La mascarilla al exterior y el home office dejarán de ser obligatorios a partir de este miércoles, indicó Emmanuel Macron, Presidente de Francia; sin embargo, el Gobierno exhorta el uso del cubrebocas en exteriores cuando no puede haber una distancia de un metro entre personas, así como continuar con otras medidas de prevención como lavado de manos y ventilación de espacios cerrados.
París, 2 feb (EFE).- Francia levanta este miércoles una serie de restricciones que estaban en vigor desde el mes de diciembre por la quinta ola de coronavirus protagonizada por Ómicron, como la mascarilla en espacios exteriores, que deja de ser obligatoria.
El Presidente francés, Emmanuel Macron, explica en una entrevista al diario La Voix du Nord, que esta primera etapa de levantamiento de restricciones coincide con las previsiones sobre la evolución de la epidemia que había hecho su Gobierno, ya que se constata que “desde hace varios días tenemos una baja de la tasa de incidencia”.
Junto al fin de la mascarilla en la calle, también deja de ser obligatorio el teletrabajo para los empleos donde era posible, aunque el Ejecutivo sigue recomendándolo. Desde finales de diciembre era imperativo al menos tres días a la semana.
El Gobierno recuerda en su página web que hay que seguir llevando mascarilla en el exterior cuando no se puede mantener una distancia de un metro con otras personas y que hay que continuar cumpliendo con otras medidas como lavarse las manos regularmente o airear regularmente los espacios cerrados.
Otro de los cambios que entran en vigor este miércoles es que dejan de estar limitados los aforos para los espectáculos, reuniones públicas o acontecimientos deportivos, que eran de dos mil personas en salas o pabellones cerrados y cinco mil en estadios.
No obstante, en su interior habrá que continuar llevando mascarilla y en muchos casos se exigirá para entrar el certificado de vacunación (no solo el pasaporte sanitario que se puede validar con un test).
Macron insiste en que la próxima fase de levantamiento de más restricciones, programada a partir del 16 de febrero, está condicionada a las “cifras” de la epidemia, aunque “todo induce a pensar” que será posible.
En caso de que sea así, desde entonces podrán reabrir las discotecas, clausuradas desde el 10 de diciembre, se podrán volver a organizar conciertos en los que el público esté de pie y también se podrá consumir en las barras de los bares y de los restaurantes.
Si de nuevo las condiciones sanitarias lo permiten, a la vuelta de las vacaciones escolares de febrero se relajará el protocolo sanitario de los centros escolares. Esa cuestión se aborda esta mañana en un Consejo de Defensa Sanitario presidido por Macron.
El ritmo de contagios en Francia continúa siendo elevado aunque haya empezado a descender en los últimos días. Este martes se comunicaron 416 mil 896 en 24 horas, pero hay que tener en cuenta que como los fines de semana se hacen menos test, los positivos se acumulan después.
En cuanto a los hospitales, había ayer 32 mil 894 pacientes ingresados por COVID, un ligero aumento frente a los 32 mil 374 del lunes. No obstante, el número de ingresos diarios en la uci se ha estabilizado, reflejando que la variante Ómicron, a pesar de ser muy contagiosa, provoca casos menos graves.
Además, había tres mil 751 personas en la uci, bastante lejos del récord de los más de siete mil 100 de la primera oleada en abril de 2020.