El agresor se recupera de la enfermedad en el centro médico bajo vigilancia policial. El suceso ha causado fuerte rechazo en las redes sociales del país, donde los usuarios condenaron el comportamiento del hombre.
Ciudad de México, 2 de abril (RT).- Un paciente que dio positivo por COVID-19 golpeó a una enfermera y le mordió en la cara para tratar de escapar de la cuarentena en un hospital de la provincia de Cantón en China. El incidente ocurrió este miércoles, informaron medios locales.
El hombre ha sido identificado como Okonkwonwoye Chika Patrick, un ciudadano nigeriano de 47 años, que llegó al país asiático el 20 de marzo. Tras confirmarse que estaba infectado con coronavirus, fue remitido a un hospital para recibir tratamiento.
Sin embargo, Chika Patrick se negó a someterse a los exámenes médicos e intentó escapar de la sala de aislamiento. Fue entonces cuando una enfermera intentó detenerlo y el paciente no dudó en empujarla al suelo para luego agredirla. Según el reporte, la mujer sufrió lesiones en la cara, cuello y cintura.
Las autoridades están investigando el caso y han anunciado fuertes sanciones. Por su parte, el agresor se recupera de la enfermedad en el centro médico bajo vigilancia policial. El suceso ha causado fuerte rechazo en las redes sociales del país, donde los usuarios condenaron el comportamiento del hombre y muchos pidieron que sea deportado.
I think they disclosed the case at such late time is still a way to not getting much attention from public. But I will see the trends on Chinese social media platform tomorrow morning.
— Yellow Man China (@yellownotwhite) April 1, 2020
The Nigerian’s name is OKONKWONWOYE CHIKA PATRICK. He had hurt the nurse as this video showed. pic.twitter.com/u0NeURFM8j
— Yellow Man China (@yellownotwhite) April 1, 2020
CARRERA CONTRA RELOJ. EN BUSCA DE LA CURA
El día de hoy especialistas australianos han empezado a realizar los ensayos preclínicos de una potencial vacuna contra el COVID-19. Las pruebas de dos posibles vacunas, que de momento solo se han aplicado a hurones, se realizan en las instalaciones de alta contención de bioseguridad de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth (CSIRO) ubicadas en las inmediaciones de Melbourne.
Esta fase inicial de la investigación se prolongará durante tres meses, aproximadamente, indicó Rob Grenfell, el director de la CSIRO. Sin embargo, el especialista precisó que no será hasta finales del próximo año cuando la vacuna obtenida a partir de estos ensayos, esté disponible para el público.
“Aún nos atenemos al [plazo] optimista de 18 meses para la entrega de la vacuna a los consumidores generales”, declaró Grenfell en conversación con Reuters.
“Ahora, por supuesto, esto podría cambiar. Existen un montón de desafíos técnicos que tenemos que superar”, añadió.