Miles de migrantes sirios llegan a la frontera turca-griega; ejército de Grecia se repliega e impide el paso

02/03/2020 - 4:28 am

El ejército anunció 24 horas de maniobras con fuego real a lo largo de la frontera para el lunes, declarando la zona como peligrosa y prohibiendo la circulación de personas y ganado durante el ejercicio.

Por Costas Kantouris

Kastanies, Grecia (AP).— Miles de migrantes buscaron este lunes la forma de cruzar la frontera occidental de Turquía con Grecia, aunque solo unas docenas lograron atravesar las cercas fronterizas o vadear ríos, después de que Turquía abriera su lado de la frontera a los migrantes y refugiados que querían llegar a Europa.

Ankara decretó la apertura de su frontera para presionar a la Unión Europea para que ayude a gestionar las consecuencias de la guerra en la vecina Siria. Miles de tropas turcas respaldan a las últimas fuerzas rebeldes atrincheradas en la provincia noroccidental de Idlib ante una ofensiva del Gobierno sirio con apoyo de Rusia.

La ofensiva sobre las últimas zonas rebeldes sirias ha hecho huir a casi un millón de civiles hacia la cerrada frontera con Turquía, amenazando a un país que ya acoge a 3.5 millones de refugiados sirios con una nueva y dramática oleada de desplazados.

Miles de migrantes se aglomeraron en la frontera entre Turquía y Grecia desde la apertura de Ankara, y cientos de personas cruzaron desde la costa turca a las cercanas islas griegas en embarcaciones endebles durante el fin de semana.

Las autoridades griegas dijeron que en las 24 horas desde las seis de la madrugada del domingo, hora local, habían evitado 9 mil 877 intentos de cruzar la frontera terrestre, ya fuera por el río o atravesando la cerca; las autoridades detuvieron a 68 personas y las acusaron de entrada ilegal en el país.

Therose Ngonda, una mujer camerunesa de 40 años, llegó a Grecia vadeando el río Evros, que recorre la frontera entre los dos países.

En declaraciones por la mañana, con los pies aún mojados tras el cruce, dijo que le habían dicho que los migrantes tenían 72 horas a partir del viernes para salir de Turquía. Subió a uno de las docenas de buses y minibuses que llevaban a gente desde Estambul a la frontera junto con unas dos mil 000 personas, entre las que había sirios y familias con niños pequeños.

Ngonda dijo que la habían dejado en el río, en el lado turco de la frontera. “Me dijeron ‘ve hacia allí’”.

Grecia dijo afrontar lo que parecía una campaña organizada de Ankara para empujar a la gente a sus fronteras. El Gobierno desplegó al Ejército y envió refuerzos de policías a su frontera terrestre con Turquía, indicando que suspendería todas las solicitudes de asilo durante un mes y que devolvería sin registrarlos a los que entraran en el país de forma ilegal.

El ejército anunció 24 horas de maniobras con fuego real a lo largo de la frontera para el lunes, declarando la zona como peligrosa y prohibiendo la circulación de personas y ganado durante el ejercicio.

Tras una noche relativamente tranquila, este lunes por la mañana los migrantes se concentraban en 10 puntos de la frontera, según la policía. Las autoridades emplearon gas lacrimógeno, un cañón de agua y granadas aturdidoras durante el fin de semana para repeler los intentos de la multitud de abrirse paso en la frontera. También Turquía empleó gas lacrimógeno en la frontera, indicaron.

Karimi Khalmahammad, de 22 años, estudiante universitario afgano, logró cruzar la frontera. Dijo que había pasado un tiempo en una prisión Talibán en Afganistán y ahora intentaría llegar a Alemania.

Pero muchos de los recién llegados estaban siendo retenidos por las autoridades griegas poco después de cruzar la frontera, y trasladados en camionetas blancas.

Las islas griegas cercanas a la costa turca también registraron un importante aumento en las llegadas por mar. En las 24 horas previas a la mañana de este lunes, 977 personas llegaron a las islas en pateras, la mayoría a Lesbos pero también algunas a Chios, Samos y otras islas menores, según los guardacostas.

En Lesbos, el descontento local contra la migración hizo que algunos vecinos impidieran a varias personas, incluyendo niños pequeños y bebés, desembarcaran de una lancha que llegó a un pequeño puerto. En otros puntos de la isla, impidieron que varios autobuses trasladaran a los recién llegados al abarrotado campo migrante de Moria, razón por la que los recién llegados pasaron la noche en la playa.

El director de comunicaciones de Turquía, Fahrettin Altun, dijo el domingo que los combates en Idlib estaban directamente relacionados con la decisión turca de abrir las puertas a los refugiados en Europa. Ankara ha cambiado su estrategia para centrarse en la posibilidad de nuevas llegadas desde Siria “en lugar de impedir el paso de los refugiados que quieren emigrar a Europa”.

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