La tercera parte de El Conjuro continúa con Patrick Wilson y Vera Farmiga haciendo un gran trabajo como la pareja de los Warren, en esta ocasión presentarán un poco de su relación y el lazo tan fuerte que los une. Además, por primera vez no se trata de una casa embrujada o un objeto, sino de un joven que ya fue poseído y se encuentra en un juicio tras asesinar a una persona, ahora la pareja deberá buscar la forma de mostrar que sí estuvo involucrada una fuerza demoniaca.
Ciudad de México, 2 de junio (SinEmbargo).- Otra historia más de los Warren llega con El Conjuro 3: El Diablo Me Obligó a Hacerlo, película que se estrena este día en las salas de cine.
La nueva historia de la pareja Warren inicia con el exorcismo de David, un niño de 8 años, en el lugar se encuentra Arne Cheyne Johnson, quien trata de ayudar para que el demonio deje en paz al niño. Poco después, Arnie es acusado de un terrible asesinato y alega haber sido poseído por un demonio, Ed y Lorraine buscarán ayudar a este joven a demostrar la presencia demoniaca que habitó en él, parece que no será un camino fácil. Esta fue la primera vez en la historia de los Estados Unidos en la que el sospechoso de un homicidio alegaría posesión demoniaca en su defensa.
El Conjuro 3: El Diablo Me Obligó a Hacerlo, es una película que sin duda va a entretener pero no va a asustar, a diferencia de las primeras entregas de El Conjuro que lograron hacer saltar a varios de la butaca, esta vez, lo que destaca es que muestra otra faceta de los Warren, no se trata de una casa embrujada o un objeto, en esta ocasión la pareja estará presente durante un exorcismo que no resulta muy bien y tendrá consecuencias en un joven que es acusado de asesinato.
Ed y Lorraine se involucrarán por completo, se muestra un lado más personal de esta pareja, un poco de su historia y se hace énfasis en el lazo tan fuerte que los une y que será clave, tal vez, esto es lo que más se rescata de la cinta. Además, Patrick Wilson y Vera Farmiga tienen su sello muy bien definido como los Warren y en El Conjuro 3 ambos actores imprimen una carga emocional más intensa.
Un punto a favor es que se presenta una perspectiva diferente a las otras cintas, sin embargo, no logra provocar el miedo que las dos primeras consiguieron y la investigación que realizan los personajes para resolver el conflicto puede llegar a perder la atención del espectador. Tiene varias escenas buenas con efectos especiales que van muy acorde a la historia, pero al hablar del sonido, pareciera que abusa de los jumpscares, estos sonidos que llegan en el momento indicado para impactar a los asistentes.
El Conjuro 3: El Diablo Me Obligó a Hacerlo es una película entretenida para pasar un buen rato, sin embargo, no logra asustar o generar miedo en el espectador, dista mucho de sus dos antecesoras, aunque eso sí, es mejor que algunas de las cintas relacionadas a este franquicia, como La Monja.