Los críticos han cuestionado la transparencia y las estadísticas de la que es ahora una misión de tres mil millones de dólares desde el lanzamiento de la llamada Operation Lone Star en la primavera de 2021. Algunos arrestos, incluso por pequeñas cantidades de marihuana en paradas de tráfico, parecen no tener nada que ver con la seguridad fronteriza.
Por Paul J. Weber
AUSTIN, Texas, EE.UU. (AP) — El intento de contrabando humano que recientemente dejó 53 migrantes muertos en Texas, el más mortífero de la historia de Estados Unidos, pone de manifiesto las limitaciones de la masiva operación de seguridad fronteriza del Gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott.
Luego de la tragedia, Abbott ordenó a los policías estatales que inspeccionen más camiones, expandiendo de nuevo una misión de seguridad fronteriza que ha costado miles de millones de dólares, le ha dado a la Guardia Nacional autoridad de arresto y ha enviado a migrantes en autobús a Washington, D.C.
Sin embargo, pasado un año desde que comenzaron, los planes de Abbott no han reducido el número de personas que cruzan la frontera.
A lo largo de la frontera de Texas, donde las autoridades dicen que comenzó la fatal travesía del tractocamión el lunes, las autoridades impidieron que migrantes cruzaran ilegalmente 523 mil veces entre enero y mayo, 417 mil más que el mismo período el año pasado. El número refleja cómo, en la frontera con México, los cruces están su nivel más alto en dos décadas o cerca.
El intento de contrabando humano más mortífero en la historia estadunidense ilustra las imitaciones del enorme aparato fronterizo de Abbott en momentos en que el Gobernador de dos mandatos, que aspira a reelección en noviembre, culpa al Gobierno del Presidente Joe Biden.
Los activistas que defienden a los migrantes han respondido a las críticas de Abbott diciendo que Biden está concentrado en el cumplimiento de la ley.
“Texas va a tomar medidas para hacer nuestra parte para reducir la inmigración ilegal al país”, dijo el Gobernador el miércoles en el pueblo fronterizo de Eagle Pass.
Dijo que la policía estatal comenzará a inspeccionar más camiones con remolque a raíz de la tragedia. No dio detalles sobre la magnitud o la ubicación de los retenes de inspección, pero, a diferencia de un esfuerzo de inspecciones hace tres meses que paralizó durante una semana el tráfico en la frontera del estado, los agentes no van a revisar cada camión remolque que entre a Texas.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas no respondió el viernes a preguntas sobre cuántos camiones habían sido inspeccionados desde la orden del Gobernador ni si se habían encontrado migrantes.
Los críticos han cuestionado la transparencia y las estadísticas de la que es ahora una misión de tres mil millones de dólares desde el lanzamiento de la llamada Operation Lone Star en la primavera de 2021. Algunos arrestos, incluso por pequeñas cantidades de marihuana en paradas de tráfico, parecen no tener nada que ver con la seguridad fronteriza. Luego del despliegue apresurado de la Guardia Nacional, algunos miembros se quejaron de baja moral, pagos retrasados y poco que hacer.
Desde abril, Abbott ha ofrecido a los migrantes viajes en autobús a Washington, diciendo que estaba llevado el problema de la migración a las puertas del Congreso. Hasta ahora, tres mil migrantes han hecho el viaje a un costo de más de cinco millones de dólares.
“Greg Abbott lo que quiere hacer es frases y gestos de ‘te pillé’, sin soluciones reales”, comentó el Senador estatal Demócrata Roland Gutierrez, cuyo distrito incluye el camino secundario cercano a San Antonio en el que se descubrió abandonado el camión. “Se está gastando 10 mil millones supuestamente para proteger la frontera y no ha hecho una sola cosa para resolver la situación”.
Las autoridades fronterizas estadounidenses están parando a migrantes en la frontera sur en más ocasiones que lo que han hecho en al menos dos décadas. Los migrantes fueron detenidos casi 240 mil veces en mayo, un tercio más que hace un año.
Las comparaciones con los niveles prepandemia son complicadas porque los migrantes expulsados bajo una autorización de salud pública conocida como “Título 42” no enfrentan consecuencias legales, lo que alienta intentos reiterados. Las autoridades dicen que 25 por ciento de los encuentros en mayo fueron con personas que ya habían sido detenidas al menos una vez en el año previo.