Los shows de medio tiempo que se llegan a presentar en el Super Bowl son igual de importantes que las finales que se disputan; sólo los mejores artistas han tenido el privilegio de pisar la cancha de una final de la NFL.
Madrid, 2 febrero (Europa Press).- Los Angeles Rams y los New England Patriots disputan este domingo la 53 Super Bowl, la gran final de la National Football League (NFL), un evento ya a estas alturas global, pero que adquiere proporciones de inigualable gigantismo en Estados Unidos.
Se trata de una cita que va mucho más allá del deporte, ya que además de los 71 mil aficionados congregados este año en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta, serán millones de personas los que seguirán el partido desde todo el planeta a través de la televisión.
No en vano, las audiencias superan de largo los 100 millones de espectadores. Precisamente por este enorme tamaño, la actuación musical del intermedio tiene también una obvia importancia promocional desde hace ya un buen puñado de años, con audiencias de récord como las de Katy Perry (118.5 millones), Coldplay (115.5 millones), Bruno Mars (115.3 millones) y Lady Gaga (111.3 millones).
Un escaparate descomunal que convierte a ese cuarto de hora en uno de los más cotizados de la música mundial. Actuaciones para el público del estadio pero, en realidad, todo se hace pensando en el espectador que está al otro lado del televisor, por lo que es como un gran videoclip que ven en directo y al mismo tiempo millones de personas.
A continuación repasamos las actuaciones del intermedio de la Super Bowl más sonadas, cada una por sus propios motivos. Maroon 5, por cierto, serán los protagonistas de este año, tomando así el relevo de Justin Timberlake.
NEW KIDS ON THE BLOCK (1991)
Hasta finales de los ochenta, y salvo Ella Fitzgerald en 1972, lo habitual era que el espectáculo del intermedio corriera a cargo principalmente de bandas universitarias. Esto cambió a finales de los ochenta y explotó definitivamente en los noventa, cuando el potencial comercial del evento estalló exponencialmente.
Un primer ejemplo fueron New Kids on the Block en 1991, cuando arrasaban, con una actuación de cuatro minutos, poco tiempo para lo que ahora estamos acostumbrados. Walt Disney, como en otras ocasiones antes y después, se encargó de producir el evento y por eso aparecen tantas referencias a la compañía. Un spot publicitario gigante.
MICHAEL JACKSON (1993)
Tras Gloria Estefan en 1992, llegó una temporada más tarde la que casi con total seguridad es la mejor actuación en una Super Bowl, protagonizada por un Michael Jackson en la cima de su carrera, cuando dominaba el mundo de la música surfeando sobre el éxito de su disco “Dangerous”. Efectista y desbordante de talento.
JAMES BROWN, THE BLUES BROTHERS, ZZ TOP (1997)
Quizás abrumados tras el paso de Michael Jackson, el siguiente año fue dubitativo con Clint Black, Tanya Tucker, Travis Tritt y The Judds (1994). En 1995 ocuparon el escenario leyendas como Tony Bennett, Patti LaBelle, Arturo Sandoval y Miami Sound Machine, mientras que en 1996 fue turno para Diana Ross.
Así llegamos a 1997 con James Brown gritando “get funky” embutido en su reluciente traje rosa en una velada compartida con The Blues Brothers y ZZ Top. Con estos nombres, no hay ni que decir que el derroche energético fue como para estar un par de horas fregando el sudor del suelo.
AEROSMITH CON NSYNC Y BRITNEY SPEARS (2001)
El espectáculo musical del intermedio siguió creciendo en 1998 celebrando los 40 años de la Motown con Boyz II Men, Smokey Robinson, Martha Reeves, The Temptations y Queen Latifah. Después, en 1999, Stevie Wonder como protagonista principal junto a Gloria Estefan, Big Bad Voodoo Daddy y Savion Glover, antes de un año 2000 con Phil Collins, Christina Aguilera, Toni Braxton y Enrique Iglesias (el único español en una Super Bowl).
Improbable unión de artistas para 2001, con los bailes frenéticos de Nsync y las guitarras de Aerosmith. La guinda, “Walk this way” cantado a dúo por Steven Tyler y Britney Spears, con rapeo aportado por Nelly y coros de la boy band.
