El sobrepeso y la obesidad, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), están relacionadas con diversos padecimientos crónicos, como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, que durante el 2023 fueron dos de las primeras causas de muerte en México, por lo que la actividad física es un elemento importante para contrarrestar los factores de riesgo de estas problemáticas de salud.
Ciudad de México, 2 de febrero (SinEmbargo).- En 10 años, el número de personas que práctica deporte o realiza ejercicio en México ha disminuído 5.6 por ciento, según datos del Módulo de Práctica Deportiva y Ejercicio Físico (Mopradef) 2023, lo que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) puede impactar en los padecimientos crónicos, como enfermedades del corazón y diabetes, que son las principales causas de muerte entre la población del país.
Según el Mopradef, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante el 2023, la población que práctica deporte o realiza ejercicio en México, disminuyó, ya que el año pasado sólo el 39.8 por ciento de personas de 18 años o más en el país llevaron a cabo actividad física, una reducción de 5.6 puntos porcentuales, en comparación con 2014, cuando el 43.8 por ciento de la población practicaba deporte.
“En 10 años de seguimiento a este indicador, se identificó que el porcentaje de población activa físicamente ha disminuido. En 2023, el porcentaje fue 5.6 puntos porcentuales menor con relación al dato de 2014, [que fue de] 45.4 por ciento”, indicó el estudio del Inegi.
Por sexo, del total de población de 18 años o más que se mantuvó activa físicamente en México, el 46.5 por ciento fueron hombres y el 34 por ciento mujeres, “lo que resulta en una brecha de 12.5 puntos porcentuales”, destacó el Inegi.
Lo anterior, pese a que en ciertos periodos, a lo largo de 10 años, desde el 2013 cuando se realizó el primer Mopradef, ha disminuido esta brecha. “Los porcentajes de ambos grupos han disminuido [en 2023] en comparación con las cifras de los años iniciales del Mopradef”, se señala en el estudio del 2023.
Sobre la práctica de una actividad físico-deportiva con nivel suficiente entre sexos para obtener beneficios, el estudio registró una diferencia de 7.9 por ciento, siendo las mujeres las que tuvieron una mayor suficiencia, del 63.6 por ciento, en comparación con los hombres, que fue de sólo 55.7 por ciento.
En cuanto al tiempo que semanalmente en 2023, por distinción por sexo, que le dedicaron a la práctica físico-deportiva, el Mopradef 2023 señaló que ese año se registró que las mujeres invirtieron un promedio de cuatro horas y 48 minutos, con lo que “alcanzaron un nivel suficiente para obtener beneficios de salud”,
Mientras que “los hombres dedicaron en promedio cinco horas y 42 minutos por semana”, una diferencia de casi una hora entre mujeres y hombres, lo que para este último sector resulta insuficiente para obtener algún beneficio.
Respecto a la población inactiva físicamente en 2023, el 66 por ciento del total de mujeres, señaló que no realizaba alguna actividad física y tres de cada 10 indicaron que nunca habían practicado ejercicio. Por su parte, el 53.5 por ciento del total de los hombres reportó ser inactivo y uno de cada 10 declaró nunca haber realizado alguna actividad física.
Al señalar los motivos por los que la población de 18 años y más que alguna vez efectuó alguna actividad físico-deportiva y ahora ya no lo hacen, el 48.7 por ciento señaló que fue por falta de tiempo; el 25.8 por cansancio por el trabajo; el 16.3 por problemas de salud; el 3.4 por ciento por pereza; el 2 por ciento por falta de dinero.
Mientras que la población de 18 años y más que nunca ha realizado alguna práctica físico-deportiva, dijo que los motivos principales de esta inactividad son, en primer lugar, con el 41.6 por ciento por falta de tiempo; el 16.9 por ciento por problemas de salud; y el 16.1 por cansancio por el trabajo.
Estas cifras se vuelven relevantes en un país como México en donde, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, el porcentaje de adultos de 20 años y más con sobrepeso y obesidad en el país, hasta hasta hace seis años, fue de 75.2 por ciento, 39.1 por ciento tenía sobrepeso y el 36.1 por ciento, obesidad.
