Esto fue lo que le dijo el indio tzotzil Manuel Gómez de 61 años al periódico francés Le Monde. En un amplio artículo publicado el pasado 22 de marzo, el diario reporta que en Chiapas el catolicismo va marcadamente a la baja, mientras que los musulmanes y evangélicos van a la alza. Manuel, quien ahora se llama Mohammed, ha sido invitado en dos ocasiones a La Meca y se ha convertido en un personaje a seguir en San Cristóbal de las Casas. Vive de la venta de flores y reza al menos 5 veces al día. Su atuendo es propio de los musulmanes y ha convencido a sus familiares y muchos amigos para que se unan a él.

Desde 1995 se intensificó la presencia de musulmanes y evangélicos en el estado, en particular en algunas zonas de influencia zapatista. Las muchas hipótesis del por qué se está presentando este fenómeno tienen un común denominador: al tiempo que el catolicismo ha dejado de ser una prioridad en la vida de muchos indígenas, acercarse a otras religiones ha terminado por ser un fenómeno de emancipación.

Muchos caciques han utilizado la religión. El catolicismo se ha convertido en sinónimo de sometimiento lo cual sirve para aprovecharse de las creencias de los indígenas, a lo que se suman las relaciones que establecen estos “poderosos” hombres con algunos prelados de la Iglesia en el estado. Es un fenómeno que conjunta la presencia en el país de nuevas religiones, hecho inédito en una nación fundamentalmente católica, y el cambio de religión como mecanismo de defensa ante los abusos que se han cometido y se cometen en contra de los indígenas al amparo del catolicismo.

La Iglesia católica ha sido durante muchos años una opción de vida a las creencias y a la fe, pero si bien ha sido importante en la vida de los indígenas se ha convertido también en elemento de sometimiento que usan los caciques y muy probablemente más de algún sacerdote. Según el diario francés, el subcomandante Marcos ha optado por hacerse a un lado debido a que ha sido su regla tomar distancia de sacerdotes y religiosos, aunque es bien conocida su vieja y cercana relación de respeto con don Samuel Ruíz.

“Don Sam” fortaleció el catolicismo a lo largo de sus muchos años en Chiapas, su salida de San Cristóbal de las Casas cambió los escenarios sin pasar por alto que los evangélicos ya estaban avanzando desde antes del 95 en muchas zonas, incluyendo el mismísimo San Cristóbal de las Casas.

La insistencia del Vaticano en el tema de la “libertad religiosa”, al que tanto apelo el Papa en su visita a Guanajuato, tiene mucho que ver con que la Iglesia pueda usar todo lo que esta a su mano para propagar el catolicismo, sin perder de vista el fenómeno que se viene dando en Chiapas.

La porosidad de la frontera es un factor, pero el asunto va evidentemente más allá de que un grupo de musulmanes y evangélicos, en su pleno derecho, estén en el país propagando su religión para conseguir adeptos. El asunto tiene que ver también con lo que ha dejado de hacerse en el Vaticano, el cual ha establecido distancia con los fieles, con los jóvenes y sigue como congelado en el tiempo. El escenario por venir seguirá siendo igual de inédito de lo que ha sido hasta ahora. Vaya usted a saber lo que nos depara lo que viene, quizá cuando en algunos años miremos al sur vamos a encontrar a musulmanes y evangélicos por doquier y si eso quiere la gente pues no dude que eso será. Lo que sí es que el país se vera obligado a entender y respetar las nuevas realidades y esto incluye obviamente al ejercicio de la política.

Javier Solórzano

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Es periodista. Conductor de radio y televisión.

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