U2 (2002)
En un mundo hiper sensibilizado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, la banda irlandesa ofreció en 2002 una actuación cargada de emotividad, interpretando “Beautiful day”, “MLK” y su clásico “Where the Streets Have no Name” con los nombres de las víctimas como fondo.
JANET JACKSON & JUSTIN TIMBERLAKE (2004)
Shania Twain, No Doubt y Sting animaron a las masas en 2003 sin sobresaltos. No como en 2004, la Super Bowl más sonada por ese jugueteo entre Justin Timberlake y Janet Jackson que terminó con un pezón de más en pantalla, algo que alarmó a buena parte de los norteamericanos, tan predispuestos siempre ellos a escandalizarse. Kid Rock también tuvo su ratito.
PAUL MCCARTNEY (2005)
Un año antes que los Stones, fue el ex Beatle el encargado de rockear bien duro en el descanso del partido, con un repertorio que incluyó clásicos como “Drive my car”, “Get Back”, “Live and Let Die” (con fuegos artificiales) y “Hey Jude”. Todo, como siempre, comprimido en un paquete perfecto.
THE ROLLING STONES (2006)
Tras el Beatle, The Rolling Stones no podían faltar en un evento de esta magnitud, en el que el tamaño, efectivamente, sí importa. Y eso es precisamente lo que piensa Mick Jagger sobre su propia banda, por lo que la unión es perfecta (y con un escenario precioso).
BRUCE SPRINGSTEEN (2009)
El desfile de leyendas continuó en 2007 con Prince y en 2008 con Tom Petty. En 2009 apareció Bruce Springsteen quien, acostumbrado a conciertos de tres horas, tuvo que hacer esfuerzos titánicos para condensar su energía en 15 tristes minutos (y sin bises). El infinito rockero se adaptó milagrosamente y regaló píldoras de energía concentrada con clásicos como “Born to Run” y “Glory Days”.
MADONNA (2012)
A The Who (2010) y The Black Eyed Peas (2011) les siguió Madonna con una ambiciosa puesta en escena a su propia mayor gloria, pues para eso es la reina del pop. En los 15 minutos de rigor repasa su trayectoria con éxitos como “Vogue” y “Music”, acompañada puntualmente por los golferas de LMFAO y Ce Lo Green, así como por Nicki Minaj y M.I.A. Todo un arsenal pop.
BEYONCÉ (2013)
Derroche vocal, un espectacular baile y descorche sensual con Beyoncé hace unos años en una celebración de altura. La realización televisiva demuestra que lo de menos es el público del estadio, y cabe fantasear con lo que Valerio Lazarov podría haber hecho con estos recursos a su disposición. Y con Destiny’s Child, que también aportaron.
BRUNO MARS Y RED HOT CHILI PEPPERS (2014)
El mini concierto de Bruno Mars y Red Hot Chili Peppers montó una gran polvareda en 2014, debido a un playback confesado por el bajista Flea y que dejó decepcionados a muchos de sus seguidores. Pero tampoco hay que rasgarse las vestiduras, así es el mundo del espectáculo cuando todo está milimetrado.
COLDPLAY CON BRUNO MARS, MARK RONSON Y BEYONCE (2016)
Katy Perry puso toda su fantasía pop en el asador en 2015 con ayuda de Lenny Kravitz y Missy Elliot, pero su propuesta fue superada en 2016 por la épica para estadios de Coldplay, perfectamente respaldados por la pareja formada por Bruno Mars y Mark Ronson, así como por Beyoncé (que les robó el espectáculo, según no pocas opiniones).
LADY GAGA (2017)
Volar sobre el público siempre es un truco impactante y así arrancó Lady Gaga su esplendoroso espectáculo en la última Super Bowl. Después, pirotecnia, malabares, coreografías y, sobre todo, grandes éxitos encadenados para tratar de arrasar en el menor tiempo posible. Todo un ejercicio de concentración del que Lady Gaga salió más que airosa, gracias también a algún truco de trilera.