Tres empleados de Liverpool detenidos por feminicidio enfrentarán juicio en libertad

02/02/2015 - 4:23 pm
Foto: Cuartoscuro.
Los involucrados alcanzan la libertad bajo fianza. Foto: Cuartoscuro.

Ciudad de México, 2 de febrero (SinEmbargo).– El Juez Décimonoveno Penal, con sede en el Reclusorio Preventivo Oriente del Distrito Federal, dictó auto de formal prisión a tres personas involucradas en el feminicidio de Angélica Trinidad Romero Severiano, empleada de la tienda Liverpool del Centro Comercial Perisur, en la Ciudad de México.

Se trata de Jorge Álvarez Montaño, apoderado legal de la tienda; Gustavo Humberto Godínez Cardoso, director; y Alejandra Olga Reyes Santos, gerente. Sin embargo, pese a que alteraron la escena del crimen, enfrentarán en libertad bajo fianza proceso sumario por el delito de encubrimiento por favorecimiento en el asesinato de su compañera Angélica Romero, el pasado 16 de noviembre de 2014.

La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) informó que “en el expediente quedó registrado que dichos sujetos, después de la ejecución del delito de feminicidio y sin haber participado en éste, ocultaron indicios, así como el cadáver en el interior de un cuarto donde se guardan implementos de limpieza, ya que presentaba lesiones en diversas partes del cuerpo y no lo hicieron del conocimiento del Ministerio Público”.

Agregó que: “Al llevar a cabo la inspección ministerial en el lugar de los hechos, todo estaba limpio y no se localizó ningún tipo de indicio relacionado con el delito, además de que el cadáver de la ofendida, ya había sido bañado, maquillado y embalsamado por personal de la funeraria”.

El pasado 25 de enero, el juzgado 19 Penal de delitos no graves del Distrito Federal dictó auto de formal prisión contra el médico que presuntamente encubrió el homicidio de la joven.

La Procuraduría capitalina informó que el Ministerio Público capitalino fue notificado del auto de término constitucional dictado contra Mariano Espinosa Morales, por su presunta responsabilidad en el delito de encubrimiento por favorecimiento.

Señaló que por tratarse de un delito no grave, al inculpado se le concedió el beneficio de la libertad provisional y enfrentará el proceso en libertad, sin embargo, la representación social capitalina adscrita a dicho juzgado interpuso el recurso de apelación contra dicha resolución.

Espinosa Morales fue quien certificó la muerte por infarto y no por asfixia de la empleada del Liverpool de la plaza comercial Perisur, mientras que los otros tres empleados permitieron que Angélica fuera llevada a una funeraria antes de que las autoridades realizaran la investigación.

El pasado mes de diciembre, Rodolfo Ríos Garza, titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, informó sobre la detención del presunto homicida de la trabajadora de limpieza de la tienda Liverpool.

Se trata de Marco Antonio Ochoa Almazán, quien presuntamente sostenía una relación sentimental con la víctima, Angélica Trinidad Romero Severiano.

El pasado 15 de noviembre, mientras miles de personas asistían a las tiendas departamentales para hacer sus compras del “Buen Fin”, una mujer fue asesinada en Liverpool del Centro Comercial Perisur. Su nombre era Angélica Trinidad Romero Severiano.

De acuerdo a la información publicada el 16 de noviembre, los familiares acudieron directamente a la tienda departamental en donde se les dijo Romero Severiano había muerto por atragantamiento y un paro cardiaco, de acuerdo al dictamen elaborado por el doctor Mariano Espinosa Morales, quien fue contratado por la empresa.

Omar Robles, primo de Angélica, en entrevista con La izquierda Diario, denunció una serie de irregularidades con las cuales el personal jurídico de Liverpool pretendió detener las investigaciones.

De acuerdo con su testimonio, su prima Angélica terminó su turno de limpieza cerca de las diez de la noche y después solía dirigirse a su casa, pero la noche de ese sábado nunca llegó. Su cuerpo fue encontrado el domingo 16 de noviembre a las 7 de la mañana en el interior de un baño, por personal de la tienda.

El cuerpo de la joven presentaba muestras de golpes, principalmente en la cabeza, “sin embargo los directivos de la tienda, lejos de llamar a las autoridades iniciaron una serie de turbias maniobras para tratar de deslindarse del crimen”. Omar Robles narra que “la empresa contrató a un médico particular para que expidiera un certificado de defunción, consignando como causa de muerte un infarto fulminante. Además, dio fé de que el lugar de su muerte fue su domicilio particular, no la tienda; después solicitaron a funerales Gris con ubicación en la delegación Tlalpan, que retiraran el cuerpo y lo cremaran”.

en Sinembargo al Aire

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