Feral, opera prima de Andrés Kaiser, es una película bajo el género de falso documental que mezcla la realidad con la ficción, haciendo que el espectador dude respecto a que si lo que está viendo es verdadero o no. Una cinta que mete frescura a la cartelera mexicana con caras poco conocidas y con un relato bien elaborado que explora en el lado más salvaje del ser humano.
Ciudad de México, 2 de julio (SinEmbargo).– Inspirado en la obra del escritor y periodista Vicente Leñero, el director Andrés Kaiser presenta en salas de cine Feral, su ópera prima. Una película que explora el género de falso documental.
La historia se sitúa en Oaxaca en el año de 1986. Juan Felipe de Jesús es un sacerdote que habita en medio del bosque. Una experiencia psicoanalista en el monasterio del que era parte le cambió la vida y lo llevó a vivir como ermitaño. En medio del “exilio”, la vida de este cura da un vuelco cuando encuentra a tres niños salvajes a los que intenta incorporar a la sociedad.
Éste es el punto de partida del filme que toma elementos de la obra de teatro Pueblo rechazado de Leñero, basada en hechos reales sobre el monasterio de Santa María la Resurrección y que cautivó pronto la atención de Kaiser, quien fue alumno del escritor.
“Le preguntaba (a Vicente) qué había pasado con los monjes, porque el Vaticano termina con ese monasterio y lo cierra. Leñero me dijo que no sabía, que no siguió con la pista. Ahí es donde parte la primera semilla de imaginar uno de estos personajes, un monje anónimo de este monasterio que está viviendo un proceso de ver si su fe es verdadera, si en verdad él pertenece a la vocación religiosa, y ese proceso es interrumpido, entonces no queda de otra más que continuar con ese proceso por su cuenta, y se va al bosque a seguir una vida de contemplación en donde en vez de encontrarse a Dios a sus manera sobrenatural se encuentra al ser humano es su manera más terrenal y más salvaje”, dice en entrevista con SinEmbargo.
Para abonar ficción a este falso documental que parte de lo real, Andrés Kaiser alimentó su cinta con otras dos lecturas que habían impactado en él: El señor de las moscas, de William Golding; y los trabajos de Jean Itard sobre Víctor de Aveyron, un niño salvaje encontrado en un bosque de Francia en 1801.
La cinta brinca de lo real a la ficción cuando este sacerdote documenta en docenas de videocassettes su trabajo con los niños, a la par que el espectador de Feral es testigo de una dosis de datos reales de lo que sucedió en el monasterio de Santa María la Resurrección y su conflicto con el Vaticano.
“Cuando yo llegué a ver los primeros falsos documentales como género quedé fascinado. Me quedé impresionado de la enorme capacidad creativa y de género que tiene el falso documental. Puedes hacer una comedia o puedes hacer un drama profundo. […] La libertad que tenía el género me encantó. Tan libre es que incluso en este caso, en Feral, permite mezclarlo con metraje encontrado. Te permite hacer una película de época. Es una película a dos tiempos, una película en el presente y otra en el pasado. Tiene un hiperrealismo que pone en una posición al espectador, no digo incómoda, pero sí tiene que dejarse ir y creer o te ponen la duda. Se alimenta mucho de la duda”.
En Feral, Kaiser explora en el encuentro con el lado más salvaje del ser humano que emana desde su origen en la tierra. Además, el cineasta conecta su formación como escritor y como editor de largometrajes.
La cinta cuenta con un elenco conformado por actores profesionales como el actor José Ángel García, quien tuvo su última partición en cine en en el filme antes de su muerte, y Héctor Illanes, además de actores naturales.
El casting a cargo de María Antonia Yanes hizo un gran esfuerzo al dar con los niños de la cinta, pues fue un año de ver a cerca de 100 menores de los que se eligieron tres.
“Por el formato del falso documental resultaba absurdo tener caras muy conocidas. La idea de jugar con el hiperrealismo era dar oportunidad a encontrar a actores de los cuales el público no tuviera tanto conocimiento y pudiera generar duda en el espectador”.
Feral estrena este viernes en un circuito independiente de salas de Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Toluca, Hidalgo, Tepoztlán y San Cristóbal de las Casas. Esto después de un buen paso por festivales internacionales como el Fantastic Fest y nacionales como Festival Internacional de Cine de Los Cabos en donde ganó el Premio FIPRESCI y el de la competencia México Primero.
“Es muy bueno y bonito ver la respuesta dentro de esos festivales del cine, del público, de la crítica, pero había un poco de un sentimiento desangelado de que la gente que quiera verla no tuviera la oportunidad de hacerlo. Ya de entrada liberar eso, yo personalmente, me siento liberado. Que la película se libere y que pueda tener una oportunidad de encontrar su público, de que la gente la pueda ver en una experiencia cinematográfica, como es una pantalla de cine y una sala a oscuras, porque para ello se invirtieron muchos recursos para que esa experiencia funcionara. Que los amantes del género y del cine documental, del horror, puedan experimentar y ver si conectan con ella. Ya es decisión de cada quien, aunque sí creo que encontrará gente que se identifique bien con ella”.