El ritmo frenético del periodismo impide a veces desconectarse. Ser periodista es estar alerta las 24 horas del día, pero siempre busco momentos para disfrutar. Sin ellos no podría desarrollar mi trabajo ni escribir lo que escribo.
Uno de mis mayores placeres es cocinar para los amigos. Me encanta agasajarlos con buena comida y buen vino; con una larga sobremesa donde no falten postres, licores, tequila o mezcal.
Cuando hay una cita especial, una cita romántica, la situación cambia. Además de la buena mesa, me gusta seducir con sabores, colores, olores. Todos los sentidos están puestos en la mesa. Se trata de la conquista. Ese momento lúdico culinario.
Mi madre insistía a sus tres hijas, que “el amor también entra por la boca”. Y convertía su cocina en el útero materno. Allí se concentraban además sus hermanas y sobrinas. Fue en ese feliz gineceo recurrente, donde aprendí la diferencia de cocinar con amor, donde encontré la alquimia y fusión de sentimientos y alimentos; la estimulación de los sentidos a través de la comida. La gastronomía es dar, un intento de enamorar. Somos lo que comemos. Y somos lo que cocinamos.
De manera paralela, es importante preparar la mesa, el ambiente, las flores, las velas… y por supuesto el elemento indispensable: la música. No concibo una cita así, sin las caricias musicales; esas canciones que son roces sutiles en cuerpo y alma.
¿Cursi?… si, tengo que admitirlo….pero, ¿quién no se ha enamorado con una canción? ¿Quién no ha llorado las desventuras del amor con una canción? ¿Quien no tiene una canción que lo une a su pareja? ¿Quién no ha conocido la nostalgia del amor con una canción?
Expresar emociones a través de la música es una afortunada debilidad humana. Vamos a aprovechar esa maravillosa sensualidad en una cena romántica; en esas primeras citas que hemos fantaseado y nos permiten conocernos y desearnos.
La selección de estas 10 piezas, excluye mis óperas favoritas o los conciertos para cello de Jaquiline Du Pré, que también están en mi lista de música romántica.
Quise elegir algo más fútil; algo de andar por casa… jazz, blues, rock, bossa nova, piano, saxofón, violín, flauta y voces voluptuosas, voces de mujeres; ritmos suaves para el primer plato a base de una ensalada de pétalos de rosa, lechugas, uvas, fresas y una salsa de yougurt natural, jugo de naranja, vinagre de vino blanco, aceite de oliva y nuez. La intensidad del ritmo sube durante el segundo plato: pez espada a la parrilla con una alcachofa asada, tomate, queso mozzarella, piñones y salsa alioli. En el postre, la música caribeña se apodera de la crema de mango y mascarpone. Luego vienen los tequilas, los mezcales; y lo demás, es incertidumbre…
1.- “No Puedo Callar” – Martirio
2.- “The Look of Love” – Diana Krall
3.- “Aguas de Março” – Elis Regina
4.- “Set Fire To The Rain” – Adele
5.- To Love Somebody” – Janis Joplin
6.- “My Favorite Mistake” – Sheryl Crow
7.- “Mala Hierba” – Alejandra Guzmán
8.- “Chorando Se Foi” – Ivete Sangalo
9.- “Mi guapo” – Bebe
10.- Mi playa: Ely guerra
Sanjuana Martínez es periodista, nació en Monterrey y es egresada de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Nuevo León, para posteriormente hacer un posgrado en la Universidad Complutense de Madrid. A lo largo de su carrera ha investigado asuntos relacionados con la defensa de los derechos humanos, violencia de género, la actividad terrorista y el crimen organizado, tanto en México como en Estados Unidos y Europa. Entre otros galardones, ha recibido el Premio Nacional de Periodismo en 2006 y el Ortega y Gasset al “Mejor Trabajo de Investigación”. Entre los libros que ha publicado está La cara oculta del Vaticano, Verdades que no mueren: periodismo combatiendo la censura y La frontera del narco. Actualmente es columnista en SinEmbargo.mx