La misma encuesta señala que hasta el 2018, el porcentaje de la población de 20 años y más con diagnóstico médico previo de diabetes fue de 8.6 millones de personas en México, mientras que 15.2 millones de personas en el país de 20 años y más recibieron un diagnóstico médico previo de hipertensión.
Además, cifras preliminares de las Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR), del INEGI, señalan que de enero a junio de 2023, la primer causa de muerte entre la población en México fueron las enfermedades del corazón, con 97 mil 187 casos; la segunda causa de defunciones fue la diabetes mellitus, con 55 mil 885 casos; y las causadas por tumores malignos, con 45 409 casos.
Del total de personas que murieron por enfermedades del corazón, 51 mil 184 fueron hombres y 45 mil 995 mujeres; de todas las muertes a causa de la diabetes mellitus, 27 mil 469 fueron hombres y 28 mil 415 mujeres; y del total de personas que murieron por tumores malignos, 21 mil 529 fueron hombres y 23 mil 880 mujeres, según datos publicadas por las EDR este 24 de enero.
Asimismo, en todo el mundo, hasta el 2022, había 800 millones de personas viviendo con obesidad, según datos de la OMS referidos por el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI). “Se estima que para el 2030, se alcancen 250 millones de casos, debido al incremento en la obesidad infantil”, añadió el organismo.
El INSABI definió a la obesidad como un “padecimiento se origina debido a que existe un desequilibrio energético entre las calorías consumidas y gastadas, es decir, la persona consume alimentos y bebidas con alto contenido energético y no realiza suficiente actividad física”.
“El sedentarismo, sumado a los patrones alimenticios poco saludables, a una cantidad insuficiente de sueño y altos niveles de estrés son factores que pueden incrementar el riesgo de tener obesidad”, subrayó el organismo.
Por su parte, la Sociedad Méxicana de Obesidad (SMO), en una hoja informativa, destacó que las personas con obesidad están expuestas a un “mayor riesgo de padecer otras enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares y ciertos cánceres. La obesidad también puede resultar en complicaciones mayores de COVID-19”.
Por su parte, la OMS ha señalado en reiteradas ocasiones que “el sobrepeso y la obesidad son importantes factores de riesgo de algunas enfermedades crónicas”, entre las cuales están la enfermedades cardiovasculares y la diabetes, así como los trastornos que derivan de esta última, como “la ceguera, las amputaciones de extremidades y la necesidad de diálisis”.
“Desde 1980 las tasas de incidencia de diabetes se han cuadruplicado en todo el mundo”, alertó el organismo internacional”, advirtió la OMS, que también indicó que el “exceso de peso puede provocar trastornos osteomusculares tales como artrosis”, además que se relaciona con algunos tipos de cáncer, como “de endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñón y colon”.
“El riesgo de desarrollar estas enfermedades no transmisibles aumenta aunque el sobrepeso sea muy leve, y se agrava a medida que se incrementa el índice de masa corporal (IMC)”, reiteró, por lo que, en una nota informativa dio a conocer algunas recomendaciones para que las personas puedan mitigar el riesgo de sobrepeso y obesidad, con el propósito de reducir las calorías en una persona.
Entre estas recomendaciones se destaca la “práctica regular de actividad física”, alrededor de 150 minutos a la semana entre la población adulta, así como el incremento en la “ingesta diaria de frutas, hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos secos”.
En tanto, el INSABI, en un comunicado que se publicó el 4 de marzo de 2022, también sugirió realizar diariamente entre 30 y 60 minutos de actividad física, para reducir los factores de riesgo de obesidad, así como reducir la ingesta de alimentos con alto contenido calórico, procedente de azúcares y grasas en exceso.
También exhortó a evitar el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados; aumentar el consumo de alimentos naturales como las frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos; y preferir el consumo de agua potable por encima de las bebidas que contienen azúcares, tales como jugos, refrescos, aguas saborizadas y lácteos con azúcar, entre otros.