Cada 8 de marzo, cientos de empresas emprenden campañas de marketing con lemas del movimiento de mujeres y feminista sobre el empoderamiento femenino y el alto a la violencia. Este año no fue la excepción y hasta Kimberly Clark de México se sumó.
Ciudad de México, 2 de abril (SinEmbargo).- Una de las empresas que durante seis años manipuló los precios de toallas femeninas inició una campaña publicitaria para normalizar la sangre menstrual y protestar por la violencia contra mujeres.
“Normalicemos la sangre de nuestra menstruación, no de la violencia”, dicen los espectaculares de Kotex, propiedad de Kimberly Clark de México, del empresario Claudio X. González Laporte.
La campaña formó parte de la estrategia publicitaria con motivo del 8 de marzo cuando se conmemora el Día Internacional de la Mujer. La conmemoración que es de protesta, es desde hace años utilizada por las empresas para vender productos con lemas tomados de marchas y de colectivos feministas.
Las empresas se pintan de morado, —color que históricamente se liga al movimiento feminista— se dejan unas semanas y luego vuelven a lo habitual.
Este año, Kotex tomó las palabras e iniciativas de un grupo pequeño de mujeres que iniciaron una campaña para hablar de menstruación, pedir la gratuidad de productos para niñas y quitarles el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
El reto inicial fue nombrar las palabras “menstruación” y “sangre” en medio de tabúes.
En México es todavía algo normal comprar un paquete de toallas femeninas y que éste lo entreguen en una bolsa negra porque la menstruación es considerado un tema del que no debe hablarse por ser un tema de las mujeres; en otros casos es visto como algo sucio.
Las mujeres feministas también hicieron énfasis en que las niñas y adolescentes necesitan acceder a los productos de gestión menstrual porque en muchos casos se ven obligadas a faltar a la escuela en sus periodos al no contar con toallas femeninas.
Puede que para algunas mujeres el gasto en toallas femeninas no sea significativo, pero no es así para todas.
De acuerdo con una investigación realizada por SinEmbargo, una mujer gastará más de 36 mil pesos en productos para su menstruación durante su vida reproductiva.
Una mujer desde los 10 años —edad en la que aproximadamente llega la primera menstruación— se enfrentará a un aparador en un centro comercial en el que podrá escoger, entre más de diez marcas y más de 30 productos, la toalla o tampón que le ofrezca mayor absorción y mayor protección de olores; tendrá que comprar toallas para el día, para la noche, pantiprotectores “diarios”.
De acuerdo con los precios actuales del mercado, una mujer gastará en estos productos 34 mil 480 pesos y la cantidad llega a los 36 mil pesos si se le suma la compra de medicamentos para combatir los cólicos menstruales.
Este gasto básico, ya que no es decisión de la mujer comprarlos o no, profundiza problemas como la brecha salarial de género y prácticas como el “impuesto rosa”, que es el sobreprecio de un producto que se ofrece con características “para mujer”.
Y a pesar de ese gasto, las mexicanas todavía se enfrentaron a tres empresas, incluida Kimberly Clark de México con su marca Kotex, que controlaron los precios de esos productos.
Esta fue la empresa que lideró la manipulación de los precios de productos sanitarios en el mercado mexicano de 2008 a 2014 y fueron sus principales directivos los que organizaron las reuniones secretas con Productos Internacionales Mabe y Essity Higiene y Salud México, de acuerdo con el expediente IO-004-2017 del caso que llevó la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
Según la versión pública, que se encuentra en la sección de Resoluciones de la Comisión, fue Fernando González Velasco, entonces Director de Ventas Productos al Consumidor de KCM, quien estableció los términos del acuerdo y organizó las reuniones en las que se compartió información para aumentar precios y quitar promociones de pañales para bebé, productos para la gestión menstrual y para la incontinencia.
En esas reuniones estuvo presente, según la misma documentación, Pablo Roberto González Guajardo, actual Director General de la empresa e hijo del empresario Claudio X. González Laporte.
Todo esto ocurrió mientras los productos de Kimberly Clark eran los de mayor circulación en México, en específico Huggies, Kleen Bebé, PullUps (pañales de bebé), Kotex (toallas) y Depend y Diapro (pañales para adulto).
En la publicidad del 8 de marzo de Kotex no solo se utilizó el trabajo de mujeres que han realizado activismo por la menstruación, sino también el de víctimas de violencia y mujeres desaparecidas.
En los espectaculares también se invita a conocer las acciones de la empresa para ayudar a las mujeres víctimas de violencia, sin embargo, familiares de Wendy Sánchez, joven desaparecida en Nayarit en enero de 2021, publicaron en redes sociales una queja por el uso de una fotografía en uno de los comerciales de Kotex.
El objetivo del comercial es justo difundir los acompañamientos que hacen a mujeres víctimas de violencia.
Sus familiares escribieron lo siguiente en su cuenta de Instagram:
“Mi hermana […] no es parte de un esfuerzo de visibilización por parte de Kotex esto simplemente en la falta de empatía de parte de marca, agencia, casa productora y todas las manos que vieron y aprobaron esa idea. ¿Por qué usar las fichas y nombres de tantas y reducirlas a tan poco? Wendy no es una cosa que se pueda usar solo un segundo, Wendy es y seguirá siendo hija, hermana, amiga, artista, persona, ser humano, hasta que a mis papás, mis hermanos, sus amigos y a mi se nos cansen los pies de caminar gritando su nombre”.
Y agregan: “Por eso me parece deplorable que su imagen sea usada de esa manera, para terminar diciendo que Kotex ayuda a mujeres en situación de violencia, cuando existimos cientos de colectivos buscando ayudas para seguir en labores de búsqueda […] si tu campaña no pone al centro a las víctimas no estás sumando, esta vez solo usaron el nombre y el dolor, para darle un storytelling [creación de una historia] a una iniciativa que se siente vacía”.