José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”, pasó de robar camiones a ser el líder del Cártel Santa Rosa de Lima y uno de los responsables de la creciente violencia en el estado de Guanajuato. La búsqueda para capturarlo se intensificó en este sexenio cuando se emprendió una lucha en contra del huachicoleo, razón por la cual el capo amenazó en varias ocasiones al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ciudad de México, 2 de agosto (SinEmbargo).– José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”, fue hasta hoy uno de los hombres más perseguidos por las autoridades de México por liderar el Cártel Santa Rosa de Lima (CSRL), el grupo criminal responsable de la creciente violencia que desde hace más de un año azota al estado de Guanajuato.
La búsqueda para capturar a “El Marro” se intensificó este sexenio, cuando el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador emprendió una lucha en contra del robo de combustible (huachicoleo) en Petróleos Mexicanos (Pemex). Pero “El Marro” no sólo era perseguido por el Gobierno, también por su rival, Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), también le seguía los pasos.
Diversos videos que se filtraron este año mostraron las amenazas del CJNG hacia “El Marro”. Incluso él mismo acusó al Ejército de estar coludido con sus enemigos en esta persecución para detenerlo. Por ello, el capo también amenazó a sus enemigos y advirtió al Gobierno que pelearía hasta el final.
En dos ocasiones aparecieron mantas en el estado de Guanajuato, de donde es originario, con mensajes dirigidos al Jefe del Ejecutivo federal en donde se le advierte que continuará la violencia en el estado pese a la presencia de marinos y militares.
“Ya viste que me metí con la Delegación Norte, me metí con tus pinches policías y que si me tumbaste a X de mi gente, yo te voy a reventar el doble y por cada gente que me chingues, dos tuyas la van a pagar. Sigues sentenciando a más policías inocentes, la próxima vez el regalo que te mandé a la refinería va a llegar hasta Cuitláhuac #90 en la Colonia Toriello en Tlalpan”, se leía en la segunda manta.
En la primera manta alertaba de un supuesto explosivo en una camioneta abandonada cerca de la refinería en esa entidad, un hecho que nunca ocurrió, según declaraciones de las autoridades.
El Cártel de Santa Rosa de Lima mantiene una disputa con el Cártel Jalisco Nueva Generación, considerado como uno de los más poderosos de México, para controlar el mercado del robo de hidrocarburos, del narcomenudeo y la extorsión, como admiten las autoridades estatales.
Los primeros indicios de esta guerra entre los dos cárteles datan del 2017, cuando el CJNG incursionó de manera voraz en el robo de combustible en Guanajuato. Producto de esta disputa el estado se convirtió en el más violento de México.
Tan solo en el primer semestre del año han sido asesinadas 2 mil 293 personas, con un promedio de casi 13 víctimas diarias. De acuerdo con las autoridades locales, el 91 por ciento de estos homicidios están vinculados con el enfrentamiento entre las citadas organizaciones criminales.
DE ROBAR CAMIONES A LÍDER DE UN CÁRTEL
José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”, pasó de robar camiones a ser el líder del Cártel Santa Rosa de Lima y uno de los responsables de la creciente violencia que desde hace más de un año azota al estado de Guanajuato. Además de liderar una dura lucha contra el Cártel Jalisco Nueva Generación en esa región, es uno de los hombres más perseguidos por las autoridades de México.
“El Marro” nació en la provincia de Santa Rosa de Lima, en el municipio de Villagrán, estado de Guanajuato. Aunque no es clara la forma en que ingresó a la criminalidad, su nombre se hizo famoso en el panorama mediático mexicano en 2017, cuando se hizo viral un video en donde aparece en compañía de decenas de hombres armados amenazando al CJNG.
Entre sus antecedentes criminales se encuentra una captura en 2008 por robo y delincuencia organizada, aunque al parecer no cumplió la condena tras ser liberado luego de pagar una alta suma por su fianza.
En 2014 incursionó en el robo de combustible como lugarteniente de David Figueroa, alias “El Güero” exdirector de la Policía Estatal Preventiva de Chiapas a quien se le identifica como miembro fundador del Cártel de Santa Rosa de Lima.
Para 2017, Yépez ya había asumido el mando de la organización y comenzó a ganar notoriedad tras la agudización del conflicto con el CJNG por el control del negocio de robo de combustible o “huachicoleo”.
Desde entonces, y a diferencia de otros líderes huachicoleros que mantienen un perfil más bajo, “El Marro” se ha convertido en uno de los nombres protagonistas del hampa mexicana pese a la naturaleza meramente local de su organización.
Su notoriedad hizo que las autoridades mexicanas le declararan la guerra al CSRL, por lo que en 2019 el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la creación de un operativo conjunto en contra del huachicol con el fin de desmantelar la organización.
Si bien las autoridades le seguían la pista desde entonces, “El Marro” había logrado escapar de varios operativos en busca de su captura. En marzo del año pasado, cuando las autoridades ingresaron por la fuerza al poblado de Santa Rosa de Lima siguiéndole el rastro, logró escapar por una serie de túneles que conectaban su casa con viviendas aledañas. En octubre se llevó a cabo sin éxito un operativo similar.
Su arresto se había dificultado en parte por la protección que le brindan varias comunidades a lo largo de Guanajuato, las cuales han llegado a protagonizar protestas y bloqueos viales para detener el avance de los operativos militares en su contra.
Desde que se declaró la lucha contra el huachicol se le han confiscado varios bienes y se han capturado varios miembros de su círculo cercano, entre ellos su padre y su esposa, a lo que “El Marro” había respondido con violentas manifestaciones de poder, como el asesinato de funcionarios públicos locales y bloqueos constantes.
Como jefe del CSRL, “El Marro” dirige las operaciones de extracción ilegal de hidrocarburos en el estado de Guanajuato, centro de operaciones del cártel.
Se estima que la organización puede llegar a extraer diariamente entre 40 y 50 pipas de gasolina de las tuberías de la empresa nacional Pemex. Esto representaría una ganancia de hasta 1.5 millones de dólares al día.
A raíz de la embestida estatal en contra del huachicoleo en 2019, que incluyó el congelamiento de las finanzas del grupo, el CSRL se ha visto obligado a expandir su portafolio criminal, lucrándose de otras actividades como el secuestro, el sicariato y la extorsión.
–Con información de Insightcrime