en la sociedad y no volver a delinquir”.
5. Promoción y articulación de la participación ciudadana. “La sociedad tiene mucho que aportar desde la denuncia del delito, la organización de comités vecinales, e incluso, en labores de servicio social y reconstrucción del tejido comunitario”.
6. Cooperación internacional, “el diálogo e intercambio ordenado y permanente con otras naciones, es esencial para hacer frente a las organizaciones criminales transnacionales”.
7. Información que sirva al ciudadano: “Estamos decididos a transparentar y sistematizar las estadísticas en materia de seguridad y justicia, a fin de que los ciudadanos conozcan la evolución que tengan estas variables”.
8. Coordinación entre autoridades, “para servir a la sociedad, las corporaciones, lejos de competir entre sí, deben coordinarse y trabajar en un frente común ́”.
9. Regionalización, “cada una de las cinco zonas operativas en que se ha dividido al país responde a la necesidad de enfocar los esfuerzos institucionales, de acuerdo a las particularidades de cada región, en aras de lograr una respuesta oportuna y eficaz”.
10. Fortalecimiento de la inteligencia, “la fuerza del Estado no debe medirse solamente por su poder de fuego, sino por su capacidad para aplicar la Ley con la menor violencia posible. Para ello, es indispensable contar con inteligencia eficaz”.
Después de su nuevo decálogo de deseos y acciones para disminuir la inseguridad, el Presidente Peña habló de sus logros: “A través de sus instituciones, corporaciones y agrupaciones, a la fecha, esto ya como resultado que se ha tenido de la instrumentación de esta política que empezamos a seguir y a aplicar desde el mes de diciembre del año pasado, hoy se ha logrado ya la captura o detención de 62 de los 122 presuntos delincuentes más buscados, para que ya no sean éstos una amenaza para la sociedad.
“Gracias a la coordinación efectiva y la inteligencia eficaz que distingue a esta política pública, en el periodo que va de diciembre de 2012 a julio de 2013, se redujo en 20 por ciento el número de homicidios vinculados con delitos federales, respecto al mismo lapso del año anterior”.
Completó sin dar números, ni nombres, ni procesos, ni sentencias, mucho menos estadísticas: “Esta reducción en el número de homicidios, se ha logrado aplicando la Ley y priorizando la detención de los integrantes de los grupos criminales más violentos del país”.
Y luego la modestia ante los “resultados”: “A pesar de lo significativo y alentador de estas cifras, es importante reconocer que son apenas primeros resultados. Y en cualquier caso, el Gobierno de la República no caerá ni en triunfalismos, y menos en autoelogios”.
Hasta ahí, las nuevas promesas del Gobierno de la República, para disminuir la inseguridad y la violencia en el país.