Durante más de un año, elementos de más de 25 agencias vigilaron a 43 integrantes de esta sofisticada red, les compraron drogas de manera encubierta, a la vez que registraron seis meses de comunicaciones por medio de llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de sistemas encriptados de mensajería como WhatsApp y Signal.
El resultado fue la acusación que la Fiscalía del Distrito Sur de California presentó el martes 21 de mayo, luego de un operativo que logró la captura de 33 de estos delincuentes, el decomiso de cuatro armas de fuego y alrededor de 100 mil dólares.
Por Inés García Ramos
Tijuana, Baja California, 2 de junio (Zeta).– Es común que los narcotraficantes utilicen el servicio de correo para enviar paquetes con narcóticos, pero el mecanismo diseñado por una organización del Cártel de Sinaloa en San Diego, California, para infiltrarse en los sistemas de envíos de prestigiosas empresas como Ralph Lauren y llegar hasta destinos como Emiratos Árabes Unidos, fue lo que llamó la atención de un grupo de detectives y fiscales norteamericanos.
Durante más de un año, elementos de más de 25 agencias vigilaron a 43 integrantes de esta sofisticada red, les compraron drogas de manera encubierta, a la vez que registraron seis meses de comunicaciones por medio de llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de sistemas encriptados de mensajería como WhatsApp y Signal.
El resultado fue la acusación que la Fiscalía del Distrito Sur de California presentó el martes 21 de mayo, luego de un operativo que logró la captura de 33 de estos delincuentes, el decomiso de cuatro armas de fuego y alrededor de 100 mil dólares.
Matthew J. Sutton, Fiscal a cargo del caso, destacó que la diferencia entre esta organización y otras en el área radica en el nivel de sofisticación con la que operó.
“Estas personas creaban cuentas legítimas e ilegítimas de la empresa de paquetería FedEx o del servicio postal de Estados Unidos, pero además se colgaban de cuentas que pertenecían a grandes compañías establecidas que envían cientos de miles de paquetes al día y no se daban cuenta de estos envíos, facturaban a su nombre y usaban sus números de referencia”, detalló para ZETA.
En palabras de la agente especial de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Karen Flowers, quien encabezó la investigación, eran “delincuentes de cuello blanco” por sus esquemas no sólo de tráfico de drogas, sino de lavado de dinero.
Según información de la DEA, la metanfetamina que distribuía esta red a Estados Unidos y el Medio Oriente era fabricada en los laboratorios a cargo del Cártel de Sinaloa en México.
CRISTAL MÁS PURO Y MÁS BARATO
Durante la investigación que inició en abril de 2018, según detalló Flowers, autoridades confiscaron cerca de 37 kilogramos de metanfetaminas por medio de agentes encubiertos y operativos conjuntos.
Estos decomisos sirvieron para que los detectives aprendieran cómo operaba la red, no solamente en San Diego, pero en otros estados e internacionalmente, aseguró el fiscal a cargo del caso.
Según Michael Barnett, del Departamento del Sheriff de San Diego, un kilogramo de esta droga alcanza un precio de 2 mil dólares en esta ciudad.
En comparación con los precios registrados por autoridades locales entre finales de 1980 e inicios de 1990, el valor de la droga es cinco veces menor y su pureza mucho más alta. La razón de que el precio sea mucho más bajo radica en que ha aumentado el tráfico de esta droga a través de la frontera.
Según estadísticas expuestas por el fiscal Sutton, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) decomisó más de diez toneladas de metanfetaminas en los distintos cruces fronterizos, aeropuertos y puertos de San Diego durante el año fiscal 2017, diez veces más de lo asegurado en 2007.
Esto se ha traducido en una epidemia que en 2017 dejó a 10 mil personas sin vida como resultado de sobredosis y otras complicaciones causadas por esta droga.
Y no solo eso. Sutton detalló que tan solo en San Diego, más del 50 por ciento de los detenidos procesados por algún delito patrimonial como robo, confesaron que el móvil de los crímenes era conseguir dinero para comprar cristal.
Por su parte, Karen Flowers destacó que la droga que traficaba esta organización alcanzaba niveles de pureza de hasta 90%, uno de los más altos en la región.
EL ÉXITO DE LA ORGANIZACIÓN
La madrugada del 21 de mayo de 2019, Ramón Anthony Hernández, de 30 años de edad, fue sorprendido en su departamento en el centro de San Diego por agentes federales, estatales y locales que llevaron a cabo una redada.
En la residencia del acusado encontraron un kilogramo de cristal, un kilogramo de cocaína y cerca de 100 mil dólares en billetes de 20 y 100 que fueron exhibidos en conferencia de prensa.
Aunque el Departamento de Justicia declaró que no se ha identificado a líderes de la organización, Hernández era uno de los objetivos clave del operativo.
Junto a otros 32 acusados, fue presentado ante la jueza federal Linda López en la Corte Federal, la mañana del 22 de mayo, para escuchar los cargos relacionados con narcotráfico y lavado de dinero en su contra. Las autoridades continúan buscando a otros diez acusados, quienes se encuentran prófugos.
Además de la distribución de metanfetaminas a doce estados de la Unión Americana y a Medio Oriente, esta red también traficaba, en menor volumen, éxtasis líquido.
Según la acusación formulada por la Fiscalía, los enervantes eran enviados desde bodegas en San Diego a mini centros de distribución en estados como Arizona, Texas, Nueva York, Florida y Virginia.
El método consistía en utilizar cuentas en internet de la empresa FedEx y del Servicio Postal de Estados Unidos para hacer los envíos. En algunos casos, los encargados creaban cuentas propias, pero el éxito de que no fueran rastreados consistía en usar cuentas de empresas establecidas.
Sutton agregó que debido a los grandes volúmenes de paquetes que manejan a diario, las empresas no detectaron que algunas de sus cuentas eran usadas para hacer envíos clandestinos.
Cada semana, la organización hacía llegar varios kilogramos de enervantes a hoteles, casas y hasta residencias rentadas por medio de la aplicación de alojamiento Airbnb.
Sus cómplices recogían los paquetes en estas direcciones y los llevaban a centros de distribución para continuar con el proceso.
El esquema para devolver el dinero a los líderes del Cártel de Sinaloa hasta México era muy similar. En algunos casos, el dinero en efectivo era enviado por paquetería, pero también se hacían depósitos estructurados a cuentas bancarias -por debajo de 10 mil dólares para evitar llenar reportes al fisco- y hacían uso de la tecnología por medio de transferencias electrónicas y a través de las plataformas digitales PayPal, Zelle, Venmo y Cash App.
“Una de las características únicas de esta organización es que pudieron esconder los paquetes de droga como si fueran envíos legales”, afirmó el Fiscal.
Meses después de declarar contra “El Chapo”, “El Vicentillo” podría pasar 17 años en prisión
Uno de los procesos judiciales más largos a los que se han enfrentado capos de la droga mexicanos en Estados Unidos, podría llegar a una conclusión luego de que la Fiscalía Federal pidiera una condena de 17 años de prisión en contra de Vicente Zambada Niebla, mejor conocido como “El Vicentillo”.
A diez años de ser detenido por fuerzas federales en México y de su extradición en 2010, se confirma que el hijo del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, cooperó con autoridades estadounidenses al proporcionarles información de la organización de la que formaba parte, así como de sus rivales.
“La cooperación del acusado ha apuntado a los líderes del Cártel de Sinaloa y a sus enemigos, la organización de los Beltrán Leyva, cooperación que ha culminado en levantar cargos contra docenas de objetivos de alto nivel y cientos de sus asociados en diversas acusaciones criminales en todo el país”, se lee en documentos expuestos en la Corte Federal en Chicago, Illinois.
Desde 2013, “El Vicentillo” se declaró culpable de varios cargos por conspiración relacionados con narcotráfico que le fueron fincados desde 2003 por la Fiscalía de Distrito Norte de Illinois.
“El acusado ha proveído por años información consistente y verdadera al gobierno de Estados Unidos y, recientemente, dio su testimonio en el juicio del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera ‘El Chapo’ en Brooklyn, Nueva York”, argumentó el Fiscal en la exposición de motivos que hizo ante el juez para solicitar sólo 17 años de prisión, de los cuales ya ha cumplido ocho tras las rejas.
“En la cima de su carrera como narcotraficante, el acusado conspiró con otros miembros del Cártel de Sinaloa para importar y traficar toneladas de drogas ilegales a Estados Unidos. Como hijo del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael Zambada García ‘El Mayo’, el acusado ocupó una posición dentro del Cártel”, se explica en el documento.
El inicio de la carrera criminal de Vicente, según demostró la Fiscalía, data de 1996 con la supervisión de cargamentos de droga desde Centro y Sudamérica hasta Estados Unidos.
“También a veces servía como consejero clave de su padre y estuvo involucrado en la toma de decisiones importantes para el Cártel, incluyendo decisiones relacionadas a seguridad y violencia”, consta en el documento.
Entre otras actividades que el narcotraficante realizó dentro del Cártel de Sinaloa, se describe la entrega de cargamentos de cocaína a sus subordinados, la supervisión del trasiego en distintos métodos de transporte como aviones y submarinos, y el ordenar homicidios y dar sobornos a funcionarios del gobierno mexicano.
Pese a haber admitido su culpabilidad de los cargos, “El Vicentillo” ya presentaba una reducción de la condena máxima de cadena perpetua que podía recibir por estos delitos; la sentencia solicitada por la Fiscalía permitiría a Zambada Niebla recobrar la libertad en el año 2026.
El próximo 30 de mayo, en la Corte de Distrito Norte de Chicago, Illinois, el juez Rubén Castillo dictará la sentencia en contra de Zambada Niebla.
MILLONARIOS ASEGURAMIENTOS
En un lapso de 48 horas, efectivos del Segundo Batallón de Infantería en San Quintín; de la Segunda Zona Militar de El Ciprés y de la Policía Estatal Preventiva (PEP), reportaron cuatro operativos. El resultado fue el aseguramiento de 188 mil 200 plantas de amapola- para la extracción de opio-, casi dos toneladas de marihuana y 28 kilogramos de cristal. No hubo personas detenidas.
El primer hallazgo ocurrió el lunes 20 de mayo en Rancho Tres Cañadas, tras una llamada anónima. Los militares localizaron seis plantíos de amapola con una extensión de 3 mil 100 metros cuadrados y destruyeron 161 mil 200 plantas.
Un día después, dentro de un rancho de la playa La Bocana, incautaron 41 paquetes con marihuana con un peso total de 491.940 kilogramos. La droga estaba oculta en una cisterna.
De manera coordinada, el mismo 21 de mayo, las fuerzas castrenses del 67 Batallón de Infantería correspondiente a San Quintín, destruyeron 27 mil plantas de amapola distribuidas en seis plantíos localizados en acciones conjuntas con la PEP en las inmediaciones del puente Las Ánimas, a kilómetro y medio del poblado de Santo Tomás. Los agentes detuvieron a cinco sujetos armados que presuntamente resguardaban un extenso plantío ilegal.
En otro hecho aislado, las fuerzas coordinadas incautaron mil 228 kilos de marihuana en 178 paquetes y 28 gramos de cristal en 74 bolsas; la droga estaba escondida en el doble fondo de un camión blanco Freightliner modelo International, placas de circulación AJ-2036-A de Baja California, localizado en las inmediaciones del Ejido Uruapan, también al sur del Ensenada.
-Con información de Karla Lorena Lamas Contreras.